Un brillante regreso de la guitarra de Pat Metheny al jazz contemporáneo. «Unity band»

path2La guitarra de Pat Metheny, en un brillante regreso al universo del jazz, encabeza la serie de novedades discográficas de esta semana con un álbum en el que propone un viaje sonoro acompañado por varios nuevos músicos que potencian su reverenciado discurso estético.
La riqueza sonora de las seis cuerdas se expande allende el Atlántico y también brilla rioplatense en las manos milongueras de Osvaldo Lagos.
El repaso añade los diversos aires rockeros que Maturana halla cuando “Suena la calle”, que La Ponderosa ejecuta “Del otro lado” y que para Fena Della Maggiora se ubican “Nosedonde”.

“UNITY BAND”, PAT METHENY
Después de sus discos solistas “Whats It All About” (2011), en el que con formato acústico recreaba clásicas canciones norteamericanas , y de la experiencia robótica de “Orchestration” (2009), Pat Metheny presenta nueva banda y nueva propuesta, virada al jazz clásico contemporáneo y más lejos de su sonoridad de carreteras con marcas de country y blues.
El músico de Missouri de 57 años, que fue un quiebre en la historia de la guitarra de jazz, se une en este disco al saxo de Chris Potter para construir desde esta alianza un sonido nuevo en su carrera y en el que se reencuentra con el saxo en línea frontal después de 30 años.
El resultado es un notable material que alterna temas con guitarra eléctrica y pedales y otro de bases más acústicas, en el que Potter y Metheny improvisan, recorren distintos caminos en busca de diálogos y van armando un collage sonoro denso y amable.
La base rítmica está compuesta por el notable baterista mexicano Antonio Sánchez, miembro del Pat Metheny Group y el Pat Metheny Trío y por la joven promesa del bajo llamada Ben Williams, que aportan un temperamento, un rodaje y una energía demoledoras.
La banda grabó el disco en febrero de este año y desde entonces no para de tocarlo en una extensa gira en la que en julio visitan Marsella, Roterdam, Londres, Roma, Lisboa y Montreaux, entre otros 22 destinos europeos en 30 días.
Combustión pura, jazz de primer nivel, una banda notable que sería bueno ver en la Argentina en 2013.

“SUENA LA CALLE”, MATURANA
La impronta rioplatense que el quinteto había sabido exhibir en “Encendámonos”, su placa debut de 2009, no renuncia a una fusión vigorosa que parte del rock y abreva en aires de folclore, tango y candombe, pero ahora pone fuertemente el acento en la canción.
Y la decisión da forma a un álbum donde la impronta callejera y casi de fogón es capaz de entregar un testimonio que revaloriza ese formato y lo muestra como un sitio posible y fértil para generar músicas de este tiempo y de este lugar, capaz de integrar, además, aportes instrumentales de otras procedencias.
“Sal sol”, “Carnaval de ilusiones” (que abre el cd), “Luz y sombra” y “Voy”, cantados por Carlos “Tonga” Galván con unos modos que remiten a los de Gustavo Cerati, son los puntos altos de un cancionero que, al modo de la vieja revista Toco&Canto, incluye los tonos y los acordes ubicados sobre las letras de las canciones que integran la original y cuidada edición.
Junto al «Tonga», completan Maturana Mariano Valado (batería y percusión), Juan Manuel Galván (guitarras, arco electrónico, charango y coros), Adrián «Tuby» Puig (bajo eléctrico y coros) y Leandro Martín «Lelo» Galván (percusión, accesorios y coros), pero para “Suena la calle” aparecen aportes varios como los andinos de Fernando Barragán Sandi, el contrabajo de Pablo Motta, el baterista Nicolás Enrich, el violinista Marta Roca y el acordeonista Nicolás Perrone.
El cd será presentado el sábado 11 de agosto desde las 21 en la sala El Baruyo (Belgrano 3584, Capital).

“NO MILONGA”, OSVALDO LAGOS
El guitarrista Osvaldo Lagos, músico estable del Festival de Doma y Folclore de Jesús María, debuta en solitario con un registro donde pone su talento interpretativo al servicio de mostrar las posibilidades expresivas de la milonga.
En compañía de los también violeros Gustavo Catrihual y Mauro Caggiano, Lagos propone un viaje de cuerdas en el que la milonga se aprecia como un territorio sutil, enérgico, envolvente, infinito.
Gracias a ese carácter, el hijo del payador uruguayo Waldemar Lagos se atreve a milonguear piezas de otros géneros musicales como “Hotel California” (clásico rockero de los Eagles) y “Para Elisa” (de Ludwig Van Beethoven) y también regala una selección de enganchados de Alfredo Zitarrosa.
La recorrida instrumental de la placa, no impide que Lagos y Catrihual entonen el gato “El doberman” y luego irrumpe la voz de César Isella para acompañar una versión del siempre imprescindible “Triunfo agrario” que quien fuera integrante de Los Fronterizos compuso junto a Armando Tejada Gómez.
“DEL OTRO LADO”, LA PONDEROSA
Este combo rockero quilmeño acaba de publicar su segundo álbum con la producción artística de Alvaro Villagra y Nelson Pombal, que sucede a “Sigo, sigo, sigo” del 2010 y contiene canciones que lo muestran más metidos en terrenos de Los Rolling Stones, los Faces, Black Crowes y los primeros Aerosmith.
La banda esta integrada por Marcos Ferreirone en voz, guitarra y coros; Federico Varela en primera guitarra, voz y coros, Fabián Ferian en guitarra, Francisco Fernández en bajo, Mariano Assad en batería y Gustavo Núñez en armónica.
La fórmula que mejor le cabe a la banda es la de las baladas rockeras y los rockitos a medio tempo, que la muestra transitando el camino iniciado por los platenses de Guasones.

“NOSEDONDE”, FENA DELLA MAGGIORA
Después de cuatro años de silencio, el músico, animador y actor que fue parte del Fontova Trío, en los 90 fue ladero de Fabi Cantilo y se desempeño como “rapportero” de Marcelo Tinelli y actualmente conduce sendos programas por las pantallas de Canal 7 y Encuentro, presenta su sexto álbum en solitario en busca de encontrarle un tono a su música.
Pero la apuesta por ubicarse como una suerte de trovador rockero en un sitio en el que de acuerdo al arte de tapa del cd conviven Juan Domingo Perón, David Bowie, Alfred Hitchcock, Ceferino Namuncurá y el propio músico, suena impostada y artificial por culpa de un repertorio que no halla el rumbo ni siquiera por los ilustres aportes de celebridades como Fito Páez y David Lebón, entre otros.
Una versión electrificada de “Sueño con serpientes”, del cubano Silvio Rodríguez, y la canción propia “Princesa Junco” son los momentos salientes de un álbum “dedicado a Luis Alberto Spinetta, con amor para siempre” y que, llamativamente, fue “realizado con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes”.