Los consorcios, las paritarias, los administradores y los Legisladores

Indudablemente la situación que vive el País, no va a impedir que continúe el negocio de las “paritarias”, cuyo producto termina en las expensas. La única forma de detener el constante aumento de las mismas, es que las Asambleas de los Consorcios voten a A.P.I.P.H. para representarlos. Lo que nos dará la fortaleza para el plan en que estamos trabajando en el análisis de las expensas y poder determinar su origen, eligiendo como ejemplo los meses de septiembre de los años 2014 – 2015 y 2016. En la medida que todos los Propietarios Consorcistas comprendan su importancia y nos envíen urgentemente (como ya lo están haciendo muchos de ellos) las liquidaciones solicitadas y entiendan que los resultados obtenidos, nos permitirán elaborar el plan de depuración, que baje totalmente el monto de las expensas prescindibles. Para ello hemos conformado un equipo de trabajo que específicamente se ocupará de ese tema.
El Registro Público de Administradores, que ya lo venimos denunciando desde el año 2009, no ha cumplido con las expectativas y tiene un costo que produce pérdidas que las pagamos todos, con nuestros impuestos.
Insistimos en que los Administradores son nombrados por nuestras Asambleas, les pagan nuestros Consorcios, dependen de los mismos y no son de incumbencia del Gobierno y menos de la Legislatura, resultando una incursión antidemocrática que simplemente escapa a la razón. Estamos trabajando también en un proyecto de ley, que nos permita el desenvolvimiento económico sostenido, exclusivamente a cargo de nuestros Consorcios y evitando el dispendio.
El compromiso de A.P.I.P.H., es asumir con responsabilidad el desafío de encarar globalmente el problema de mayor magnitud que tiene la Ciudad de Buenos Aires, que es simplemente el lugar que hemos adquirido y donde vivimos. La presente proclama invita a realizar reuniones de esclarecimiento y comprendan que esto debe convertirse en una verdadera epopeya, como ya otras veces nuestra ciudadanía lo ha demostrado, cuando está en peligro el modo de vivir que hemos elegido. Que fue bastardeado, por ejemplo por el “mamotreto” del 3 de diciembre del 2015: su famosa N°5464, mas atrás la no menos famosa N° 125, o el grito unánime de ni una menos y ahora debe ser basta de invadir nuestros edificios.
Este sería nuestro programa para cambiar la tendencia declinante y hacernos cargo sobre todo, de detener el creciente flagelo del aumento de las expensas y las consecuencias para nuestras familias.

Marcos Bergenfeld