Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, consideró que «Boudou tendría que dar un paso al costado» porque -entiende- sería el paso lógico «si está así cuestionado y las pruebas van apareciendo».
«En algún momento tiene que haber dignidad de los funcionarios», reclamó Cortiñas, en referencia a la causa judicial en la que se investiga al vicepresidente de la Nación como responsable del delito de negociaciones incompatibles con la función pública por la compra de la empresa Ciccone Calcográfica.
El vicepresidente quedó más complicado luego de que la Justicia rechazara un pedido de sobreseimiento. Ahora quedó al borde de la declaración indagatoria y tras ese acto procesal de defensa, el juez de primera instancia deberá definir si finalmente procesa o no al funcionario.
Este fin de semana Boudou dijo que nunca pensó en tomarse una licencia. Sin embargo, algunas voces oficialistas comenzaron a tomar distancia de su estrategia. El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, admitió que no es bueno tener a un vicepresidente que sale todos los fines de semana en la tapa de los diarios.
En diálogo con Luis Novaresio en radio La Red, Cortiñas expresó que no teme a la reacción que puede tener el kirchnerismo tras sus declaraciones: «Los organismos de DDHH tenemos que ser independientes del Gobierno que sea». «Hay que valorar los logros, pero cuando vemos algo que no está bien podemos tener la libertad de marcarlo», completó.
SE QUEMA LAS MANOS EN UN INCENDIO SIN RETORNO
Capitanich dijo que el tema judicial de Boudou forma parte de «una agenda de instalación mediática». El jefe de Gabinete se refirió así a la situación judicial del vicepresidente de la Nación, y aseguró que «está permanentemente a disposición de la Justicia para responder su requisitoria».
El VICE SOSPECHOSO DE SIEMPRE
Al ser consultado al respecto, Amado Boudou dijo en el programa 6-7-8 que emite la Televisión Pública que la decisión presidencial «ha sido muy positiva para la Argentina, pero muy negativa para algunos que hacían uso y abuso del sistema de las AFJP».
«Cuando uno recuerda la profusa propaganda que tenían las AFJP en Clarín y La Nación está claro uno de los motivos de la bronca, el odio, la estigmatización hacia mi persona», enfatizó el dirigente.
En ese sentido, el vicepresidente recordó que fue una medida «que decidió la Presidenta a partir de una conversación que nosotros tuvimos, pero yo fui el brazo ejecutor de esa decisión política de la Presidenta con mucha convicción y mucha alegría».
«Hasta el año 2002 las AFJP cobraron por comisiones 1.200 millones de dólares por año», afirmó Boudou, quien agregó: «Hoy no hay más 1200 millones de dólares por año para que estas empresas usen para pautar, porque básicamente las AFJP tenían dos gastos operativos: salarios y propaganda».
