Julian Assange hablará desde el balcón de la Embajada de Ecuador en Londres, al cumplirse seis meses desde que solicitó asilo político en esa sede diplomática.
“Assange dará una declaración de Navidad. Traigan velas y mucho aliento”, señala la convocatoria que se realizó desde la cuenta de Twitter de Wikileaks para hoy a las 19 horas del Reino Unido (16 de Argentina).
Será el segundo discurso que brinde el periodista australiano desde que está encerrado en el edificio ubicado en la zona de Knightsbridge, muy cerca del centro de la capital inglesa.
La primera vez que el ex hacker salió al balcón de la embajada fue el 19 de agosto, cuando le pidió al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que “haga lo correcto y renuncie a su caza de brujas contra Wikileaks”.
Su discurso fue días después de que el gobierno de Rafael Correa le otorgara el asilo político, bajo el argumento que una extradición a Suecia, donde es buscado por delitos sexuales, derivaría en un traslado a Estados Unidos y allí podría recibir la pena de muerte por la difusión de documentos clasificados.
De acuerdo a lo informado por Ecuador, hay “serios indicios de represalias que puede poner en riesgo la seguridad, integridad, e incluso la vida” de Assange.
Sin embargo, el canciller británico, William Hague, le denegó el salvoconducto bajo el argumento que su país “tiene la obligación” de extraditarlo y desde entonces el australiano está encerrado en la embajada a la espera de alguna solución diplomática o judicial.
Si bien el contenido de la declaración que dará hoy es un misterio, se especula que insistirá en pedirle a Estados Unidos, al Reino Unido y a Suecia que abandonen lo que el periodista considera una “persecución política”.
Además, se espera que solicite la liberación de Bradley Manning, el soldado estadounidense que desde hace casi tres años espera el inicio del juicio militar donde se lo acusa de filtrar información para Wikileaks.
También podrá hacer referencia a los planes para ser candidato al Senado australiano en las elecciones del año próximo y a los rumores, desmentidos por Ecuador, sobre el padecimiento de una enfermedad crónica pulmonar.
