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Medios: El primer poder. Eduardo Sanguinetti, filósofo, poeta y performer argentino

«MEDIOS: EL PRIMER PODER»

Cuando hablamos de libertad de prensa, me pregunto a la libertad de quién nos referimos… pues no ignoramos que para ejercer dominación, manipular a los ciudadanos, desde los medios de información de estructura totalitaria, se utilizan prácticas brutales y sutiles, para silenciar la voz de los apasionados por la vida en libertad y verdad.

Recuerdo una frase de un corporativista de medios británicos, Lord Thompson, refiriéndose a su parecer sobre ‘las noticias dijo’: «son las tonterías con que se rellena el espacio entre los avisos publicitarios»… deviene, sin ser singular experto pensar que la información es mercancía y no un bien social de información fidedigna… se ofrecen posibilidades se selección no de elección, a los receptores cándidos, en lo que deliberadamente informan, siempre al servicio de fines financieros… y me pregunto: ¿qué se entiende por circulación libre y equilibrada de la información en democracia?… ¿democracia?… el ‘sueño democrático nos hizo creer que el poder era ejercido por individuos. La realidad nos ha mostrado que permanecemos bajo un sistema cuyo poder lo ejercen corporaciones mafiosas… ¿alguna duda?

Intentando delinear de que forma se manipula desde los medios, a los cuales hoy, los considero el primer poder, debe existir un monopolio de la comunicación, que favorezca en sus mensajes fraguados los intereses del poder corporacionista… luego devendrá en la ciudadanía sumisa y anestesiada, la aceptación de los valores que propone el emisor de la información falsa, de manera deliberada y sistemática.

En el proceso de manipulación se utilizan dos elementos determinantes que accionan de forma velada… me refiero a la seducción y la censura. La censura se ejerce a fin de permitir que la seducción alcance los fines que se propone. La seducción es el rostro aparentemente atractivo que inhibe se perciba algún rastro del accionar criminal de la censura… ambas están al servicio de quién origina la información falaz y mentirosa, el único beneficiario… el receptor, simplemente es un objeto de uso y descarte.

De este modo, este panorama plantea a los analistas e investigadores de la comunicación, la necesidad de aterrizar en el ámbito de la deontología el tema del tratamiento que los medios corporativos dan a los casos de justicia ilegítima, de cultura degradada y de políticas espectrales, a total servicio del poder, cada vez que el amarillismo y la manipulación de mentes ciudadanas temerosas, se asimilan al espectáculo ultramediático, que día a día presenta los gobiernos fascistas, de patina democrática , logrando de manera rotunda obtener un control social absoluto, mediante el miedo y el espanto…

Un orden monótono y totalizante, instaurado por una lógica indigente, a la mirada de la cual todo se iguala: un «Cambalache», título de la canción de Enrique Santos Discépolo… el término se utilizaba para referirse al popular negocio de la compra-venta, un espacio donde se acumulaban los más diversos objetos… la canción, de una actualidad que abruma, a pesar de haber sido escrita en la década del /20 del siglo XX, confiesa su amargura, por un mundo donde «es lo mismo ser derecho que traidor, porque a nadie le importa si naciste honrado»… y así:»… en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches/ se ha mezclado la vida/ y herida por un sable sin remache/ ves llorar la biblia junto a un calefón».

Cambalache, un poema-canción, que nos pinta un paisaje triste y miserable de la condición humana, un mundo de valores trastocados, donde asistimos al fenómeno de que los más bestiales, se han instalado en sitiales de honor, otrora asignados a los notables, talentosos, sensibles idealistas y visionarios de la vida.

Medios corporativos, enemigos de favorecer diálogos abiertos, donde la verdad surja del intercambio de ideas e ideales… enemigos de la inclusión concreta y real, en aras de construir condiciones de transformación social al servicio del individuo y su realización como ser íntegro y total… medios corporativistas que según la ocasión, minimizan o acrecientan la importancia de sucesos que jamás han tenido espacio, resaltan la superficialidad y la simulación, siempre en favor del poder, que se centra en su perpetuación a cualquier costo… los intereses personales y/o grupales, traducen su afán mercadológico en manoseo escatológico, incluso en publicitar una «apología de la violencia», lo apreciamos de manera preocupante en Argentina, donde el gobierno PRO blindado al límite, favorece ambientes inestables de vida en incertidumbre, incitando de manera inquisitoria, en nombre de ningún sentido, la cacería de los diferentes, de quienes poseen conocimiento del estado de las cosas y su espantoso devenir… los medios corporativistas, han sido quienes mejor han cumplido con la tarea de limpieza de toda posibilidad de modificar el «estado de las cosas», medios que venden noticias ‘basura’ sobre quienes se atreven a disentir con la normativa represora del gobierno… y los ciudadanos, asisten asustados y ajustados a su sojuzgamiento, a la eliminación de su condición de «ser»…

«Todo es relativo excepto la relatividad» o como resumía un jurista: «Antes para robar un banco, había que atracarlo, hoy basta con fundarlo». Antes para eliminar una revolución, había que disolverla, hoy basta con promocionarla. El gran tema de hoy, con la tecnología de vanguardia en acto de eliminar el relato de la historia, con las denominadas ‘redes sociales’, que acompañan logísticamente este carnaval fascista ‘a toda marcha, instalando «caos en el caos», asimiladas a un metarrelato violento y desestabilizador de conductas y personalidades… ‘redes sociales’, manipuladas e intervenidas por singulares expertos que establecen fórmulas apocalípticas para relativizar lo relativo vuelto absoluto, ejecutando un golpe constitutivo de discontinuidad a la luz de siglos que observan.

En este espantoso contexto, ‘las filosofía débiles’, ‘el proyecto dolce’, ‘el producto light’, ‘la vida soft’, ‘la pasión fitness’ o la geometría blanda, son meros síntomas, meros testimonios de la situación planteada ante esta ‘nueva realidad’, más que ensayos de solución personal para los vagabundos de este tercer milenio, enmascarado en el pliegue de un roñoso espectáculo, donde las «moscas de la diligencia» lo han degradado todo, al servicio de los cobardes, traidores, mitómanos e ignorantes y sus grupos de servicios, asimilados a prácticas criminales de esclavizar, humillar y anestesiar a una humanidad, que entre susurros y alaridos clama por «justicia, paz y verdad»: signos de un sentido perdido… bien todo ha finalizado, deberíamos interrogarnos que es lo que ha sucedido…. es el pueblo excluído y oprimido el que debe labrar su comunicación, la cual significará que realmente estamos en camino de crear la verdadera comunidad participativa, libre de parásitos que hoy gobiernan y asesinan la libertad de ser.