«Relato de la Hipermodernidad» Eduardo Sanguinetti, filósofo, poeta y performer.

Uno tiene visibilidad ante el mundo, en la Hipermodernidad si accede a los medios domésticos de dominación y nuestra palabra, que intenta, sin condicionamiento alguno, tal mi caso, decir bien lo que desea expresar, obtener el espacio en estos medios, logrando llegar a espectadores y oyentes, es un derecho inalienable y humano, «dicen que dicen», asimilado enfáticamente en estética carnal, en un novedoso panorama saturado de signos y nuevas relaciones, liberadas de cadenas teóricas y estéticas… de no ser así, nos convertimos en marginados, excluidos, en ser simplemente espectros silenciados por el poder omnímodo de estos medios corporacionistas adheridos a lanzar «fake news», con la clara misión de desvirtuar la verdad de lo que acontece en la vida de las comunidades, degradando la comunicación en las democracias plutocráticas que cayeron como una red sobre la humanidad amancebada y obediente.

Una humanidad que se moviliza afanosamente tras el espejismo de una felicidad proyectada en pantalla de TV, dispuesta a probarlo todo, incluso llegando a hipotecar sus vidas en el intento de pertenecer a ese olimpo de los nuevos dioses que rigen el ser y estar en este presente… seres que a “sangre y fuego” siguen las tendencias necróticas, prostibularias e impiadosas ultraneoliberales, bajo la sombra del pensamiento marxista modelo tercer milenio, que devienen en esclavitud, histeria, fanatismo, psicopatías varias y, sobre todo, socavan la dignidad de vivir en armonía y paz, en pleno uso de nuestros placeres, disputando con él en el terreno de lo económico, de lo político y sobre todo lo cultural, eliminado como espacio de libertad, reducido a la copia de ciertos esquemas heredados y sacralizados… esta denominada cultura no tiene nada que ver con la acción comunicadora del pueblo, quién da sentido a las tradiciones culturales hace siglos… comunicación y cultura son formas de expresar lo mismo, sin obviar los efectos de las nuevas tecnologías y el impacto de la digitalización: la lógica del «digitomodernismo» en la textualidad literaria, un «paso adelante» en el proyecto inacabado de la Modernidad, tal como lo planteaba Habermas

Se ha eliminado en este régimen, la elección, la interpelación y la denuncia de la mentira sistemática, de la simulación puesta en acto, por parte de gobiernos y corporaciones manipuladoras ultraneoliberales neo-marxistas, en todo lo que hace a la fantástica aventura de vivir; incluso, la negación de todo lo que en otro tiempo se denominaba “voluntad de ser uno mismo”.

La protesta se ha vuelto intrascendente y, ahora, se ha convertido en un aliado del sistema que pretendía rechazar. Creo es necesario, entrar en el juego de la convivencia, comenzar a ver lo que no se desea ver, escuchar donde no parece haber sonidos: meterse de lleno en la trama siniestra de la vida en respiración artificial que nos vende este sistema de autistas, sin perder la esencia que nos lleva a trabajar por la comunicación en libertad, que debe crear comunidad.

No ignorar que la mayor parte de la información de lo que sucede en Latinoamérica, por ejemplo, es recibida de los grandes centros de inteligencia comunicacional del poder imperial y no de las propias agencias en los que se genera la noticia que puede modificar el derrotero de estos países colonizados… incluso las noticias faranduleras sobre personajes sin la más mínima importancia, presentes en las noticias de los medios corporacionistas de cada país, con sus «fantoches» de turno en portadas, elevados a personalidades «burbujas», indispensables para dispersar la tan degradada opinión pública.

La actitud de levedad con que algunos soportan frente al autoritarismo reinante, en Argentina, trae consigo frutos muy diversos: propugnan personalidades débiles, diluidas y permisivas, engendrando un sujeto errático y pasivo, cobarde y con síndrome de Estocolmo… y me pregunto acerca del ciudadano y su degradante circunstancia: ¿algún comunicador o algo así, ha denunciado la posibilidad de haber sido blanco de operaciones del exterior ante el simulado debate cual suceso post-posmoderno?… no lo he leído ni oído, mudos/as todos/as, salvo remitirse a la noticia del dedo de Alberto Fernández, dejando de lado las quejas de Machirulo, los principios «extraños» de la izquierda globalizada del digitalizado Del Caño… no se ha hecho mención al estado de fragilidad en que se encuentra Argentina… por supuesto hay responsables, pero califican para la media como posibles candidatos a presidente, un premio a la inoperancia y la entrega, la incapacidad y la ignorancia, la mentira y la represión… la domesticidad y la lógica de la perplejidad de lo que «viene después», instancia ignorada por estos candidatos modelo pre-apocaliptico.