Show de «posporno» en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA

Show de «posporno» en plena Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

El evento había sido convocado para hoy a las 19 con las siguientes palabras: «El posporno llega a Sociales, se pasea por los pasillos de la facultad y va sexualizando todo a su alrededor. Una propuesta para ampliar el imaginario pornográfico y experimentar otras formas sexualizadas de habitar el espacio universitario».

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Según el folleto, participaron la periodista Laura Milano (autora del libro Usina posporno), el performer posporno Milo Brown, la activista feminista Rosario Castelli y el grupo PostOp de España.

Activistas feministas hicieron un evento que generó gran repercusión en las redes sociales. El Centro de Estudiantes denunció a las autoridades porque montaron el show sobre las mesas de varios partidos de izquierda.

«Este un programa de las autoridades de la carrera de Comunicación, por el que todos los miércoles hacen una performance en la plaza seca de la facultado, pero hoy se instalaron en nuestra mesa y la de otros partidos de izquierda», explicó la presidente del centro de estudiantes, Lucía Romano, del Partido Obrero.

«Creemos que esto es una provocación de las autoridades kirchneristas de la facultad. Hicieron pis en la mesa del Partido Obrero y se negaron a limpiarlo», denunció la dirigente estudiantil.

El posporno cobró notoriedad recientemente en España luego de que la activista Águeda Bañón fuera designada responsable de comunicación del municipio de Barcelona.
Wikipedia define al posporno como el «movimiento artístico que intenta revolucionar el concepto de la pornografía a través de las lecturas feministas y posestructuralistas». El término, al parecer, fue acuñado por primera vez por el artista holandés Wink van Kempen en los años 80. Según un manifiesto publicado en un blog que Bañón realizó hasta 2007, la intención de su movimiento es «hacer saltar por los aires los estrechos corsés» que encierran las identidades sexuales y las fantasías eróticas.

«Un porno que consiga empoderarnos, superar las risitas de instituto, el chiste fácil o el insulto y se atreva a hablar del sexo y de nuestras sexualidades, desde una posición de poder para las que tradicionalmente no la hemos tenido. Y sin olvidar nunca el sentido del humor», es lo que buscan, según el blog de Bañón.

Una palabra autorizada en el tema es Paul B. Preciado, antes conocida como Beatriz Preciado y discípulo de Jacques Derrida, doctorado en Teoría de la Arquitectura en la Universidad de Princeton. En una entrevista publicada en Parole de queer explicó que el posporno es «el proceso de devenir sujeto de aquellos cuerpos que hasta ahora solo habían podido ser objetos abyectos de la representación pornográfica: las mujeres, las minorías sexuales, los cuerpos no-blancos, los transexuales, intersexuales y transgénero, los cuerpos deformes o discapacitados».