Pablo Bergel de Verde Alameda: «Perdimos!… Perdimos!… Perdimos otra vez…»

Con esta ironía sintetizó el diputado Pablo Bergel (Verde Alameda) el resultado de la sesión de hoy en la Legislatura Porteña.

«Primero perdimos, junto a los ciudadanos, la posibilidad de hacer efectivo el ejercicio de la Tribuna Popular, derecho reconocido en los artículos 76 y 77 del reglamento interno de la Legislatura». Nora Morales de Cortiñas, José Schulman, María Eva Bernat y Mauricio Hernán García se habían anotado previamente, y en forma reglamentaria, para hacer uso de la palabra en la sesión de hoy.El artículo 76 del reglamento interno, titulado Tribuna Popular, se dispone que «…La tribuna popular permite efectuar planteos en sesión plenaria, sobre temas de especial interés para la ciudad, por parte de organizaciones no gubernamentales y personas que resulten autorizadas…»

La tribuna popular es uno de los caminos que la Legislatura de la Ciudad dispuso para cumplir y operacionalizar el mandato del artículo 1 de la Constitución de la Ciudad, que ordena que ésta debe organizar sus instituciones como Democracia Participativa. La Constitución establece la democracia participativa y la tribuna popular es una de las herramientas previstas para ejercitar este derecho. La Legislatura no puede negar el ejercicio de este derecho empleando como excusa una falta de reglamentación, ya que el artículo 10 de la Constitución de la Ciudad establece que «…Los derechos y garantías no pueden ser negados ni limitados por la omisión o insuficiencia de su reglamentación y ésta no puede cercenarlos». «La Legislatura se encuentra en mora desde hace 15 años, pero esta falta no puede argumentarse para negar el ejercicio de la Tribuna Popular», sostuvo Bergel quien a continuación solicitó que sin más trámite se diera el uso de la palabra a los ciudadanos que solicitaron por escrito el ejercicio de este derecho.

La presidencia del cuerpo sometió a votación del cuerpo lo que tomó como una moción del diputado Bergel, a pesar de las señas impotentes que este realizaba para explicar que los derechos y garantías ya establecidos en la Constitución son de cumplimiento obligatorio y no pueden ser sometidos a votación. «No nos hicieron caso, perdimos la votación aún con un número de votos considerable, pero perdimos», concluyó Bergel. La sesión se había puesto 0 a 1.

«El segundo gol nos lo hicieron al imponer, mediante un pacto PRO-K, la disolución del Instituto Espacio para la Memoria (IEM)», siguió relatando Bergel este encuentro cargado de asperezas. El IEM fue creado por la Legislatura, mediante Ley N° 961, en el año 2002 y fue, hasta hoy, la institución más importante en materia de políticas públicas de derechos humanos en la Ciudad de Buenos Aires. En este instituto confluían distintos organismos de DDHH, representantes del Estado local y personalidades destacadas como el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, entre otros. se trataba de un organismo autónomo y autártico, lo cual garantizaba la independencia de la política de DDHH respecto de los partidos políticos y los gobiernos de turno. Mantener esta autonomía era un objetivo supremo en defensa de la memoria y de todas y todos los luchadores pasados, presentes y futuros de los DDHH. Pero tanto el gobierno nacional como el gobierno del PRO ejecutaron de común acuerdo su desaparición impulsados por la consigna tácita «si no lo puedo controlar, lo destruyo» y como ninguno podía controlar al IEM, los dos optaron por desaparecerlo.

«Con este acuerdo vergonzoso, el gobierno nacional empieza a rebobinar la película virtuosa que comenzó a construir Néstor Kirchner en 2003. Por este camino quizás debamos devolver la ESMA a la Marina y volver a colgar el cuadro de Videla en el Colegio Militar», comentó agriamente Bergel. La sesión se puso 0-2.

Finalmente, el tercer gol en contra, custodiado por barrasbravas que intimidaban a los vecinos que expresaban pacificamente su opinión mediante carteles, lo constituyó la aprobación mediante el Pacto PRO-FAUNEN de la autorización a colocar bares en espacios verdes públicos (parques). «No queremos Starbucks, Mc Café ni Mc Macris que privatizen los escasos metros verdes por habitante que tiene la ciudad. Queremos multiplicar los espacios verdes y que estos sean gestionados con participación decisiva de las comunas y los vecinos», explicó Bergel.

Final perdidoso de este partido, pero los movimientos sociales y vecinales seguirán resistiendo.

Continuará..