«Signo del límite» Eduardo Sanguinetti, filósofo

«Bajo el signo del exceso»
Eduardo Sanguinetti, filósofo

Apasionado por las virtudes del exceso, de los actos éticos en movimiento lineal, con dichas y desdichas incluídas, cultivo cualquier estrategia imprevista, sabiendo muy bien que el término medio no se encuentra en el centro, sino en los márgenes, en la periferia, allí donde, como no hay cosa alguna escrita, cada cual, si lo desea y puede, inscribe en el lenguaje de su deseo lo que le agrade de su historia, rompiendo certezas en este tiempo tan impertinente, donde cualquiera, menos los que deberían ser, ocupan sitial de honor, con derecho jamás adquirido, a arrasar con el milagro de vivir en libertad y armonía… pero jamás ignorando que no hay otro poder que el del talento, que no se pierde ni se desgasta.

Imposible no ver el sadismo criminal que se oculta tras el discurso balbuceante de un militante blindado PRO, acerca de la libertad de expresión devenida en la noticia falsa lanzada sin pudor, la caridad especulativa del funcionario PRO en pos de la selfie del día… muestra del poder detentado por un cobarde que ha negociado con las corporaciones con futuro asegurado, articulado para seguir estafando a quienes no tienen nada, solo su carcaza, aguardando la dádiva de un colchón para pasar la noche en las veredas de Buenos Aires y un plato de comida rancia, como obsequio de quién opera sobre el ser degradado, sumido en el letargo de quienes lentamente se van fugando de la denominada realidad, los que ya no pertenecen al denominado orden de este mundo «endless», los condenados a un final anunciado desde su nacimiento… en cuánto a la libertad tan proclamada y tan poco aplicada en actos de vida y deseo, reivindicada por todos como el más preciados de los bienes, ¿verdaderamente quién la desea?. Quién puede asumir sus riesgos, mientras la mayoría aspira a una posición jerárquica dentro de un grupo de farsantes, donde las relaciones se entablan a través de órdenes dadas o recibidas, sin riesgo de ejecutarlas con libertad, por aquel que por oficio, se excluye de la responsabilidad de ser él.

Con las mejores intenciones, capacidad, idoneidad y amor hacia la tierra donde intentamos vivir, ante la prisa del instante, sin olvidar memorables momentos del tiempo que ha pasado, pues la vida es breve y nos aguarda un final similar a todos/as, intentar accionar contra la mentira que se infiltró en formato de noticias e informaciones falsas en la existencia de una humanidad devenida en una pléyade de esclavos con los ojos vendados, intentan darle sentido al error de hacer del eufemismo una rutina y de la mentira una religión… expulsados del edén del fraude y del contacto a tiempo… ¡qué fantástico sería!, ¿no?… pero ¡no!, se impone la lógica de una estética del terror PRO, en que el poder transforma el deseo propio en una realidad atroz inmediata aplicada en la vida de sus víctimas, que son nada más y nada menos que los habitantes de una nación, que vive una pesadilla sin límites… y quedan los accidentes, los duelos, las nostalgias en el trayecto hacia la nada… a mayor difamación mayores logros, máxima de los que toman a la justicia de la mano y la llevan de paseo.

Permanecemos en un mundo, donde las noticias e informes falsos publicados en los medios corporativistas mercenarios y replicados de a millones por ejércitos de «trolls», de gobiernos congelados en el pasado, en redes sociales, utilizadas por miles de millones de seres en el planeta, se instalaron cual clero secular, colocando al ciudadano de a pie, demasiado crédulo, en estado de riesgo extremo… pues quién en estado de equilibrio mental y compromiso con su tiempo, no piensa que la libertad de elección está ausente, ante el atropello de la mentira de ninguna verdad, como tendencia de un tiempo de zombies que transitan por las laderas sinuosas de este claudicante mundo en caída libre.

Noticias lanzadas desde los otrora denominados medios de comunicación, devenidos en medios publicitarios de una realidad obtusa que, desde la ubicuidad de su ausencia, dibujan el paisaje ¿natural? donde transitan las muchedumbres afanosas en intentar justificar el absurdo de un sistema que lo ha tomado todo; he ahí el dilema cual pliegue de espectáculo que embauca, que anestesia, que es falaz, que miente… En fin, que degrada.

Noticias que conforman una desinformación desordenada al servicio de algunos intereses muy particulares; el que desee entender, que entienda y el que no, puede seguir intentando existir en un mundo donde no se ha dejado espacio para la vida natural, solo artificios y simulaciones de un simulacro.

Noticias en las que se hallan comprometidos desinformadores y manipuladores expertos y sutiles, de los más variados centros de inteligencia del mundo capitalista, desplegando toda una catarata de imágenes y notas que nivelan en importancia el genocidio de una etnia, con la última presentación porno de una cantante construida en el backstage de un film que nunca se ha filmado.

Noticias que construyen reputaciones inexistentes de recién llegados al nirvana del botox, en la aldea global, galardonados en wikipedia construida con las peores intenciones por bibliotecarios incultos, sin impronta en el conocimiento, excluyentes por orden del corporacionista de turno… destruyendo sin piedad trayectorias de hombres y mujeres notables, con bagaje de vida comprobable y sumatorio al devenir de la comunidad.

Noticias que ejecutan sumariamente a quienes se atreven a disentir con el programa impuesto para los pueblos, esclavos del tercer milenio, con el capitalismo en su cenit.

Noticias que, cual teorías clandestinas, hacen que la incertidumbre crezca y la impostura se enriquezca.

Noticias que devienen en rumores mediático-políticos-farandulero-policiales que adquieren en el peor de los casos, tras haberse repetido un par de veces en medios de publicidad y en las redes sociales catárticas-caóticas el peso indiscutible de historias de la historia del mundo.

Noticias que despiertan en la legítima inteligencia un estado de repulsión y hartazgo muy difícil de disimular, pues la “voluntad de verdad”, tan subestimada y devaluada en el mercadeo de la libertad negociada a cualquier precio, se encuentra exiliada de este tiempo y espacio.

Noticias y fábulas que no precisan ocultar sus torpezas y miserias, tras un esplendor espectacular que, por otro lado, nos vienen suficientemente abastecidas por los brillos metálicos de máquinas y maquillajes.

Al igual que existen noticias ripiosas fabuladas, estas devienen de comportamientos ripiosos de publicistas, políticos y empresarios, que garantizarán una mayor sonoridad con efectos especiales para un fantástico final de fiesta de la libertad crucificada, en nombre de cualquiera y ningún sentido.