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Tomas de escuelas. El papelón de la Ministra Soledad Acuña

El papelón de la Ministra Soledad Acuña

Los chicos del Lenguas le comentaron a Palermonline Noticias que «La Ministra nos trata como subversivos y  ataque a la integridad física del estudiante». Ante la pregunta del pasado Nazi de Soledad Acuña los padres de los colegios la denominaron «la chica führer del mes y a Larreta el guasón del mes». Otro papa enojado dijo de ella «Es una ridícula la Ministra, para empeorar dicen que es Licenciada en marketing, ventas o diseño, de educación no sabe nada».

El papelón jurídico de la Ministra Soledad Acuña será recordado por muchos años. Más el papelón de la Procuración de la Ciudad que ha llevado al departamento jurídico del GCBA  a otros grandes papelones judiciales, como confundir resoluciones con leyes, demuestran un profundo desconocimiento.

«Las denuncias penales por las tomas de los colegios no son viables jurídicamente»

«El gobierno porteño busca amedrentar, generar incertidumbre y mostrar una imagen de dureza”, indicaron desde el organismo. Además detallaron que estas protestas están aseguradas por convenciones como la de los Derechos del Niño.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) advirtió que “no son viables jurídicamente” las denuncias que el gobierno porteño anunció que realizará contra los padres y madres de las y los estudiantes que llevan adelante tomas en diferentes establecimientos educativos, en protesta por la baja calidad de las viandas y las obligatoriedad de realizar pasantías no rentadas.

“El Gobierno de la Ciudad anunció que denunciará penalmente a padres y madres de les alumnes que protestan en las escuelas. Esas denuncias no son viables jurídicamente. No se puede criminalizar estas protestas en lugares de estudios, que están aseguradas por muchas convenciones, entre ellas, la de los Derechos del Niño”, afirmó la organización a través de una serie de mensajes que difundió a través de Twitter.

Siguen las tomas de escuelas en CABA y Acuña reclama a familias $1,5 millón por día

Las tomas de escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires por parte de los estudiantes continuaban en reclamo de viandas, mejor infraestructura edilicia y en contra de las prácticas laborales en empresas, mientras la ministra de Educación porteña, María Soledad Acuña, anunció que reclamará a las familias de los alumnos involucrados el pago de $1,5 millón por cada día de toma.

Además de las tomas, en muchos colegios, como el Mariano Acosta, donde se inició el conflicto el viernes pasado, los alumnos realizarán un pernocte dentro de sus instalaciones, mientras la escuela de Comercio Carlos Pellegrini es la primera institución que no depende de la Ciudad de Buenos Aires que se sumó esta noche a la medida.


Algunos de los colegios que permanecían tomados son el Lenguas Vivas «Sofía Esther Broquen de Spangenberg», la escuela Federico Garcia Lorca, Cerámica 1, el Osvaldo Pugliese, el Colegio Mariano Moreno y el Nicolás Avellaneda.

En tanto, alumnos de los colegios Julio Cortázar, Normal 8, Claudia Falcone y la Escuela de Danzas 1, Rogelio Yrurtia, Escuela de Música Juan Esnaola, el Liceo 5 y el Rodolfo Walsh votaban para comenzar las medidas.


El centro de estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), votó este martes por la tarde también tomar el edificio y ya son doce los establecimientos educativos afectados por las protestas de los alumnos en territorio porteño.

Si bien esta institución no es manejada por el Gobierno de la Ciudad, contra el cual están dirigidos los reclamos de los jóvenes, durante una asamblea los estudiantes decidieron “solidarizarse” con las protestas que llevan adelante los otros colegios.

Las medidas del gobierno de la Ciudad

La ministra Acuña anunció en este contexto que reclamará a las familias de los estudiantes de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas «Mariano Acosta» involucrados en la toma del establecimiento el pago del «costo laboral de salarios del personal docente» durante la vigencia de la medida de protesta, equivalente a $1,5 millón diario.

Según informaron desde la cartera educativa, la decisión regirá para los padres y las madres de los alumnos del Mariano Acosta, aunque adelantaron que se hará extensiva a los restantes colegios que permanecen tomados.

Repudio de los organismos de DDHH

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) advirtió que “no son viables jurídicamente” las denuncias que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que realizará contra los padres y madres de las y los estudiantes que llevan adelante tomas.


«No se puede criminalizar estas protestas en lugares de estudios, que están aseguradas por muchas convenciones, entre ellas, la de los Derechos del Niño”, afirmó la organización a través de una serie de mensajes que difundió a través de la red social Twitter.

La El pedido de los estudiantes

La CEB, a través de un comunicado, señaló que mantendrá la toma hasta que la ministra de Educación de la ciudad, Soledad Acuña «brinde respuestas» a sus reclamos».

Los estudiantes reclaman, además, «contra la intromisión política de las autoridades del Ministerio de Educación que busca censurar la actividad de los Centros de Estudiantes en las escuelas».


Por otro lado, denunciaron el «paupérrimo sistema de alimentación» y reclamaron que «mejore la calidad de la comida en las escuelas», además de exigir que «se duplique la cantidad de viandas enviadas, ya que hoy no resultan suficientes».

Cuestionaron además la obligatoriedad de las prácticas laborales impuestas por el Gobierno de la Ciudad y exigieron «participación en esas decisiones».

La coordinadora del centro de estudiantes de la ESEA «Manuel Belgrano», Florencia Avilés Bernat, alertó que «las supervisiones vienen controlando lo que decidimos hacer en los centros de estudiantes e incluso se entrometen en funciones de las direcciones escolares, interrumpiendo actividades propuestas por otros actores de la comunidad educativa».


Y denunció que «ya son dos los colegios en los que el Ministerio de Educación cortó intencionalmente la luz a partir de las medidas de lucha de les estudiantes».

Por su parte organizaciones y personalidades dedicadas a la defensa de los derechos humanos, las infancias y adolescencias acusaron hoy al gobierno porteño y a la ministra Acuña, de «amedrentar y coercionar» a los estudiantes que toman los colegios y exigieron la apertura de «un espacio de diálogo».

«Repudiamos enérgicamente los intentos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y de su ministra de Educación, Soledad Acuña, de amedrentar y coercionar a lxs pibxs en el legítimo ejercicio de su derecho a la protesta estudiantil», indicaron a través de un comunicado.

Entre las personas y asociaciones firmantes se encuentran Nora Cortiñas y Taty Almeyda, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; la Mesa de Articulación de la Niñez; el Foro por los Derechos de la Niñez; el Encuentro de Trabajadorxs del Consejo de los Derechos de Niñas Niños y Adolescentes y la Organización barrial Padre Carlos Mugica.

¿Qué son las ACAP rechazadas por estudiantes?

Las tomas de los colegios porteños por parte de alumnos y alumnas responden a un conjunto de reclamos entre los cuales es prioritario el rechazo a las prácticas laborales obligatorias no rentadas impuestas por el Gobierno de CABA. ¿Qué son y cómo funcionan estas prácticas?

Bajo el eufemismo de “Actividades de Aproximación al mundo del trabajo” (ACAP), el Ministerio de Educación de la Ciudad obliga a los alumnos a cumplir horas laborales en Rappi, hoteles privados, Accenture, locutorios, distribuidoras de alimentos, policía de la Ciudad, Higiene Urbana entre otros espacios.

Según promociona el sitio web oficial del gobierno porteño, las ACAP les permitirán a los estudiantes «desarrollar nuevas capacidades, tomar decisiones con autonomía, y estimular su creatividad, su pensamiento crítico y su potencial de trabajar en equipo».

“Desarrollar nuevas capacidades” lavando platos

Pese a la presentación oficial, las tareas concretas que cumplen los alumnos en tanto pasantes sin sueldo son de limpieza o servicios primarios. A modo de ejemplo inmediato: la semana pasada, alumnos del Lengüitas, cuando llegaron a cumplir con sus horas de ACAP en un importante hotel de cadena internacional fueron obligados a lavar platos.

Gracias a las ACAP, los estudiantes de bachillerato internacional del Lengüitas también pudieron «estimular la creatividad y el pensamiento crítico» armando sándwiches en Cacyr  (la misma empresa contratada por CABA que, casualmente,  provee las cuestionadas viandas a los colegios) preparado de órdenes de compra de Rappi, o cumpliendo tareas similares en otras empresas privadas bajo un denominador común: ninguna de las tareas que se les asignan se relaciona con las especialidades de los estudios que cursan.

Así, los y las menores de edad que aspiran a capacitarse en docencia, idiomas, o carreras universitarias, deben, sin embargo, dejar de lado tamañas pretensiones. En su lugar, el Ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña juzga mucho más adecuado que los bilingües cumplan trabajos obligatorios sin sueldo en Rappi o fábricas de sándwiches durante 120 horas cátedra –quitadas a Matemática, Historia, Química o Filosofía, dependiendo de cada caso– que fueron suprimidas, en la práctica, de la currícula anual. ¿Para qué perder tiempo estudiando Historia o Filosofía?

ACAP en vez de Química o Matemáticas

Según numerosos testimonios recogidos por Télam, las 120 horas de clases presenciales de las materias referidas no se recuperan; Historia, Filosofía y Matemática son ilegalmente reemplazadas por los servicios referidos en lugares de trabajo a los que chicos y chicas llegan solos, sin personal docente a cargo ni autorización específica de los padres.

Una vez allí, alumnos y alumnas tienen la obligación de obedecer a jefes desconocidos en ámbitos donde mandan adultos no preparados para recibirlos. Las condiciones para el abuso propiciadas por Acuña no pueden ser más perfectas.

Todos estos casos están documentados en la exhaustiva investigación periodística hecha por Télam a raíz de los primeros reclamos de alumnos y padres que resonaron a comienzos del año lectivo.

Las ACAP son ilegales

En la misma investigación de Télam acerca de las ACAP, se fundamenta con detalles y documentación la ilegalidad explícita de las pasantías laborales obligatorias impuestas por decreto, violando la propia normativa de la Ciudad – la ley 3.541, sancionada en 2010 bajo gestión del PRO) donde se especifica textualmente que dichas prácticas sólo podrán ser voluntarias.

Los y las estudiantes aceptaron parcialmente las presiones para trabajar gratis en ámbitos adversos bajo amenaza de incumplir con «una materia curricular» (eso se les mal-informa).

En función de las ilegalidades expuestas (a las que se suma el trabajo gratis impuesto a menores bajo amenazas, contra la ley de Educación vigente) colegios como el Mariano Acosta se organizaron para hacerse oír.

Al Acosta se sumaron el Esnaola, el Lengüitas, el Mariano Moreno, la Federico García Lorca, la Ernesto Padilla, el Liceo 5 Pascual Guaglianone y la Escuela de Cerámica N°1, Danzas 2 e Yrurtia. Y se siguen sumando instituciones, por iniciativa de los respectivos Centros de Estudiantes.