Problemas alimentarios en infantes.

Por la Dra Mabel Bello, asesora médica de la Asociación de Lucha Contra la Bulimia y la Anorexia (www.aluba.org.ar).

Se sabe que los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia ya no son un problema solo de adolescentes y adultos jóvenes, sino que también están afectando a la población infantil. Y cada vez hay más consultas pediátricas referidas a problemas en la alimentación, especialmente en relación a chicos de entre 3 y 9 años. Así es como vemos casos de nenes y nenas en 1er grado (de sólo 6 años), que dicen “no quiero tener panza”, y está claro que repiten algo que perciben del mundo de los adultos, de una sociedad obsesionada con las calorias y con la comida.

Aunque no hay cifras precisas sobre este tipo de trastornos en niños, los especialistas sabemos que el número de casos aumenta a nivel mundial, y que cada vez aparecen a una edad más temprana. Esto puede deberse a muchos motivos, entre ellos la enorme influencia que tienen los medios de comunicación y el entorno social.
Por ejemplo, según estadísticas de la Renfrew Center Foundation, Filadelfia, EUU, el 50 % de las niñas entre 11 y 13 años se ven a si mismas excedidas de peso y el 69 % de las niñas entre 5º y 12º grado (según el sistema escolar de ese país, tienen aproximadamente entre 9 y 16 años) indicaron que las fotos que ven en las revistas las influyen en la idea del cuerpo perfecto. Además, el 90 % de las niñas americanas de entre 3 y 11 años tienen una muñeca Barbie, que presenta una figura imposible de replicar en la vida real.

En las nuevas generaciones este tipo de patologías puede combatirse desde la prevención, ayudando a los niños a establecer una relación sana con la comida, y acompañándolos en el crecimiento y en la aceptación de su propio cuerpo.

Es cierto que en la escuela se les enseña la pirámide alimenticia y cuál es la comida saludable, pero no vemos que ese conocimiento ayude a la prevención de la patología. Sin embargo, hay otras cosas que los maestros pueden hacer para contribuir al tema, como por ejemplo acercarse a los chicos que está aislados, evitar las situaciones de acoso (el tan mencionado “bulling”), enseñarles a defender la identidad e imagen corporal de cada uno (el derecho de ser como cada uno es), y poner límites que los ayuden a ordenar su vida.

Hay algunas recomendaciones que los adultos pueden poner en práctica desde el hogar :

– Lo ideal es comer todos juntos, sentados a la mesa (no frente a la TV o en la habitación de cada uno).
– No mostrarse obsesionados por la comida light o baja en calorías, no celebrar a alguien porque “está re-flaca”.
– Ofrecerles alimentos variados y nutritivos, con diferentes preparaciones que los ayuden a aceptarlos.
– Tratar de comer en horarios regulares.
– Si les negamos en forma terminante la ingesta de golosinas o comida “chatarra” podemos sin querer estimular un efecto inverso (que coma a escondidas, y dandose un atracón).Lo conveniente es regular su consumo, de modo que se den el gusto de vez en cuando, y en porciones razonables.

De esta manera, podemos ayudar a transmitir a los chicos una imagen corporal saludable, mostrándoles hábitos sanos de comida día a día y en casa.