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Persiste alerta roja por calor para ciudad de Buenos Aires y parte del territorio bonaerense

Persiste alerta roja por calor para ciudad de Buenos Aires y parte del territorio bonaerense

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantenía esta mañana la alerta de nivel rojo para la ciudad de Buenos Aires y parte del territorio bonaerense por temperaturas extremas, con picos de 36 y 37 grados en algunas localidades, mientras se espera otro fin de semana sofocante.

También rigen alertas naranjas y amarillas por temperaturas de menor intensidad para once provincias, mayormente del centro del país y la región del Litoral.

Por la intensidad del calor, el SMN mantiene bajo alerta roja a la ciudad de Buenos Aires, gran parte del Área Metropolitana y localidades bonaerenses como La Plata, Esteban Echeverría, La Matanza, Merlo, Almirante Brown, Berazategui, Avellaneda, Florencio Varela, Brandsen, Cañuelas y San Vicente, entre otras, donde se esperan temperaturas máximas entre 36 y 37 grados.

El nivel rojo es el alerta máximo dispuesto por el organismo meteorológico e indica que las temperaturas tienen un «efecto alto a extremo en la salud» y pueden ser «muy peligrosas y afectar a todas las personas, incluso a las saludables», por lo que se recomienda aumentar el consumo de agua y no exponerse al sol en exceso, sobre todo en horas centrales (entre las 10 y las 16).

A su vez, el organismo nacional emitió un alerta naranja para localidades del norte de la provincia de la provincia de Buenos Aires como Las Heras, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz, San Andrés de Giles, Escobar, San Fernando, Tigre, Vicente López, San Isidro, así como General San Martin, Hurlingam, Ituzaingó, José C. Paz, Morón, Moreno, entre otras, con temperaturas máximas que oscilarán entre 36 y 38 grados.

La misma alerta se prevé para gran parte de la provincia de Entre Ríos en Gualeguaychú, Ibicuy, Diamante, La Paz y Nogoyá, y la provincia de Corrientes (en Concepciòn, Curuzú Cuatiá, General Alvear, Paso de los Libres, Santo Tomé), con iguales térmicas.

Para el resto de la provincia de Buenos Aires; norte y sur de Entre Ríos, oeste de Corrientes, Santa Fe, Córdoba, sureste de Santiago del Estero, valles y zona montañosa de Catamarca, Tucumán, sudeste de Santiago del Estero, norte y sur de San Luis, norte de La Pampa y noreste de Chubut rige alerta amarilla por temperaturas que oscilarán entre los 34 y 38 grados.

En el caso del nivel naranja, el SMN advierte un efecto moderado a alto en la salud e indica que las temperaturas pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo; mientras que en el nivel amarillo el efecto es leve a moderado y los más afectados pueden ser niños y niñas, y personas mayores de 65 años, con enfermedades crónicas.

AGUA

Frente a la extrema ola de calor, AYSA recomienda un uso responsable del agua potable

La empresa estatal Aguas y Saneamientos (AYSA) recordó hoy nuevamente la i importancia la importancia de hacer un uso racional del agua potable, debido a las altas temperaturas de los últimos días y la escasez de lluvias en gran parte del país que pueden afectar la disponibilidad del vital elemento.

En la actualidad, AySA potabiliza más de 250 litros de agua por día por persona, y ante el gran consumo y las altas temperaturas, pidió a la población hacer un uso responsable y solidario para que el agua pueda llegar a cada hogar.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se necesitan entre 50 y 100 litros de agua por persona por día para cubrir las necesidades básicas de higiene, tareas domésticas y cuidado de la salud. En sus plantas y establecimientos, AySA produce más de 6 millones de m3 de agua por día, tres veces más per cápita, de lo estimado por la OMS.

«Sin limitar el consumo básico y necesario para la alimentación y la higiene personal, pero prestando atención a ciertas situaciones cotidianas en las que se desperdician grandes cantidades, podemos reducir el derroche de agua. Mientras se extienda la ola de calor, AySA recomienda priorizar los usos esenciales y de higiene, evitando actividades que puedan postergarse», señaló la empresa en un comunicado.

Entre los consejos brindados por AYSA se destacan:

• No utilizar el agua potable en actividades que pueden postergarse.

• Si lavás el auto o la vereda, hacelo con un balde.

• Regá por la tarde o muy temprano, cuando la temperatura baja, para que el agua no se evapore.

• No dejes correr el agua innecesariamente al lavar los platos, manos o dientes

• Bañate rápido y cerrá la canilla al enjabonarte.

• Cuidá más el agua cuando hay cortes de luz.

• Recomendaciones para piletas:

– Cuidá el agua con productos químicos adecuados para piscinas para mantener el agua limpia.

– Evitá renovar el agua de forma innecesaria

– Lavá tus pies y mantené la higiene personal antes de ingresar a la pileta

– Retirar la basura de la superficie y mantenela tapada para evitar que se ensucie

Ante cualquier duda AySA recuerda a los vecinos y vecinas que podrán comunicarse al 0800-321-AGUA (2482) durante las 24 horas, What’sApp: 11-5984-5794 o en los canales oficiales de Instagram: @aysa.oficial, Twitter: @aysa_oficial, Facebook: AySA.Argentina, Telegram: @AySA_Oficial_bot o por el chat-bot en el sitio web http://www.aysa.com.ar de 6 a 24hs.

CAMBIO CLIMATICO

Especialistas advierten que las olas de calor llegaron hasta cudruplicarse en los últimos años

 Los efectos del cambio climático en la Argentina exacerban extremos climatológicos como las olas de calor, las cuales se «duplicaron o cuadruplicaron con respecto a la cantidad que hemos tenido en años anteriores», ya que son «cada vez más recurrentes, intensas y afectan a más personas», señalaron especialistas a raíz del pico histórico de calor que en febrero batió récords de 60 años en el país.

La última ola de calor que afectó a casi la totalidad del país entre el 2 y el 14 de febrero dejó récords de temperaturas en 27 aglomerados urbanos, entre las cuales la ciudad de Buenos Aires registró el evento de máximas agobiantes más largo durante ocho días con 38,1º, según indicó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

En diálogo con Télam, la meteoróloga, docente e investigadora del Conicet, Matilde Rusticucci, explicó que «el cambio climático exacerba los extremos climáticos, que se producen más frecuentemente».

«En este verano en particular, venimos de una sequía importante que tuvo que ver con el fenómeno climático de La Niña, junto con la cantidad de días de olas de calor, que se duplicaron o incluso se cuadruplicaron en el norte del país», señaló la especialista.

En concordancia, Cindy Fernández, comunicadora meteoróloga del SMN, sostuvo que «este verano se está comportando de manera extremadamente cálida en Argentina, algo que no es novedad porque las temperaturas van en aumento».

Esto llevó a que las horas de calor sean «muy recurrentes», ya que en el país «desde finales de la primavera hasta ahora llevamos ocho olas de calor, que casi duplica la cantidad que hemos tenido en otros años muy cálidos», precisó.

Los efectos del cambio climático, entre los que se encuentra el aumento de las temperaturas a nivel global, «provocan que las olas de calor sean cada vez más frecuentes, recurrentes e intensas, con temperaturas más altas».

Además, estas olas de calor afectan a «zonas cada vez más amplias, y a mayor población, porque los fenómenos son más amplios», indistintamente de fenómenos climáticos como La Niña.

En ese sentido, «lo que ocurre es que en los años ‘Niña’, como el que llevamos en Argentina por tercer año consecutivo, no está tan relacionado con las temperaturas sino que lo que hace es modificar los patrones de lluvia».

De manera sencilla, explicó Fernández, «llueve menos, entonces si combinamos estos dos factores, falta de lluvias y temperaturas más altas, los efectos negativos se potencian».

En tanto, la especialista se refirió al estudio publicado por la World Weather Attribution (WWA) el 21 de diciembre pasado, que demostró que la ola de calor «con las magnitudes que tuvimos en el comienzo de la primavera, denominada ola de calor temprana, fue un 60% más probable debido al cambio climático y fue un grado y medio más alta de lo que tendría que haber sido sin cambio climático».

Por otra parte, el estudio que mencionó Fernández «no pudo determinar si el cambio climático tuvo que ver con la sequía, de hecho está dentro de los parámetros, es congruente con un episodio de La Niña como el que estamos viviendo. Lo que sí determinó es que estas sucesivas olas de calor dejaron un escenario que agrava aún más las consecuencia de la sequía».

Luego de las altas temperaturas y en relación a la ola de frío que afectó el viernes pasado a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a las provincias de Buenos Aires, Santa Cruz, Río Negro y Chubut, con registros térmicos menores a 15 grados, «el enfriamiento fue debido específicamente una situación sinóptica de uno o dos días que estableció un ciclón, o sea una formación particular en el aire que circula muy fuerte», explicó Rusticucci.

«Este ciclón fue causado en el Océano Atlántico e hizo que el aire frío entrara desde el sur muy cómodamente, lo que hizo bajar la temperatura», añadió.

Por su parte, Fernández sostuvo que «no se le puede atribuir por el momento las olas de frío intenso al cambio climático, que también las genera, puede ser un episodio normal en la variabilidad climática de Argentina, siempre que sea un caso aislado».

Sin embargo, la especialista aclaró que «si empieza a ser cada menos cantidad de años, ahí sí deberíamos empezar a ver la influencia del cambio climático en estos episodios. Años atrás han habido otras irrupciones que tienen un cierto tiempo de recurrencia, dependiendo del fenómeno y de un montón de cosas».

Y remarcó que «lo que hace el cambio climático es que la recurrencia se modifique y ahí es donde tenemos que ver cómo es el impacto».

Entre los impactos directos derivados en la salud de las personas debido a las altas temperaturas, Rusticucci enumeró la «mortalidad, ataques al corazón, estrés post calor, deshidratación, y por supuesto la propagación de enfermedades infecciosas, como el dengue, que no existía en nuestras latitudes y ahora es algo para lo que tenemos que estar preparados».