Amor

Los riesgos informáticos de visitar páginas para adultos.

Ver pornografía no sólo podría disminuir tu satisfacción sexual, sino que también podría dañar tu dispositivo. ¿Al masturbarse salen pelos en las manos?. La pornografía mueve montañas… de dinero. No sólo por los servicios que voluntariamente los usuarios pagan para ver películas de larga duración en streaming online o descargarlas a sus PC, sino también por los anuncios publicitarios que aparecen en esas páginas de Internet. Un clic representa tráfico, y éste, monetización, es decir, dólares. La paja no es como el trigo.









Los riesgos informáticos

Esto rige para cualquier sitio en la Web. Aunque también hay una variante cada vez más habitual por la que cuando vemos una página hot tengamos que dar dinero: las páginas XXX se han vuelto objeto del deseo de ataques informáticos por parte de los ciberdelincuentes, y cuando damos el número de nuestra tarjeta de crédito o simplemente visitamos el sitio, podemos estar abriendo las puertas para que entre malware (software malicioso) en nuestra computadora.

Pero cuidado, también pueden estar en riesgo nuestros datos sensibles si llegamos a la página porno por medio de un celular o un smart TV. El problema no es el instrumento sino el sitio en sí mismo si fue vulnerado.

El año pasado tuvieron mucha difusión los ataques a sitios tan populares como Xhamster, PornHub y RedTube, a los que se les inocularon virus del tipo ransomware y troyanos. El primero de ellos, bastante en boga en la actualidad, toma el control (real o ficticio) de nuestra computadora y exige para liberarla que paguemos tanta cantidad de dinero o instalemos determinado antivirus.

A veces, este último constituye el verdadero virus. En estos secuestros virtuales, pero de computadoras, nos amenazan que si no pagamos el rescate perderemos toda la información, imágenes o videos que tenemos almacenados en ellas. O algo peor, que los divulgarán por las redes sociales. Cuando hablamos de troyanos nos referimos a malware o software pernicioso que simula ser una aplicación inofensiva: un caballo de Troya informático.

En los tres casos de sitios contaminados a los que aludíamos en el párrafo anterior, las propias empresas confirmaron posteriormente que sus servidores habían sido infectados, pero que ya estaban “limpios”, que los virus habían sido eliminados.

En nuestro país, PornHub, que globalmente recibe 18,35 miles de millones de visitas al año, ocupa el puesto 55.

Cabe destacar que el sitio XXX más concurrido en la Argentina es Xvideos, y en el ranking ocupa el sitio número 24, un puesto por encima de Netflix.

NO SÓLO EN LAS PC

Según algunas estimaciones, la pornografía mundial mueve anualmente unos 100.000 millones de dólares, en todas las plataformas tecnológicas posibles. Hay contenido para todos los gustos. No es una actividad ilegal, salvo, por ejemplo, cuando involucra a menores de edad. En algunos países, por motivos religiosos, está prohibida. Pero la tecnología siempre inventa las maneras de saltar las barreras legales.

Hablamos al comienzo de esta nota del riesgo que se corre tanto en celulares como en smart TV, es decir, en aquellos televisores que se conectan a Internet. En este último caso, existe el peligro de pasar el número de la tarjeta de crédito a un sitio infectado.

Por otra parte, aunque todavía no se conoce de virus que hayan atacado smart TV, como dijo hace poco el CEO de la empresa rusa de seguridad informática Kaspersky Lab, Eugene Kaspersky, “si un dispositivo sirve para comprar algo, tarde o temprano será hackeado”.

Ya hay virus para celulares, y por eso diversas empresas de antivirus producen software para contrarrestarlos. ¿Y el ataque vía smartphone con aplicaciones porno?

Recordemos el Adult Player, descubierto por la consultora de seguridad Zscaler, que advirtió hace unos cinco meses en su informe la existencia de este ransomware para smartphones Android que, con el pretexto de ver escenas subidas de tono, sacaba una foto silenciosamente del usuario del teléfono y la colocaba en la pantalla del móvil con la advertencia de que si no enviaba 500 dólares por PayPal, el celular no volvería a ser de su dueño. Aunque se apagara y encendiera el equipo, de nuevo aparecía la misma imagen. Demasiado por unos instantes de placer.

¿Qué aconsejan los expertos en seguridad? Tener un buen antivirus en los equipos y usar el sentido común. No hacer clic en links de páginas web ignotas y, aunque nos ofrezcan las mil y una noches en nuestra pantalla, ser precavidos al momento de presionar el botón del mouse.

Alto Voltaje en Riesgos

Empresa de seguridad revelaron el peligro que conlleva para las computadoras ingresar a páginas con contenido para adultos: algunas de estas páginas poseen un código que usa la energía de la PC del visitante con el fin de minar criptodivisas sin que el usuario lo perciba.

Los portales con información especializada sobre tecnología, señalan que los especialistas se valieron de una herramienta llamada DNSMon. Con esta herramienta, los especialistas pudieron rastrear las relaciones entre los nombres de un dominio en Internet.

El resultado fue que 241 de los 100.000 principales sitios web por tráfico contienen códigos que utilizan el hardware de los visitantes del sitio para efectuar cálculos. Estos cálculos, a su vez, generan criptomonedas por medio del proceso llamado minería. De estos sitios, el 49% contenían contenido para adultos.

La forma en que se determinó las características de dichas páginas se dio luego de que se evaluara los sitios que reciben visitas de usuarios que se limitan a buscar la palabra ‘porno’ en Google.

Ver pornografía no sólo podría disminuir tu satisfacción sexual, sino que también podría dañar tu dispositivo, sobre todo si es un Android o peor aún, vulnerar tu identidad al estar a la venta en el mercado negro. Kaspersky, la firma especializada en ciberseguridad, realizó un estudio para conocer más a fondo cómo los cibercriminales utilizan la pornografía en internet para poner en marcha fraudes o incluso robos de identidad a través de dispositivos como computadoras de escritorio e incluso celulares.