Llega la primavera: ¡basta de celulitis!

En el modelado corporal no existe magia, y nada carece de riesgos. La liposucción, por ejemplo, –una operación eficaz pero indudablemente invasiva– ofrece resultados que no pueden sostenerse en el tiempo si la persona no se ocupa, por lo menos, de mantener una buena dieta y de hacer ejercicio. Además requiere importantes períodos de cuidado posoperatorio.

Por otra parte, otras técnicas consideradas hasta hace poco como menos invasivas –como la ultracavitación o la lipólisis láser– empiezan a mostrar que no están exentas de riesgo. En ellas existe, aunque sea muy pequeña, una rotura de tejidos, y en el caso de la ultracavitación, las ondas de choque destruyen la membrana celular de los adipocitos –células que conforman los tejidos donde se almacena el exceso de grasa corporal– liberando en el torrente sanguíneo grasas “pesadas” no asimilables, que pueden convertirse en un peligroso factor de riesgo vascular.

Sin celulitis y sin riesgos

Pero hay un método sin riesgos. El sistema I-lipo se basa en un láser de baja potencia que estimula el proceso natural de eliminación de grasa en los tejidos adiposos. Da sus mejores resultados en pacientes con buen estado físico que quieren reducir pequeñas adiposidades localizadas y no produce los riesgos de otros sistemas que hasta ahora se consideraban “no invasivos”.

De ahí que la técnica de fotoestimulación láser I-lipo sea considerada como la única técnica de modelado corporal verdaderamente no invasiva, ya que su láser de diodo de baja potencia y de aplicación localizada estimula los procesos naturales por los que las células adiposas eliminan la grasa contenida. Luego, hay que convertirla químicamente en ácidos grasos y glicerol, los cuales pueden circular por el organismo sin peligro y son consumidos en la próxima sesión de ejercicio físico moderado o intenso.

“Esta técnica da mejores resultados en pacientes que cuidan su cuerpo y su salud, que se alimentan adecuadamente y hacen ejercicio, pero que buscan reducir pequeñas adiposidades localizadas en los brazos, en los muslos o el abdomen”, explica el doctor Ricardo Hoogstra, especialista en cirugía plástica y reparadora, docente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director de la Clínica de Estética Facial y Corporal. El especialista agregó que este sistema, además, “no produce flaccidez de los tejidos, y puede usarse en el tratamiento de la celulitis”.

Vaciar las células grasas sin destruir

A diferencia de los sistemas láser usados para borrar telangiectáceas (“arañitas”) o para hacer depilación, este nueva tecnología no actúa por efecto calórico, y por eso no es destructiva. Los diodos que irradian el láser –luz roja de baja potencia de 630 nanómetros– se encuentran montados en pads que se aplican sujetándolos directamente sobre la piel en la zona del cuerpo a tratar.

Durante la sesión, que dura aproximadamente 20 minutos, y en la que no se siente dolor ni molestia alguna, el láser actúa estimulando la evacuación de la grasa de los adipocitos ubicados un centímetro y medio por debajo de la piel. Mediante este proceso de biofotomodulación, los triglicéridos (grasas pesadas almacenadas en el adipocito) son reconvertidos en las sustancias asimilables que el organismo consume cuando necesita energía. “Por eso, para obtener el resultado buscado –explica Hoogstra– es necesario que inmediatamente después de la aplicación el paciente realice una sesión de ejercicio de unos cincuenta minutos”.

Para asegurar el mejor resultado posible, la sesión de ejercicio debe estar incorporada al tratamiento. De esta manera, lo que hace el láser es “marcar” las áreas corporales de donde el organismo obtendrá energía en los siguientes 50 minutos de actividad física.

Resultados tangibles

El tratamiento es capaz de lograr una reducción del contorno del abdomen de 2 a 4 centímetros –medidos con cinta especial Myo-Type– en cada sesión. Típicamente se sugieren 8 sesiones en total, con una frecuencia de dos por semana, para lograr resultados “comparables a los de la lipoaspiración”, pero sin producir ningún tipo de edema ni requerir reposo o inactividad posoperatoria. “Se calcula que en una sesión de 20 minutos con I-lipo el paciente libera 400 calorías, y las que no son consumidas inmediatamente vuelven al adipocito”, explica Hoogstra.

Pero si con sólo hacer ejercicio se baja de peso, ¿cómo reconocer cuánta de esa reducción en las áreas localizadas se debe al tratamiento en sí? “Para dilucidarlo hicimos un trabajo, que va a ser publicado en breve en la revista médica española SEME –señala el especialista–. En el estudio participaron pacientes delgados, que prácticamente no podían seguir bajando de peso, pero que tenían adiposidades localizadas, y se comprobó que el tratamiento reduce el contorno del área tratada y que además el paciente aumenta masa muscular”.

El estudio incluyó 15 pacientes mujeres con adiposidad localizada en el abdomen y la espalda. Al cabo de 8 sesiones, las pacientes redujeron en promedio 5 centímetros de contorno en el área tratada, pero sin que hubiera una pérdida significativa de peso, con lo cual se considera comprobada la eficacia de la técnica.

Tratamiento de la celulitis

El novedoso I-lipo Ultra agrega, a la estimulación con láser rojo, una aplicación de láser infrarrojo de baja potencia (con una longitud de onda por encima de los 780 nanómetros), que paralelamente produce un calentamiento de las células de la dermis –capa que se encuentra por debajo de la epidermis– estimulando en ellas la producción natural de colágeno, la proteína que le da firmeza a la piel.

Esta nueva versión del dispositivo agrega además un sistema masajeador mecánico –Vacuum Massage– que moviliza a las células adiposas “atrapadas” entre las fibras de tejido conectivo típicas de la piel con celulitis. Esto facilita la liberación de los ácidos grasos para ser consumidos mediante el ejercicio, a la vez que quita relieve a la fibrosidad. Esto hace al sistema I-lipo Ultra ideal para el tratamiento no invasivo de la celulitis.

“Hoy la tecnología nos brinda una forma definitivamente no invasiva de lograr buenos resultados en modelado corporal y tratamiento de la celulitis, totalmente natural porque no hace más que estimular las funciones naturales de las células, y no demanda al paciente ningún malestar ni exige suspender sus actividades cotidianas o su vida social –concluyó Hoogstra–. Creo que son una excelente opción para quienes buscan una reducción de adiposidad localizada en forma rápida y con todas las garantías para su salud”.

ENTREVISTA

Lo que ellas quieren: tratamientos menos agresivos

La doctora Tanja Fischer, dermatóloga especializada en medicina láser de la ciudad de Potsdam (Alemania), nos comentó su experiencia clínica con el uso de I-lipo en Alemania:

– ¿En qué tipo de pacientes da mejores resultados el uso de I-lipo?

– En los que tienen el hábito de cuidarse mediante dieta y ejercicio, personas jóvenes que tienen adiposidades localizadas. Pero tengo pacientes de más de 80 años de edad. Hay dos grupos de pacientes típicos: uno es el de las mujeres jóvenes, y otro el de las de 50 ó 60 años, que tienen mucho volumen en las áreas abdominales, y que también responden muy bien. Son pacientes que sienten que no se han cuidado tanto, pero que ya no tienen tantas exigencias y quieren hacer un cambio en su vida. Es lo que veo en mi consultorio.

– ¿Cuáles son los riesgos que presenta este tratamiento?

– Es una cuestión clave, porque casi no tiene riesgos. El mayor riesgo es que por no hacer ejercicio inmediatamente, el paciente gaste dinero y el tratamiento no tenga efecto. Hemos hecho análisis de sangre en personas durante la estimulación, y comprobamos que el nivel los ácidos grasos aumentan entre los 10 y los 50 minutos.

– De modo que ése es el momento en que el paciente debe “quemarlos” mediante el ejercicio.

– Sí. Lo mejor sería poder mantenerse en movimiento durante la estimulación lúmínica Nosotros lo procuramos mediante una aparatología especial.

– ¿Cuál cree que será el futuro de esta técnica?

– Yo era bastante escéptica respecto de este sistema antes de empezar a utilizarlo, parecía demasiado bueno para ser real. Esta no es la solución perfecta para todos los problemas, pero casi no presenta riesgos y es una muy buena alternativa para quienes no quieren someterse a tratamientos invasivos, como la liposucción, la lipólisis o la ultracavitación, que destruyen tejidos y liberan en el torrente sanguíneo moléculas de grasas pesadas, que pueden afectar la circulación y la irrigación de órganos vitales. La gente ahora demanda terapias menos agresivas.

Informó: Dr. Ricardo Hoogstra. Cirujano plástico. Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía plástica, de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires, de la International Society of Aesthetic Plastic Surgeon, Pionero de rejuvenecimiento facial mínimamente invasivo, docente de la Facultad de Medicina de la UBA. Jefe de Cirugía plástica del Hospital Penna. Pionero de la técnica Lipomodelación CERO invasiva. Director de la clínica que lleva su nombre.
Fabiana Bisignano – Cosmiatra Clínica Hoogstra.