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Origen de Palermo: la palabra Palermo es derivada del griego Panormus y que literalmente significa «todo puerto».

Origen de Palermo

Origen de Palermo
Por supuesto que existen diferentes versiones sobre el origen del nombre de nuestro barrio. Algunos dicen que se debe a que existía en nuestras calles una especie de oratorio de veneración a San Benito de Palermo.

Otros señalan que la dueña de las primeras tierras de este barrio le había puesto Palermo a un arroyo que las surcaba y que evocaban sus viajes por Sicilia.




De cualquier forma, sea de manera indirecta o directa, todos los dedos apuntan a la capital de esa isla italiana que hoy tiene unos setecientos mil habitantes. Lo que no muchos saben es que la palabra Palermo es derivada del griego Panormus y que literalmente significa «todo puerto».

Probablemente haya sido fundada por los fenicios, es cierto, pero su verdadero esplendor fue bajo dominación griega. A partir de allí esta hermosa capital padeció alzas y bajas bajo la dominación romana y luego la musulmana. Los árabes la transformaron en un epicentro del Mediterráneo. Pero en el año 1072 fue conquistada por los normandos.

Dos siglos más tarde el Emperador Federico II de Suabia, más conocido como Barbarroja, la convirtió en un centro cultural. Y así Palermo fue sufriendo diversos procesos como la dominación española, la austriaca, hasta que recién hacia 1860, por iniciativa de Garibaldi, fue anexada al Reino de Italia. Si, no es casualidad que la estatua de este prócer republicano, luzca orgullosa en el que quizás sea el epicentro de nuestro barrio de Palermo: la Plaza Italia.

Muchos monumentos históricos tiene la capital siciliana. Su majestuosa catedral, construida por iniciativa del Arzobispo Gualtiero Offamilio. Y la Iglesia de San Giovanni degli Eremiti, que aún muestra un típico estilo normando.

El Palazzo Reale, también de estilo normando, alberga hoy el funcionamiento del parlamento. Sin dejar de mencionar el Teatro Máximo, uno de los más encumbrados de Europa. Muchos hombres de letras mencionaron a Palermo entre sus trabajos entre ellos ni más ni menos que Dante, Tetrarca, D´Annunzio y Goethe, que la describió como «tierra indudablemente bella».

Haciendo honor a Goethe, entonces, nuestro barrio de Palermo, debe conservar esa misma belleza. Tratemos de mantenerlo limpio y ordenado. Y exijamos a las autoridades electas que colaboren en esta tarea.

Palermo Italia

Historias de árabes y normandos, esplendor barroco y art nouveau.

La capital de Sicilia encierra en sus calles aventuras milenarias. Sus palacios ocultan magníficos mosaicos; sus mercados, los mejores aromas mediterráneos: déjate atrapar por su decadentismo lleno de nostalgia y por la alegría de vivir de sus gentes.

Cualquier época del año es buena para escaparse a Palermo, aunque la primavera y el otoño son las estaciones ideales. No necesito pedir a Luca el parte meteorológico de su tierra; recuerdo a la perfección su llegada a Milán para estudiar Ciencias Políticas y de cómo le tuve que acompañar a adquirir un abrigo, prenda desconocida en el sur de Italia.

Meto en la maleta prendas frescas y calzado cómodo para patearme la ciudad y un jersey de algodón para las noches. La emoción me embarga, aún a pesar de no haber vuelo directo. Hago escala en Roma y un avión de Alitalia me traslada en 60 minutos a Palermo. Ya me avisó, la llegada sería espectacular y así fue.

El avión parecía que, por un instante, aterrizaría en el mar. El aeropuerto, se llama Falcone Borsellino, es muy pequeño y debe su nombre a dos jueces asesinados por la mafia en 1992. A Luca no le gusta oír hablar de la mafia: le pone de los nervios.

Fundada por los fenicios en la fertil Conca d’Ora, Palermo está rodeada de un mar que resplandece tanto como los maravillosos ejemplos de arte árabe y normando que convierten a esta ciudad en uno de los centros históricos, artísticos y culturales más interesantes del sur de Italia

FUENTE
https://palermonline.com.ar/noticias_2007/nota232_palermo.htm

Fuente: Ernesto Magneto especial para palermonline
Fecha: 2 de julio 2007