SBASE: La guerra total por la plata y la concesión de la red de Subte de Buenos Aires

Cualquier día de semana, 18 horas anden Catedral mano a Congreso de Tucumán, llegan las formaciones, pero no salen, la gente ya no entra en el anden, pasan 15 minutos y no entra un alfiler, llega la formación, se abren las puertas a destiempo, todos se avalanchan hacia el tan mentado asiento libre, el subte se llenó, pero falta algo más… los pasajeros de 9 de Julio, otro anden lleno, otro día donde las mentiras de SBASE se hacen realidad, «se viaja como el culo», es el comentario de los pasajeros. Nadie discute mejorar la calidad del servicio, la limpieza, eliminar roedores y cucarachas, ni eliminar a la delincuencia como los pungas del subte, a los funcionarios y la oposición solo le interesa la «tarasca». La guerra es por los recursos y ya no hay más discuros, la guerra total por la plata y la concesión de la red de Subte de Buenos Aires, a esta altura del partido ¿alguien tiene alguna duda?… La «tarasca» manda. En toda la historia del SUBTE nunca se viajo tan mal como ahora.

La Legislatura Porteña comienzó a debatir los proyectos para definir el futuro de la operación de la red de Subte a contar de diciembre de este año, cuando venza el actual contrato con Metrovías, que maneja el Subte desde 1994.

Este lunes 12 pasado, un plenario de las comisiones de Obras y Servicios Públicos, Transporte y Presupuesto en el Salón Montevideo de la Legislatura Porteña fue el escenario de una reunión informativa en la que el presidente de SBASE, Eduardo de Montmollin, explicó los alcances de la iniciativa oficial, que busca concesionar la red a un operador privado por hasta 2033. Montmollin planteó que el GCBA busca “una nueva relación con el operador, sea quien sea”, y eludió referirse a la posibilidad de que sea la propia SBASE quien opere la red una vez vencido el actual acuerdo con Metrovías.

Fuera del oficialismo, son escasísimos los diputados dispuestos a votar una nueva concesión. Prácticamente todo el arco opositor (desde el espacio de Martín Lousteau hasta el Frente de Izquierda, pasando por el kirchnerismo y el peronismo) opina que la salida es la reestatización del servicio.

Cuando los diputados le preguntaron a De Montmollin “por qué no estatizar si el faro del servicio del Subte es estatal”, el titular de SBASE se limitó a afirmar que la intención oficial es “traer a los mejores operadores del mundo”, que son precisamente estatales. El titular de la empresa no pudo dar argumentos en contra de la operación estatal directa más que insistir en la determinación del GCBA por traer un nuevo responsable privado.

El presidente de la Comisión de Obras y Servicios Públicos, Diego García de García Vilas (Confianza Pública), anunció que atendiendo a la presentación de varios proyectos opuestos a la privatización, avalará su tratamiento con anticipación a la iniciativa oficial.

El titular de Subterráneos informó, además, que los pliegos para la eventual licitación internacional para la operación de la red serán elaborados con asesoramiento de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), la empresa que opera el metro de esa ciudad (también estatal) y que años atrás tuvo a cargo la elaboración de una cuestionada auditoría sobre el estado de la red.

La cuestión de los pliegos fue un tema espinoso en la reunión, ya que algunos diputados exigieron que fuesen remitidos a la Legislatura, algo a lo que el presidente de SBASE se negó de forma tajante: “no está previsto enviar el pliego a la Legislatura”, dijo. Pese a esto, filtraron a la prensa que exigirán a los oferentes “experiencia en redes subterráneas similares en complejidad, extensión y heterogeneidad de material rodante”.

El PRO busca apurar el tratamiento del proyecto para lograr su aprobación antes de que la Legislatura se paralice por la vorágine electoral y salió a instalar que la concesión se aprobará por mayoría simple, algo sencillo de alcanzar con los votos del oficialismo, Confianza Pública y la Coalición Cívica. Sin embargo, desde la oposición apuntan que el artículo 82 de la Constitución de la Ciudad, establece que un proyecto como éste, para concesionar un bien público por un plazo superior a cinco años, requiere de mayorías especiales (dos tercios, 40 votos) y doble lectura con audiencia pública, según el artículo 89.

En este caso, el panorama luce poco promisorio para el Ejecutivo, que dejó trascender que vencido el plazo del actual acuerdo Metrovías seguiría obligada a continuar la operación del Subte –en virtud de que es un servicio público– hasta que se haga cargo un nuevo operador.