Los errores más comunes en trastornos de alimentación

Por Dra. Mabel Bello, Presidenta de ALUBA (Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia), www.aluba.org.ar

No se sienta culpable
No malgaste su tiempo y su energía en la búsqueda de “la causa” o “el culpable” de la enfermedad.
No encontrará una respuesta adecuada y mucho menos, una solución efectiva.
Usted ha hecho por su hijo lo que mejor ha podido.
El origen de la enfermedad es multicausal y lo que importa es vencerla.
Usted ha dado el primer paso, tiene en sus manos una guía que lo orientará.
Está tratando de ayudar a su hijo.
¡Felicitaciones!
La familia juega un rol primordial en la recuperación de anoréxicos y bulímicos.

No deje de lado a su pareja ni a sus otros hijos
Si su hijo enfermo le demanda mayor atención que la debida, tenga cuidado.
No debe destruir la familia, no debe desatender ni a su pareja ni a sus otros hijos.
Piense: la enfermedad, si se deja avanzar, afectará a todos de alguna manera.
Lo que hay que hacer es mantenerse unidos y luchar hasta lograr la salud del hijo enfermo.

No lo sobreproteja ni lo apañe
No sienta lástima por su hijo, lo hará sentir más débil e indefenso.
Ayúdelo dentro de un marco de exigencia.
Todos tenemos distintos talentos.
Debemos dar la oportunidad a nuestros hijos para que los desarrollen, y alentarlos permanentemente.
Fomente su autonomía.
Aliéntelo en la lucha diaria.

No compare a su hijo con compañeros o amigos de éxito
Los anoréxicos y bulímicos tienen baja autoestima.
Debemos evitar que se comparen con los demás, ya que siempre se sienten desvalorizados.
Enseñemos a nuestros hijos a superar las dificultades, a trazarse metas lógicas y a luchar por conseguirlas.
Logremos que adquieran fe en sí mismos.

No sea débil y permisivo
Aprenda a decir “NO”.
Manténgase fiel a sus principios.
No sea condescendiente.
Ponga límites toda vez que sea necesario. Su hijo se lo agradecerá.

No sea arbitrario ni abuse de su autoridad
Sea un padre justo.
No haga diferencias entre sus hijos.
Tenga pocas reglas, claras y sencillas.
Hágalas respetar y respételas.

No le tenga miedo a su hijo
No permita que su hijo le alce la voz.
No permita que lo amenace.
No pierda la paciencia ni se irrite.
Usted tiene autoridad suficiente para hacerse respetar. Póngalo en práctica.

No oculte información acerca de la enfermedad de su hijo
No sea cómplice de la enfermedad.
Si su hijo pretende ocultar la situación, no se lo permita.
Comente el problema con familiares y amigos.
Usted está buscando un camino, una solución.
Toda persona que lo escuche intentará ayudarlo, se solidarizará con usted.
Por el contrario, si se calla, la enfermedad día a día cobrará más fuerza y usted perderá la batalla.

No deje medicamentos a su alcance
No corra riesgos. Los anoréxicos y bulímicos suelen automedicarse con el fin de perder peso.
En ocasiones, el abuso de distinto tipo de medicamentos puede ocasionar problemas graves.
Es oportuno conocer que el 50% de los pacientes padece depresión y puede presentar intentos de suicidio.
Sea precavido. Tenga los medicamentos bajo llave.

No esté solo con su problema
Acérquese a un centro especializado.
Contáctese con otros padres.
Comparta con ellos su experiencia.
Reciba consejos de los más experimentados.
Ayude a los demás. Interésese por el problema de los otros.
Únase en la lucha.