Talibanes amenazaron con volver a atentar contra una niña activista paquistaní

Lo que les espera a las mujeres occidentales si avanzan los fundamentalistas isalmicos sobre Ámericalatina.

La milicia talibán que atentó contra Malala Yousafzai, defensora del derecho de las mujeres a la educación, advirtió que intentará volver a tratar de asesinarla. Líderes islámicos paquistaníes repudiaron el atentado.
El ataque perpetrado ayer contra una joven paquistaní de 14 años, activista en favor de la educación de las niñas, generó indignación nacional e internacional pese a lo cual el grupo talibán que la baleó advirtió que si sobrevive volverán a tratar de asesinarla.

Malala Yousafzai fue intervenida quirúrgicamente hoy y los cirujanos lograron extraerle una bala que se encontraba cerca de su espina dorsal.

Pero como si lo bárbaro del hecho no fuese suficiente, el principal vocero del grupo talibán que perpetró el ataque, Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), advirtió que si la niña sobrevive volverán «a tratar de matarla».
“Ella considera que el presidente Obama es su líder ideal. Malala es el símbolo de los infieles y la obscenidad”, agregó.

Yousufzai recibió disparos en la cabeza y el cuello y se encuentra en estado crítico. En un primer momento, el equipo médico había advertido que no tenía medios para extraerle la bala y había aconsejado su traslado al extranjero para la intervención quirúrgica.
Sin embargo, esta madrugada se vieron obligados a operarla de emergencia después de que la joven desarrollara una inflamación en la parte izquierda del cerebro, informó la agencia de noticias Europa Press.
«Sigue inconsciente y permanece en la unidad de cuidados intensivos», declaró el jefe del equipo médico encargado de Yousufzai, Mumtaz Jan, en un hospital militar de la ciudad de Peshawar.
Yousufzai fue atacada ayer cuando regresaba a su casa desde su escuela, ubicada en Mingora, la principal ciudad del valle del Swat, junto a otras dos niñas.
La joven es conocida por su defensa del derecho a la educación de las niñas paquistaníes y por su denuncia de la represión talibán en el valle del Swat. Como parte de su campaña, en 2009 empezó a escribir un diario sobre la vida en la zona para la cadena BBC Urdu, bajo el pseudónimo de Gul Makai.
En uno de los escritos en su blog, escribió lo siguiente: «Cuando hacemos fila en el patio por la mañana nos dicen que no llevemos ropa de colores porque podría molestar a los talibanes».
Los talibanes rechazan casi todos los derechos de las mujeres y consideran contrarios al Corán (libro sagrado de los musulmanes) a quienes no cumplen con esa interpretación fundamentalista de sus reglas.
Ese es el caso de Tehrik-e-Taliban Pakistan, una alianza de milicias talibán paquistaníes que actúa en las regiones tribales, que a la vez reivindicó la autoría del demencial ataque.
La joven activista recibió un disparo en la cabeza y otro en el cuello, mientras que las otras dos menores de edad también han resultado heridas, pero están fuera de peligro.
Ehsanullah Ehsan, otro de sus portavoces, argumentó que Yousufzai «es una joven profana pro occidental» que promovió la cultura de Occidente y se mostró contraria a los talibán, por lo que justificó el atentado citando partes del Corán en las que se relata el asesinato de niños o mujeres.
«Cualquier mujer que, por el medio que sea, juegue un papel en la guerra contra los muyahidines debe morir», declaró el portavoz. «Estamos totalmente en contra de la educación mixta y de un sistema educativo laico», agregó.
El atentado fue duramente condenado en Pakistán y las portadas de los diarios nacionales mostraron la fotografía de la joven, vendada y ensangrentada, camino del hospital. «El odio contra la esperanza», escribe el diario Express Tribune en su titular.
El hecho fue condenado también por numerosos líderes tribales de la etnia Pashtún, del noroeste de Pakistán. «Este ataque es contrario a los Pashtún y a las prácticas islámicas», declaró Jurshid Kaka Ji, jefe de una `jirga´ (consejo tribal) de Swat.
«Las fuerzas de seguridad y la Policía deben capturar a los autores y castigarlos», prosiguió. «Si no capturan a esa gente, la paz que se consiguió en Swat después de tanto derramamiento de sangre se vendrá abajo», advirtió.