Los desafíos de la educación porteña. Escribe Eugenio Casielles.

La decadencia del sistema educativo es uno de los problemas que más afecta a la sociedad porteña. Si bien la Ciudad de Buenos Aires tiene mejores valores en los indicadores educativos a comparación de las provincias del interior del país, el deterioro de la calidad educativa es una realidad. El complicado contexto que atraviesa el país pone cada vez más en relieve los problemas que no fueron priorizados en su momento, siendo la educación uno de ellos. No es posible aspirar a un desarrollo económico y a oportunidades justas para todos los porteños si la situación educativa no cambia.



El nivel educativo de nuestro país ha quedado rezagado, y la realidad de la CABA no es ajena a ello. Alrededor de

5.300 alumnos dejaron de asistir a la escuela pública en los 12 años de gestión,

se abrieron tan sólo 4 jardines promedio por año, 3 secundarios y no hubo nuevas escuelas primarias.

La (mala) situación de la educación, se podría responsabilizar en parte al Gobierno de la Ciudad por

varios motivos. Por un lado, la situación precaria de los docentes, que sólo la mitad están formalizados,por otra parte, por la
caída de la participación dentro del presupuesto del gasto en educación y por ultimo
, que desde 2011 se encuentra prácticamente estancado en términos reales, y que en los últimos dos años se evidencio una caída, descontado de la inflación.
Argentina tuvo un muy mal resultado en las evaluacionesde calidad en relación a otros países, más del 52% de los chicos no comprende lo que lee, si bien casi todos los adolescentes que terminan el nivel primario continúan con el secundario, se estima que solo el 50% egresa y el 27% lo hace en la edad correspondiente. Los problemas a nivel educativo no solo se reflejan en las trayectorias, asociadas muchas veces con grandes porcentajes de abandono, sino también con el aprendizaje, como lo demostraron exámenes. Aproximadamente 7 de cada 10 alumnos no lograron un nivel satisfactorio en matemática y en el caso de lengua el número baja a 4 de cada 10. También el componente socioeconómico juega un rol importante para entender esta problemática. Casi el 70% de los adolescentes que se encuentra en una situación de pobreza crónica tiene un nivel educativo bajo, es decir, menos de 9 años de educación y prácticamente ninguno posee un nivel educativo superior a 12 años. Sin embargo, por otro lado, casi el 90% de los jóvenes entre 18 y 24 años de más altos ingresos terminaron sus estudios. Las cifras no hacen más que demostrarnos la existencia de grandes desafíos relacionados con las trayectorias educativas, los niveles de aprendizaje y la profunda desigualdad socioeconómica.

La educación de calidad conlleva, entre otras cosas, maestros calificados con un sueldo que refleje la importancia de su trabajo, una infraestructura que no sea deficiente, cupos suficientes y asegurar las condiciones básicas en las escuelas para que los chicos y los maestros puedan asistir. No obstante, no solo no están presentes en la realidad, sino que no se le da centralidad que le corresponde al tema. El presupuesto de la ciudad de Buenos Aires destinado a la educación sigue cayendo año a año, lo que nos demuestra que ampliar el acceso y mejorar la calidad educativa no se encuentra entre las prioridades del gobierno. No podemos esperar una protección de las trayectorias de los estudiantes y que no aumente el porcentaje de deserción sin un sistema integral de acompañamiento y contención, al igual que un sistema compensatorio para todas las áreas involucradas en el proceso.

La distancia entre las expectativas que tenemos sobre la educación y lo que se refleja en el desempeño del sistema educativo nos demuestra que tenemos un gran número de desafíos por delante. Deberíamos ver a la educación no solo como una manera de formar a las nuevas generaciones en las habilidades de una sociedad cada vez más compleja sino también como una forma de generar nuevas oportunidades y reducir la brecha que hoy caracteriza a los porteños. El sistema educativo actual dista de ser el ideal y es nuestro trabajo apoyar e impulsarun cambio.