Fueron todos condenados, pero aún están en libertad. Así podría resumirse el final de un juicio que duró cinco meses contra seis suboficiales de la Policía Federal y un agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que ayer recibieron penas de entre siete y 16 años de prisión tras ser hallados culpables de haber abusado sexualmente de dos hermanas en situación de calle entre 2009 y 2011. Ahora comienza una etapa de apelaciones en la que se definirá su arresto y que se iniciará cuando se conozcan los fundamentos del fallo, el 30 de mayo.
Poco después de la diez de la mañana de ayer, los siete acusados (dos de ellos son hermanos) se sentaron en la sala de audiencias ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 17, que les notificó el derecho a decir sus últimas palabras antes del fallo. Ninguno quiso hablar.
Las víctimas, dos hermanas que al momento de los hechos tenían 13 y 14 años, no participaron de la audiencia. Luego de una pausa de un par de horas, la sala de juicio volvió a tomar temperatura, esta vez custodiada por varios policías. El presagio era que la lectura del fallo podía terminar en incidentes. No pasó nada. Los siete acusados, todos vestidos de negro, volvieron a ocupar las mismas sillas. En la mesa de enfrente se ubicó el fiscal Fernando Fiszer, que en su alegato pidió penas de hasta 17 años. Los abogados de las querellas, Gerardo Etcheverry y Sabrina Dentone, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico de la Defensoría General de la Nación (DGN), habían reclamado hasta 23 años.
Los jueces absolvieron de una de las acusaciones al policía Miguel Angel Campero, pero lo condenaron a siete años de prisión por abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con promoción de corrupción de menores por una de las víctimas. El cabo primero Héctor Diego Palavicino recibió 16 años por los mismos delitos, agravados por pertenecer a una fuerza de seguridad y por haberlos cometidos mediante intimidación contra ambas hermanas. La lectura prosiguió con una pena similar para el sargento Sebastián Borfitz, otra de 14 años para Gustavo Salinas, 12 para Jorge Matías Acevedo, 12 años y seis meses para su hermano, Mauricio Acevedo, ayudante del SPF; y 10 para Héctor Daniel Martínez, por uno de los casos.
La investigación precisó que las nenas, que vivían en situación de calle, eran llevadas a dependencias policiales –como la sede de la Policía Montada, en Palermo– donde eran abusadas y prostituidas.
Fuente la amiga: online-911.com/
