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La sortija

La sortija

La sortija es un instrumento metálico insertado dentro de una pieza de madera con forma de calabaza. Es agitada por el calesitero, que se posiciona de pie abajo de la calesita en un lugar fijo; mientras los niños intentan agarrarla ya que quien consigue hacerlo, obtiene el derecho a dar una vuelta adicional en calesita de manera gratuita.

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¿Qué es un Calesitero?
Persona que es dueña de una calesita o se encarga de su funcionamiento.

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La sortija se introdujo en la calesita durante los años 30, época en la que solía encontrarse a calesiteros nómadas, que armaban sus calesitas en cualquier potrero, donde permanecían un tiempo y luego se mudaban a otro sitio.

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La sortija de  la Calesita de Pedrito
Calesita de Palermo del Parque Las Heras

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Tradicional calesita de Palermo, ubicada en el parque Las Heras. Es muy recomendable para hacer un paseo económico con chicos. La calesita es grande, tiene 2 pisos, con gran variedad de caballos, autos, camiones, naves espaciales y animales. Es un clásico de Palermo donde todos hemos ido alguna vez. RECOMENDABLE.

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Av. Cnel. Díaz 2302, C1425DQW CABA

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Corrida de sortija.

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El juego en la región del Río de la Plata

La práctica de este juego.

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La corrida de sortija es un antiguo juego ecuestre practicado en Europa durante la edad media,  norte de África y el campo rioplatense. En esta última zona está asociado a la tradición gaucha y aún es practicado en algunas partes de Argentina, Uruguay y Paraguay.

Aparece mencionado por Miguel de Cervantes en su obra «El coloquio de los perros» (Novelas ejemplares), publicadas en 1613, del siguiente modo:

…y sobre ella puso una figura liviana de un hombre con una lancilla de correr sortija, y enseñóme a correr derechamente a una sortija que entre dos palos ponía;…

En un diccionario de lengua española de 1734 se define este juego como:

Fiesta de a caballo, que se ejecuta poniendo una sortija de hierro de tamaño de un ochavo segobiano, la cual esta encajada en otro hierro, de donde se puede sacar con facilidad, y este pende de una cuerda o palo a tres o cuatro varas alto del suelo: y los Caballeros o personas que la corren, tomando la debida distancia, a carrera, se encaminan a ella, y el que con la lanza se la lleva, encajandola en la sortija, se lleva la gloria del mas diestro y afortunado.

Si bien su origen concreto es desconocido, se tienen noticias del mismo desde el medievo europeo, en el llamado torneo medieval, donde se celebraban todo tipo de juegos, justas y ejercicios ecuestres.

El juego es también popular en la zona norte de África.

ARGENTINA

Torneo

Durante la Edad Media había un tipo de torneo medieval en el que los caballeros se retaban a caballo a insertar un anillo en la punta de su lanza. Esto aún se mantiene en algunos sitios como Argentina, donde la corrida de sortija es un juego gaucho tradicional de habilidad que data del siglo XVII y que consiste en que un jinete debe, en su caballo, a todo galope, embocar con un palo una argolla que se encuentra a una altura entre 2,5 y 3 m. Se acostumbra que el gaucho que tome la sortija, se la dé a la mujer de su preferencia.

La ubicación de la sortija, la distancia de partida y la forma de recogerla puede variar según la región donde se practique o los medios disponibles.

En la ciudad de Buenos Aires es posible observar el espectáculo los fines de semana en el barrio de Mataderos durante el desarrollo de la tradicional feria homónima.

En un arco de 2 a 3 metros de altura cuelga una sortija o argolla: el jinete debe embocar un palillo o puntero, que lleva en su mano, dentro de la sortija arrancando su carrera desde una distancia de aproximadamente 100 metros, parándose sobre los estribos y con el brazo en alto. En ocasiones se acostumbra que el gaucho que tome la sortija se la dé a la mujer de su preferencia.

A veces los competidores se dividen en dos grupos en línea y a la señal parten de a uno alternativamente desde uno y otro grupo. El público observa a ambos lados de los corredores.

Thomas J. Hutchinson, médico y geógrafo que se hizo cargo del consulado británico en la ciudad de Rosario entre 1861 y 1868, describió el juego del siguiente modo:

La sortija es en la actualidad el deporte más frecuente del gaucho, y se ve en carnaval y otros días festivos. Se juega como sigue: en la plaza principal de la capital, y a eso de las cinco de la tarde, se verán plantados en el centro de la calle más importante, o en la Plaza Mayor, dos postes verticales de madera, de poco más o menos diez pies de altura, cruzados por una viga.

En el medio de esta viga atravesada, y por debajo, está suspendida flojamente una pequeña sortija, no más grande que un anillo de boda. Un gaucho, galopando rápidamente por debajo de ella, debe llevarse la sortija en un trozo de ramita, tan gruesa como un lápiz común o una lapicera. Fracasan muchas veces porgue no basta hacerla saltar sin retenerla en el palito. Pero, por supuesto, se logran muchos triunfos, y cada uno es aclamado por un «¡Viva!» «¡Viva!».

En Europa
Actualmente se conserva esta tradición en la Fiesta de Sant Joan de Ciudadela (España) que se celebra desde la conquista de la isla de Menorca por la Corona de Aragón en el siglo XIII, así como en la ciudad sarda de Oristán durante sus carnavales. Ambas ciudades se encuentran hermanadas desde 1991 por compartir este ancestral juego ecuestre.

Calesitas

Carrusel, caballitos, calesita o tiovivo son nombres para hacer referencia a un medio de diversión consistente en una plataforma rotatoria con asientos para los niños. Con frecuencia los «asientos» tienen forma de caballo de madera, desplazados mecánicamente hacia arriba y hacia abajo para simular el galope. Normalmente, la música se repite mientras el carrusel da vueltas.

La sortija es un anillo liso. Siempre ha tenido carácter simbólico por el hecho de no tener principio ni fin.

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Aunque los carruseles modernos están fundamentalmente compuestos de caballos, los carruseles de periodos anteriores a menudo incluían diversas variedades de animales, como perros, caballos, conejos, cerdos y ciervos, por nombrar algunos.

Ramón Falcón y Miralla, barrio de Liniers.⁣
La pera y la sortija, los caballitos que suben y bajan, las vueltas y vueltas que nunca sacian nuestras ganas de más, el perfume de las manzanas acarameladas que condecoran el clima ideal, son sólo algunos recuerdos que se nos hacen presentes cuando pensamos en la calesita de nuestra infancia.⁣

Hoy refrescamos nuestra memoria con la historia de Don Luis, hijo de calesitero, dueño de una de las calesitas más antiguas de la Ciudad de Buenos Aires, con animales y autitos que datan de 1920. Actualmente su calesita sigue girando, una pared de un metro y medio la separa de la calle desde donde se la ve cubierta por una lona verde, en la esquina de Ramón Falcón y Miralla, barrio de Liniers.⁣

Le regaló un carrusel a cada uno de sus hijos cuando terminaron la escuela y cumplió su sueño de formar una familia de calesiteros

Entre calesitas y carruseles, en la Ciudad de Buenos Aires hay 56. Cuatro de ellas pertenecen a la familia de Miguel Ángel Vignatti.  El hombre cuenta las dificultades del oficio y explica por qué decidió que las atracciones sean su legado. «Son más de 35 años instalado en el barrio, en los que pasaron distintas generaciones. Hoy me encuentro con hombres grandes, mayores, que se criaron conmigo y ahora traen a sus nietos. Y eso a mí me hacen sentir como parte de la familia de Mataderos», comienza el diálogo

Geografía

La Sortija
La Sortija es un paraje rural del Partido de Tres Arroyos, en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra a 67 km al noroeste de la ciudad de Tres Arroyos a través de un camino rural de tierra que se desprende desde la Ruta Provincial. La habilitación de la estación ferroviaria del Ramal Juan E. Barra – Coronel Dorrego del Ferrocarril del Sud en 1929, dio lugar a la formación del pueblo. La posterior clausura de 1977 de los servicios ferroviarios provocó la declinación demográfica. En los últimos censos de 2001 y 2010, fue censado como población rural dispersa.

En Colombia