A simple vista, se trata de aparatos electrónicos adosados a una camilla, nada que parezca extraño a un consultorio kinesiológico. Pero la TCMM está cambiando el concepto de los tratamientos fisiátricos, acercándolos cada vez más a la biomedicina y a la biología celular, con efectos que se pueden verificar mediante análisis de laboratorio.
La terapia de campos magnéticos en microgauss (TCMM) es un invento argentino-patentado en 2001, e incluso en Estados Unidos en 2002,con múltiples aplicaciones.
Estas abarcan las lesiones y patologías óseas, articulares, tendinosas y musculares, campo de la traumatología y la ortopedia, así como afecciones no traumáticas; artritis, artrosis, trastornos del colágeno, neuritis, etc. También se tratan afecciones de piel, asma, úlceras varicosas, hipertrofia prostática y muchas enfermedades más.
Sin embargo, una indicación se destaca y es la de osteoporosis. En el enfoque de esta afección se pone el acento en que una terapia física, la TCMM, puede provocar cambios químicos, generando más masa ósea.
Los tratamientos kinesiológicos habituales (como la onda corta) disminuyen la masa ósea, son descalcificantes, no están indicados en osteoporosis, ya que pueden aumentar la incidencia de microfracturas. Pero la TCMM no causa pérdida de calcio, sino que aumenta la absorción donde esto es necesario; y mejora la estructura que aloja el calcio, formada por colágeno tipo 1.
La TCMM remodela el hueso y esto se verificó mediante análisis de laboratorio y densitometrías en un estudio comparativo hecho por el Dr. en kinesiología Abel Lemiña, para su tesis, sobre mujeres postmenopáusicas durante un año.
Se trató a 15 mujeres con la terapia de campos magnéticos, y a otras 15 se les dieron medidas higiénico-dietéticas.
“Estas últimas en su mayoría perdieron masa ósea. En cambio, en el 80% de las pacientes tratadas con 2 aplicaciones semanales de 30 minutos de TCMM se verificó un aumento de masa ósea, según densitometrías de cabeza de fémur. Y además, los marcadores de formación (osteocalcina) y resorción (c-telopéptidos) nivelaron sus valores acercándose a la normalidad” , explica el Dr. Esteban Busto, de KMI, donde se realizan tratamientos de TCMM. «Esto significa que se produce hueso casi tanto como se pierde, se llega a un equilibrio sin los desniveles propios de la edad avanzada.”
La causa de esta fijación del calcio estaría en el efecto que la TCMM tiene en el tejido de sostén, que es el colágeno tipo 1 (presente en el hueso y en la piel) mejorando su síntesis y generando un tejido más estable. La TCMM propicia un mayor aporte de oxígeno y de hierro a los tejidos corporales.
Más ventajas de la TCMM en el tratamiento de la osteoporosis
La TCMM puede usarse en pacientes que están medicados con calcio u otros fármacos sin que se anule su efecto ni se produzcan efectos adversos, sino que por el contrario, se suma efectividad.
El efecto analgésico de la TCMM es reconocido y alivia cualquier dolor existente.
Con la TCMM se acelera la remodelación del hueso con recursos genuinos.
La TCMM puede utilizarse en pacientes que tienen prótesis metálicas, a diferencia de la magnetoterapia convencional.
Efectos de esta novedosa terapia en otras afecciones
La TCMM produce en el organismo una variedad de efectos benéficos, que se van potenciando unos con otros.
Se revitaliza profundamente el tejido conectivo, lo que se hace especialmente evidente en la aceleración de los tiempos y calidad de cicatrización de heridas: esta terapia es eficaz en úlceras varicosas, lesiones de piel de origen traumático y quemaduras profundas.
Inhibe además la producción de radicales libres y en el caso de la osteoporosis, optimiza las condiciones para que los osteoblastos, células generadoras de hueso, trabajen nuevamente a plena capacidad.
Y por último una perspectiva muy esperanzadora es que se ha verificado el restablecimiento de la conducción del tejido nervioso, posiblemente por regeneración de mielina.
Un punto clave que diferencia a la TCMM de otras terapias magnéticas anteriores es que estas utilizan una densidad magnética mayor a 1: 10, 100, 1000 gauss. En La TCMM, en cambio, se utilizan campos electromagnéticos menores de 1 (micro y nano gauss), similares a los de la célula humana, lo que es menos agresivo y logra efectos más profundos. Y además, a diferencia de la magnetoterapia convencional, la TCMM es una tecnología que puede usarse en pacientes con prótesis metálicas o marcapasos.
Las sesiones se realizan en gabinete, con el paciente cómodamente acostado. Duran alrededor de una hora. No causan molestias ni dolores, solo se siente una gran relajación.
Asesoramiento: Dr. Esteban Busto (MN 90452) de KMI (Kinesiología y Medicina Integrativa), Güemes 4070 PB A, CABA, tel. 011- 4832 – 2744.
