Se presentaron los trabajos académicos del Congreso Internacional sobre Genocidio Armenio

(Agencia Prensa Armenia).- Entre el 9 y el 11 de abril se llevó a cabo el Congreso Internacional sobre Genocidio Armenio organizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), el Centro de Estudios sobre Genocidio y la Fundación Memoria del Genocidio Armenio, con la colaboración del Consejo Nacional Armenio (CNA) y la Fundación Luisa Hairabedian (FLH) y el auspicio de la Embajada de Armenia en Argentina y el Arzobispado de la Iglesia Apostólica Armenia de la República Argentina

En la apertura, hablaron Aníbal Jozami, rector de la UNTREF, Pedro Mouratian, interventor del INADI, Eugenio Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema, Leandro Despouy, presidente de la Auditoría General de la Nación y Daniel Feierstein, director del Centro de Estudios sobre Genocidio de la UNTREF, con la coordinación de la investigadora Nélida Bulgourdjian, coordinadora del evento.

Aníbal Jozami habló de la memoria como la herramienta para «reconstruir los lazos sociales» luego de un genocidio, mientras que Leandro Despouy recordó su intervención en 1985 para promover el reconocimiento del genocidio armenio en las Naciones Unidas. El Dr. Eugenio Zaffaroni comenzó hablando del contexto histórico del genocidio, cuando «los armenios quedaron solos, nadie los defendió, porque no le convenía a los intereses de ninguna de las potencias en ese momento». «Se reiterará muchas veces la mezquindad y la negación respecto de crímenes de Estado horripilantes en razón de conveniencias coyunturales», continuó. «Hasta en la misma definición del tratado de genocidio, una definición mezquina y cuidadosamente recortada para que no entren los genocidios neocolonialistas, Hiroshima y Nagasaki, los desplazamientos stalineanos, casi como una caricatura del Holocausto nazista. Y eso generó que a lo largo de las décadas posteriores, cada vez que hay un genocidio se discuta si es un genocidio. Mezquindad de la política». Pedro Mouratian habló del derecho a la verdad, que abre el camino al reconocimiento y a la reparación, descalificando de alguna manera a la pretendida comisión de historiadores.

El panel del historiador Richard Hovannisian, moderado por el profesor de la Universidad de San Andrés, Khatchik Der Ghougassian, comenzó haciendo una distinción entre los documentos oficiales, que el gobierno de Turquía utilizaba como prueba de que no hubo un plan genocida, y los documentos secretos, que contenían las órdenes genocidas reales. «Uno de los factores del genocidio es crear documentos falsos», detalló. «El negacionismo no es el ‘último rostro del negacionismo’, sino el primero», expresó Hovannisian, en relación a esta idea de mentiras previas a los crímenes. Por último, explicó la actual estrategia negacionista del estado turco para el centenario del genocidio: presentar el 1915 como el aniversario de la resistencia de Gallipoli y no como el aniversario del genocidio. En este marco, destacó la importancia de los historiadores turcos que estudian el genocidio, quienes podrán reconstruir las «microhistorias» que ocurrieron entre las matanzas.

Gabriel Sivinian, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) hizo un recorrido histórico sobre el contexto y las causas estructurales que permitieron a las clases dominantes llevar a cabo el genocidio, haciendo un paralelismo con otros genocidios. El historiador Heitor Loureiro relató la historia de la comunidad armenia en Brasil, reconstruida a partir de distintas fuentes históricas, así como también las luchas de la comunidad en el inmediato post genocidio. Naira Meliksetyan, del Museo Instituto del Genocidio Armenio en Ereván, hizo un análisis de la ley de deportación y explicó cómo se implementaba antes de que se adoptara la legislación, prueba de que existía un plan genocida previo.

El panel de enseñanza del genocidio armenio en las escuelas disertó acercade las distintas formas de transmitir y formar a los jóvenes a partir del trabajo en derechos humanos. Las docentes Julieta Puppo y Verónica Kovacic reflexionaron sobre la novela «Los 40 días de Musa Dagh» de Franz Werfel, María Florencia Di Matteo y Greta Kalaidjian de la FLH hablaron sobre su experiencia en las aulas con estos temas y Carolina Karagueuzian, del CNA, presentó el plan educativo «De un 24 a otro 24», que aborda la perspectiva de la enseñanza del genocidio armenio en paralelo con el genocidio que llevó a cabo la última dictadura militar argentina.

David Gaunt, de la Universidad de Södertörn, Suecia, relató la experiencia del genocidio contra los asirios, paralelo al genocidio armenio, haciendo hincapié en la necesidad de que surjan nuevos trabajos sobre el tema y planteando que ellos podrían seguir los pasos y pedir ayuda a los armenios para desarrollar los estudios.

Alexis Papazian y Federico Gaitán Hairabedian, ambos de la FLH, hablaron sobre el genocidio a los pueblos indígenas y sobre el fallo «Perinçek v. Suiza» respectivamente, mientras que Juan Karagueuzian, del CNA, presentó la película «Los tatuajes de mi abuela», de Suzanne Khardalian, para analizar las cuestiones de género dentro del genocidio.

Posteriormente, el historiador Juan Pablo Artinian describió las diversas formas de resistencia de los discursos y las representaciones, el Dr. Carlos Antaramian presentó el método usado actualmente por Azerbaiyán en México para endilgar un crimen con el fin negar el genocidio armenio, como una nueva forma de presentar a las víctimas como victimarios. Por último, Mehmet Polatel, de la Universidad Boğaziçi en Turquía, presentó un detallado informe acerca de los bienes confiscados por el Estado y apropiados por los particulares turcos a las familias armenias víctimas del genocidio.