Llegará el día en que el PJ y la UCR volverán a ser partidos políticos. Por Leo Anzalone

A partir de diciembre, sea quien sea el presidente, deberá solucionar temas que van más allá de los políticos, económicos y sociales, porque si el kirchnerismo nos deja algo es la destrucción de las instituciones, entre ellas una de las más importantes de la vida democrática, los partidos políticos.

La democracia no funciona sola, necesita instrumentos para eso y los partidos políticos tienen esa función, porque sin partidos fuertes y representativos la democracia flota en el aire y quien tiene el poder tiende a concentrarlo.

Desde fines de los 90 los partidos han ido dejando su lugar a las personas, las ideologías al marketing y eso perjudica considerablemente a los partidos porque el sistema funciona en la medida en la que represente a la gente a sus intereses y necesidades.

Argentina tuvo dos partidos con ideologías bien marcadas y arraigadas en el sentimiento popular, el peronismo y el radicalismo, entre ambos contenían al pueblo, eran la usina del pensamiento nacional, pero llegó un punto en el que todo eso se quebró.

Dirigentes que eran parte de esas instituciones empezaron a dinamitarlas, usando sus nombres, estructuras y contenido para el bien propio, solo para defender y apuntalar sus intereses particulares y eso llevó a la despolitización de la política, la doctrina cedió su lugar al marketing, el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical se convirtieron en meros sellos.

Fue el kirchnerismo quien más hizo para la destrucción partidaria, no solo incentivando un trasversalismo perverso que solo benefició a ellos mismos sino que produjo que las grandes instituciones políticas perdieran aún más protagonismo y motivó la creación de mini partiditos con la cuestión electoral como único objetivo, además dividiendo a los votantes, situación que, como si fuera un ciclo vicioso, también favoreció al kirchnerismo.

Este modelo político K llevó a que la gente ya no confíe, porque ni siquiera hay diferenciación ideológica, no hay contenido político en las propuestas casuales que surgen para las elecciones. Hay solamente contenidos personalizados. El kirchnerismo actuó deliberadamente para destruir el sistema de partidos, por eso es cada vez más común escuchar de dirigentes políticos que pasan de un esquema a otro.

Es cierto que el kirchnerismo hizo mucho merito para romper a los partidos, fundamentalmente con el transversalismo, que quebró al Partido Justicialista pero también a la Unión Cívica Radical y acá, el golpe de gracia lo dio el PRO que terminó dividiendo y debilitando a los radicales. El mismísimo Macri, construcción política hecha a imagen y semejanza de esta situación de descrédito a la política, dijo en su momento que “el radicalismo y el peronismo solo son un sentimiento, como ser hincha de Boca o River, solo eso”.

Los que creemos en la democracia, en las instituciones, esperamos que los partidos políticos vuelvan a ser lo que fueron, que den los debates que las sociedades necesitan, para eso es necesario que nosotros, las nuevas generaciones de dirigentes instalemos ese debate, tenemos que tener la convicción de que esto es verdaderamente importante, tenemos que trabajar para que el Partido Justicialista sea la casa de todos los peronistas y la Unión Cívica Radical el lugar de encuentro de los radicales.

*Dirigente de Peronismo Para Todos – Universidad Para Todos