Pese a la lluvia, una multitud participó de la misa central frente a la Basílica de Luján

Una multitud de peregrinos participó bajo la lluvia de la misa central, que con el lema «Madre, enséñanos a trabajar por la justicia», ofició el cardenal Jorge Bergoglio, frente a la Basílica.
Miles de jóvenes y adultos que habían participado de la «38va. Peregrinación Juvenil a Pie a Luján, iniciada ayer desde Liniers, fueron llegando y ocupando desde temprano la plaza central junto a la Basílica, frente a donde fue emplazada la imagen cabecera de la Virgen de Luján.
«Hace once años que venimos a Lujan con mi señora, y aunque el tiempo no es bueno y por momentos llueve, pudimos llegar bien, conocer gente y estar junto a la Virgen una vez más», dijo Jorge, minutos antes del comienzo del oficio religioso.
Estela, por su parte, relató que «cuando veníamos, apenas doblamos y vimos la punta de la Basílica allá arriba, las lágrimas me empezaron a caer y ni hablar cuando ya estuvimos aquí en la misma avenida».
En tanto, Kevin, el más joven de uno de los grupos que aguardaba la misa central afirmó: «este es un momento muy fuerte, siento mucha emoción porque durante el camino nos tocó calor, lluvia, frío, algún dolor, y ahora todo está bien, es una emoción muy grande estar frente a la imagen de la Virgen».
Pasadas las siete y en momentos en que la lluvia se detuvo, aunque permanecía un cielo plomizo y una intensa humedad, el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, dio comienzo a la misa de la Peregrinación.
«Hoy a nuestra madre le venimos a hacer un pedido, que nos enseñe a trabajar por la justicia y ¿saben ustedes a quien se le ocurrió hacer este pedido?…. a ustedes mismos, sí, porque en las oraciones que escriben cuando visitan Luján va apareciendo esta oración que hoy es el lema Madre enséñanos a trabajar por la justicia», dijo Bergoglio.
«Es un lema que late en el corazón de los peregrinos de la Virgen y se ha hecho oración. Los peregrinos que somos los hijos de esta querida patria nuestra», agregó.
El arzobispo le pidió a la Virgen «que aprendamos todos a trabajar por la justicia y para ésto que siempre tengamos el corazón abierto», y remarcó «que a nadie le falte esta actitud del corazón, para tener que aprender cada día a ser mas justos en la vida».
«Que se nos enseñe donde habrá que poner una mirada más abierta y disponible, menos egoísta o interesada y que se nos enseñe a que no hagamos la nuestra, que no se diga de cada uno de nosotros `este hace la suya`, sino hacer una gran mirada que nos haga hermanos, que nos preocupemos siempre por los demás», concluyó.