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«Relato estacional» Eduardo Sanguineti, filósofo, poeta y performer

La realidad nos ha puesto a prueba, no estamos reducidos ya a suposiciones, pues en Argentina con una tasa de letalidad de 4.57 en pandemia, hoy 21 de abril de 2020, confirmada por un científico cubano amigo, en dominio inexplorado, sin exigencias, comienzo mi relato en la vereda de mi viejo domicilio de Avda. Libertador 3810 del barrio de Palermo, recordando a mi familia ausente, hace décadas, en su estilo repulsivo e incomparable de regla de vida, que se ha desarrollado en el desprecio, en la forma más extrema de hipocresía, aparece cual espectral pesadilla, de a ratos, como una reserva infinita de todas las posibilidades de desarrollo, elevado de nivel tecno-energético de fósiles bio-jamás-renobables, jamás imaginables: contaminantes en grado sumo… a su modo, tan absurda como es posible, a los ojos de todas las otras relaciones que he mantenido, efímeras y pasajeras en un instante de vida, mi vida, que me eleva por encima de la cotidianeidad de «cosa archivada», entrando en un espacio autoreferencial de libertad total, pagando el costo de tal instancia, por demás liberadora.

Este pensamiento lo hago extensivo al mundo y sus criaturas, que se conducen en todas direcciones, de la hoy humana ausencia de objetivo viable, en aras de lograr una existencia «deliciosa», pero desgraciadamente acontece todo lo contrario, nada por encima de la estupidez horizontal de los pueblos y sus pobres necesidades básicas, computarizando, heridos de frente, en el malentendido fatal y finalmente letal de la ciencia… en tiempos de pandemia, donde todo puede resultar insoportable para algunos, a causa de la muerte que acecha, el único principio que no puede refutar ningún ser humano, ni siquiera los ausentes y presentes miembros de mi familia, incluídos mis hijos, lógico, tan lejanos del deber ser, destruidos por sus madres, abyectas mujeres, despiadadas con mi persona, que tantos momentos de enseñanza y placer extremo les obsequié de manera casual, y hoy , esos momentos, permanecen en su memoria dilapidada y en la carne trémula que ellas han logrado degradar, en nombre de lo que no pudo ser y el ‘orondo’ orgullo que conduce a la muerte que siempre aguarda.

Mi familia permanece en un mundo congelado, adhiriendo al sistema financiero imperante, que se basa en un 5% devenido de producción real, mientras el 95% es especulación… un mundo donde en universidades, otrora de renombre, se enseña cómo evadir impuestos, aplicados lógicamente a las macro empresas o a los ricos, pues argumentan que cobrarles a estos mafiosos, detiene la economía.

Mi familia adhiere a Macri, Trump y Piñera, tipitos que no debemos dejar de investigar, sobre todo en tiempos de pandemia de Covid-19, pues luego de hacerse de fortunas inmensas a cualquier costo, lograron ocupar la presidencia de sus países, con voto del pueblo, un tanto anestesiado y ansioso de sumarse a las tendencias prostibularias de paraísos fiscales, que estos tres delincuentes proponen, sumado a alentar en tiempos de pandemia una muerte segura a quienes ya no tienen espacio dentro de esta tierra, pues los que instalan ideales o ideas humanistas, no están habilitados para ser esclavos del sistema,… miles de ciudadanos comprando armas, tendencia atroz, en el denominado primer mundo, sin control de impuestos, ni público… esto sucede hoy, en lejano oeste de Estados Unidos, con el cowboy Donald alentando a la confrontación, acto que él a diario hace desde que asumió como presidente del imperio, incluso con la OMS en plena caída en credibilidad y efectividad 0… no me olvido del capitán Bolsonaro, presidente de Brasil, un ex-militar dado de baja del ejército por padecer patologías severas mentales, que afirma a diario, que las dictaduras militares son inigualables y las comunidades de Amazonas deben ser eliminadas, sumado a la desaprensión de considerar al coronavirus como una gripe estacional y puedo seguir enumerando actitudes criminales que configuran el perfil de un genocida.

Estos ignorantes, como mi familia, carecen de facultades intelectuales y evaden cultivar el espíritu, desprecian la cultura y todo lo que implica ella, en franca caída, pues los referentes legítimos han muerto y los que quedan están silenciados y amenazados por las corporaciones financieras multinacionales del planeta, que todo lo controlan, son la cultura del presente… sus serviles mascotas, son dueñas de todos la corporación económica de medios de comunicación basura y de las universidades a las que acuden los futuros exégetas del sistema totalitario que se ha instalado en el planeta. No puedo dejar de hacer mención que la denominada izquierda, ha sido comprada a bajo costo, con pantalla y micrófono como jamás la ha tenido, pues lanzan el contra-discurso que hace colapsar todas las previsiones posibles de modificar el rumbo… lo apreciamos en la seducción de un tal Mujica ex-presidente de Uruguay, por Soros, el archimillonario que pretende ser emperador de Latinoamérica… continúa en ese paisito la farsa que vende al mundo, un ejemplo de censura y eliminación de libertad de expresión, me ha tocado experimentarlo, cuando fuí silenciado y prohibido en diario LA REPÚBLICA, en febrero de 2020, luego de 15 años de ser editorialista premiado de dicho medio, que se jacta de plural, por decisión arbitraria de un director de nombre Néstor Molina, sin explicación de ningún tipo, que hoy no se cansa de dar espacio a un milico devenido en senador Manini Ríos, el nombre del ‘fulano’, que brega por dejar sin efecto los juicios a genocidas de la dictadura cívico militar, una exigencia demasiado alta para los patrones del medio y de Uruguay, ¿o creen que quién gobierna es Lacalle Pou?

Uruguay un paraíso fiscal para los ricachones mafiosos argentinos, desde siempre, una colonia de Estados Unidos, elegida como punta de lanza para torcer la proa del destino de la región… o Mujica no hizo socio a este «paisito» del TISA en secreto, eliminó PLUNA la línea de bandera, pactos con Obama y Rockefeller en 2014 y siempre presente lanzando su discurso posverdadero, mientras es alabado por las oligarquías y burguesías del mundo, ocupando portadas de medios poderosos en desinformar… y me pregunto, ¿qué hizo este fabulador además de hambrear a su pueblo y mentir?

Todo este desvarío acontece en un mundo donde los políticos y las instituciones están devaluados, como consecuencia de una peste, que antecedió al Covid-19, el neoliberalismo, que ha degradado la política como arte y doctrina de administrar el estado, fue eliminada por financistas y empresarios, que con sus actividades mafiosas llegaron a tener más riquezas que países con tendencias de cualquier color.

No me complace relatar nada acerca del mundo de hoy y mi familia despreciable, en realidad me cuesta comentar lo que no dudo será dejado de lado por medios corporativos, pues no ignoro los infiltrados mercenarios de los ricachones que debieran donar mes a mes parte de sus riquezas, para insumos sanitarios, aportar todo para la renta universal a los millones que debieran tener una vida digna, con techo y comida y dejar de lograr legislar por una ley de un sólo impuesto a la riqueza de estos privilegiados por haber estafado al estado, sería ético, o ¿les temen a los miserables?, los blindados en sus tropelías con sus caballos de troya instalados en sitios estratégicos que hacen que nada les perturbe su vida de cuentos de la cripta… a ellos y sus familias parásitas, publicitadas hasta el cansancio por pasquines que muestran todo menos lo que deberían, como el narcotráfico, los muertos por hambre, por la pandemia, los proxenetas, la trata de personas y las armas… tanta porquería se acumula que no tengo idea si podría contar un cuento de los Músicos de Bremen.

Yo no soy un cuento, no he salido de un cuento de hadas, he debido vivir una vida digna a pesar de los delincuentes y difamadores seriales de medios corporativos, que no soportan mi presencia ni mi discurso por y para la verdad en libertad, pues soy yo, no tengo jefes ni patrones que me dictan derroteros… he visto morir a camaradas, amigos del alma y a otras continuar caminando sobre sus cadáveres, todo ha continuado, en realidad todo ha cambiado, en verdad en estas décadas, un viejo mundo se ha transformado.

Vivir sin cuentos de hadas es difícil para la niñez, por eso es tan difícil vivir en el siglo XXI, por otra parte no hacemos más que existir. Estamos pareciera en el territorio más espantoso de la historia… están aterrados ¿no? incluyo a mi familia despreciable, pues sólo son un gran dolor, este dolor hoy los constituye, este dolor es ahora su estado de ánimo, como el del mundo neoliberal en franca desaparición… quedará un sedimento que habrá que diluir en ácido salicílico, de modo que no se materalice nuevamente, nos debemos un sistema totalmente nuevo, una visión del mundo del todo nueva… artes y ciencias completamente nuevas.