Se lanzó Marco Lavagna a la jefatura de Gobierno de Buenos Aires

Pasadas las 19,30, de ayer Marco Lavagna hizo su aparición como único orador en un escenario circular. Su alocución fue breve y contundente. Sin demasiados prolegómenos, ensayó una potente crítica de la gestión de Cambiemos a nivel nacional y de las políticas del PRO en CABA, instando a realizar un “cambio verdadero” que tenga como eje la reconciliación y el impulso del trabajo y de una economía productiva.

El desembarco del economista en el distrito data del año 2015. Tras las elecciones de 2017 se creó la Agrupación Resurgir, que fue creciendo en volumen e intensidad. El acto de ayer permite comenzar a evaluar la verdadera magnitud de este proceso.

Unione e Benevolenza es una tradicional institución de la comunidad italiana fundada en 1858, comprometida con los principios republicanos de gobierno.

Sus instalaciones fueron el escenario escogido por Marco Lavagna para reafirmar sus intenciones de convertirse en jefe de Gobierno porteño, en medio de una nutrida y entusiasta concurrencia que rebalsó la capacidad del histórico edificio, compuesta por militantes sociales y sindicales, referentes gremiales y políticos.

Entre los asistentes más destacados se encontraban el economista Aldo Pignanelli, la diputada Nacional por el Frente Renovador Vanesa Massetani, la sindicalista de APOC y diputada nacional del Frente Renovador por la CABA, Carla Pitiot, la periodista y diputada nacional por la provincia de Buenos Aires por el FR, Mirta Tundis, el ex senador y ex diputado nacional Eric Calcagno, el referente de Resurgir Hugo Melgarejo, los sindicalistas Andrés Rodríguez (UPCN), Julio Piumato (Judiciales) y Pablo Flores (AEFIP), y diversas representaciones sindicales y público en general.

El economista reafirmó su voluntad de postularse a la jefatura de la Ciudad de Buenos Aires, sobre la base del diálogo y el consenso propios de una sociedad democrática, y llamó a la convergencia de peronistas, radicales, gens, socialistas, espacios sindicales y de todos aquellos que se sientan identificados con la producción, el crecimiento y el trabajo.
«Vamos por la Ciudad», exclamó Lavagna, mientras expresaba su convencimiento de que la victoria en las próximas elecciones no es una utopía. También expresó la importancia de actuar de manera coordinada con el gobierno nacional que asuma el 10 de diciembre, lo que todos los presentes interpretaron como una alusión a la candidatura de su padre, Roberto Lavagna.

La alianza que describió resulta coincidente con la que postula su progenitor, excluyendo del armado electoral a los protagonistas de la grieta: Cambiemos y el cristinismo.

La reunión se caracterizó por el entusiasmo y bullicio de los asistentes. El orador no dio mayores precisiones sobre la denominación que adoptaría ese consenso político-social, ni tampoco proclamó formalmente su candidatura.

Su interés estuvo en proponer algunos principios programáticos, definir las características de un consenso y posibilitar el reencuentro cara a cara de viejos compañeros en las luchas populares.

Finalmente, Lavagna recordó que los plazos son breves, y que ello debería duplicar los esfuerzos, la generación de propuestas y la militancia. Breve y conciso, terminó su alocución pocos minutos después de las 20 hs.