El consumo de productos «light» no lleva directamente al bajo peso.

Muchas personas que buscan bajar de peso creen que lo conseguirán tan solo con el consumo de productos «light», un “error generalizado» que puede llevar a sumar más calorías, informaron especialistas en nutrición.

«Comer y caminar light, hacer todo light, habla de decisiones light en todos los órdenes de la vida. Bajar de peso exige otro tipo de postura», dijo Máximo Ravenna, médico clínico, psicoterapeuta y especialista en desórdenes alimenticios.

El especialista alertó sobre el riesgo que implica confundir lo diet con lo light y subrayó que no son lo mismo: «Los productos dietéticos tienen una modificación en su composición, que no siempre significa una reducción calórica».

Como ejemplo mencionó los productos que se elaboran para los diabéticos, los celíacos o las personas con colesterol alto. “Un pan con harina de salvado en vez de trigo puede incluso engordar más que el pan común» debido a que la modificación no es en su valor calórico.

Otro error es elegir un producto light sin saber si vale la pena la reducción calórica que tiene.

En ese sentido, César Casávola, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, explicó a Télam que «un producto puede tener una reducción en grasas, por ejemplo, pero tener un nivel de sodio (mineral que se usa como conservante) muy alto, lo que aporta más calorías de las deseadas”.

Por ese motivo, «la desinformación puede llevar a cometer errores e incluso empeorar el cuadro de sobrepeso u obesidad».

Casávola explicó que «los alimentos, pueden estar reducidos en alguno de los macronutrientes: grasas, proteínas e hidratos. Lo que no significa que el valor total energético sea menor».

«Cuando no se tiene la información, que se logra accediendo a datos de buena calidad, es posible que se cometan errores», señaló Casávola, a cargo del servicio de Nutrición del Hospital Alemán.

Para el especialista, «la elaboración de estos productos debe ajustarse al código alimentario y a los controles a cargo de la ANMAT.

«Hay gordos light que comen light, tener la heladera repleta de esos productos, no garantiza nada»

El valor calórico de los alimentos también depende del nivel de absorción, de cómo se comporta ese alimento en el cuerpo, lo que también influye en el sobrepeso.

«No es lo mismo ingerir un bife de 200 gramos (250 calorías) que tomar una botella de 600 cm. cúbicos de bebida azucarada que contiene 240 calorías”, graficó, porque “la diferencia es mucho más que -10, ya que la carne se absorbe mucho más lentamente en el organismo que la gaseosa, lo que implica que esa energía no se va a almacenar de igual forma. Habrá más calorías depositadas en el caso de la bebida”.

En verano, la preocupación por adelgazar aumenta. Por eso los nutricionistas sugieren acudir a la consulta médica para contar con información certera acerca de los alimentos a seleccionar para la dieta diaria.

Para Ravenna, «hay gordos light que comen light. Tener la heladera repleta de estos productos no garantiza nada. Lo único que garantiza es una vida light en todo sentido y lo que hace falta es tomar decisiones de peso».

Para tener un idea, un adulto que trabaja en una oficina debe ingerir un promedio de 30 calorías por kilo por día; lo mismo que una ama de casa que no hace tareas pesadas; en tanto, un obrero que trabaja en la construcción, por ejemplo, con demanda de esfuerzo físico, debe ingerir 35.

Entonces, el pilar para bajar de peso es un plan de alimentación adecuado que incluya todos los grupos de alimentos, con especial interés en frutas y verduras.

Es que los vegetales y las frutas son hipocalóricos, poseen alto poder de saciedad y son una de las fuentes principales de vitaminas, minerales y fibra, que ayudan a toda dieta que además, debe complementarse con actividad física, como caminar, correr, trotar, nadar, bailar o andar en bicicleta entre 30 y 60 minutos por día, seis a siete días por semana.