Telescopio europeo será lanzado el 1 de julio a explorar el lado oculto del universo
El telescopio espacial europeo Euclid será lanzado el 1 de julio desde la base estadounidense Cabo Cañaveral, en Florida, para intentar desentrañar dos grandes enigmas del universo: la materia y la energía oscuras, según lo anunció hoy la Agencia Espacial Europea (ESA) en la red social Twitter.
El satélite irá a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía estadounidense SpaceX.
Concebida por la empresa Thales Alenia Space, la nave de dos toneladas de peso, 4,7 metros de altura y 3,5 metros de largo, se posicionará cerca del telescopio espacial James Webb, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.
Desde dicha ubicación, llamada punto de Lagrange 2, Euclid -en homenaje al padre de la geometría, el griego Euclides- proyectará un mapa tridimensional del universo, que abarcará 2.000 millones de galaxias, cubrirá un tercio de la bóveda celeste, y retrocederá en el tiempo hasta 10.000 millones de años.
Esta inédita cartografía tiene por objetivo reconstruir la historia del universo «por tramos de tiempo», explicó el astrofísico Yannick Mellier, del consorcio Euclid, durante una rueda de prensa realizada el 13 de junio.
La idea es levantar una esquina del velo que oculta la materia y la energía oscuras, que constituyen el 95% del universo, pero cuya naturaleza se desconoce por completo, al no ser visibles, informó la agencia AFP.
Ambos componentes son, por ahora, puramente teóricos, pero los científicos los necesitan para comprender el cosmos.
Según su hipótesis, la materia oscura actuaría como un cemento dentro de las galaxias, lo que explicaría por qué no se dispersan en nubes de estrellas.
En cuanto a la energía oscura, su existencia es necesaria para explicar la expansión acelerada del universo.
Gracias a esta misión, los astrónomos esperan comprender mejor cómo actúan y evolucionan con el tiempo ambos componente, concluyó AFP.
El lado oscuro del universo es un concepto utilizado en la cosmología y la física teórica para describir la parte del universo que no puede ser detectada directamente por los métodos tradicionales de observación. Se refiere a la materia y la energía que no emiten, reflejan o interactúan con la luz o cualquier otra forma de radiación electromagnética, por lo que no pueden ser observadas directamente con telescopios u otros instrumentos ópticos.
Hay dos componentes principales del lado oscuro del universo: la materia oscura y la energía oscura.
Materia oscura: Se cree que la materia oscura es una forma de materia que no interactúa con la radiación electromagnética y, por lo tanto, no emite ni refleja luz. No se ha observado directamente, pero su existencia se infiere por los efectos gravitacionales que tiene en las galaxias y en las estructuras a gran escala del universo. Se cree que la materia oscura constituye aproximadamente el 27% de la masa total del universo, pero su naturaleza precisa aún es desconocida.
Energía oscura: La energía oscura es un tipo de energía hipotética que se postula para explicar la aceleración en la expansión del universo. A diferencia de la materia oscura, que ejerce una influencia gravitacional atractiva, la energía oscura se cree que tiene un efecto repulsivo, lo que hace que la expansión del universo se acelere. La energía oscura constituye aproximadamente el 68% de la energía total del universo, según las observaciones más recientes.
Ambos conceptos, materia oscura y energía oscura, son objeto de intensa investigación científica. Los científicos están trabajando para comprender mejor su naturaleza y sus implicaciones en la estructura y evolución del universo.
El lado oscuro del universo, compuesto por la materia oscura y la energía oscura, presenta las siguientes características:
No interactúa con la luz: Tanto la materia oscura como la energía oscura no emiten, reflejan ni absorben luz o cualquier otra forma de radiación electromagnética. Esto significa que no pueden ser detectadas directamente con instrumentos ópticos.
Influencia gravitacional: Aunque no interactúan con la luz, tanto la materia oscura como la energía oscura tienen efectos gravitacionales en el universo observable. La materia oscura, a través de su influencia gravitacional, afecta la formación de estructuras cósmicas, como galaxias y cúmulos de galaxias. La energía oscura, por su parte, se postula que es responsable de la aceleración en la expansión del universo.
Abundancia en el universo: La materia oscura constituye aproximadamente el 27% de la masa total del universo, según las estimaciones científicas más recientes. Por otro lado, la energía oscura representa aproximadamente el 68% de la energía total del universo. Estas dos componentes predominantes conforman la mayor parte del contenido del universo, dejando solo un pequeño porcentaje para la materia ordinaria que conocemos y podemos observar directamente.
Naturaleza desconocida: A pesar de los avances científicos, la naturaleza precisa tanto de la materia oscura como de la energía oscura sigue siendo desconocida. La materia oscura aún no ha sido detectada directamente, y su composición y propiedades son objeto de investigación activa. Por su parte, la energía oscura es una entidad hipotética, y las teorías para explicarla varían desde la constante cosmológica hasta modelos más complejos que involucran campos cuánticos.
Importancia en la evolución cósmica: El lado oscuro del universo desempeña un papel crucial en la evolución y la estructura a gran escala del cosmos. La materia oscura, a través de su influencia gravitacional, ha permitido la formación de las estructuras cósmicas que observamos, mientras que la energía oscura parece ser responsable de la expansión acelerada del universo, lo cual es un fenómeno fundamental en la cosmología moderna.
En resumen, el lado oscuro del universo se refiere a la materia oscura y la energía oscura, dos componentes que constituyen la mayor parte del contenido del universo y que no interactúan directamente con la luz. Aunque sus características y naturaleza aún son un misterio, su estudio es esencial para comprender la formación, evolución y destino final del universo.