María Elena Naddeo: «Faltan iniciativas de alto impacto para transformar la cultura machista»

La Directora del Centro de Atención de Niñez, Adolescencia, Género y Diversidad de la Defensoría del Pueblo, María Elena Naddeo, se refirió al ataque a balazos cometido en Florencio Varela contra varias jóvenes que caminaban por la calle a la salida de un baile y que trajera como resultado la muerte de dos de ellas y el estado crítico de otras dos, ha generado el repudio y la consternación de toda la sociedad. A medida que pasan las horas y se empiezan a detectar los eventuales motivos de la salvaje agresión, todo indica que se inscribe el delito como un femicidio múltiple que sorprende por su impunidad y su masividad.

Desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires sumamos nuestro profundo repudio frente a esta nueva agresión contra las mujeres que enluta a toda la sociedad. Asimismo enviamos nuestra solidaridad a las víctimas supervivientes, así como a los familiares de todas, amigos y amigas.

La persistencia de estos brutales crímenes de mujeres por su condición femenina, por su género, constituye una de las más graves problemáticas de nuestra vida democrática. Como organismo especializado en derechos humanos y teniendo entre nuestros objetivos la prevención de todas las formas de violencias, señalamos la necesidad de ampliar los recursos destinados al cumplimiento de la Ley Nacional 26.485 de Protección Integral para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Es responsabilidad de todas las jurisdicciones del Estado, el asumir esta lucha como prioridad en las agendas públicas e institucionales.

Tal como lo ha expresado la Defensoría del Pueblo en varias de sus recomendaciones, se impone con urgencia desarrollar y ampliar los dispositivos de prevención y asistencia y generar múltiples iniciativas de alto impacto para transformar la cultura machista y violenta que anida todavía en nuestra sociedad.

En ese sentido, llamamos a los medios de comunicación a abordar el caso con profesionalidad y en el marco del respeto de los derechos humanos. Las imágenes de la escena del crimen que han publicado algunos medios están en total contravención con este marco y el de la ética periodística, máxime cuando estamos ante víctimas menores de edad.

Asimismo, exhortamos a cuidar el lenguaje y dejar de utilizar términos o expresiones que justifican a los violentos y culpabilizan a las víctimas, como hablar de “crimen pasional” para referirse al hecho o cuestionar los hábitos o comportamientos de las adolescentes.