Un estudio revela que la catedral para la trampa es Palermo Soho.

Por Alejandro Bellini

¿Ahora, Donde esta tu novia o novio?

Un estudio encargado por Palermonline dio como resultado que la catedral para la trampa es Palermo Soho. Casí la mitad de los consultados dijo que su novia o esposa, novio o pareja estaban en otro barrio en el momento de la pregunta, incluso en la Discoteca Esperanto, el número de trampas aumenta significativamente.

Muchos mitos o mejor dicho, condicionamientos, nos han sido enchufados desde que nacemos. Uno de ellos es el de la monogamia. Supuestamente nos enamoramos, nos casamos, formamos una familia para toda la vida y somos felices. La realidad es que esto difícilmente ocurre.

La inmensa mayoría de las parejas con cierto tiempo juntos, o bien ya están separadas o viven como el orto. La mayoría de estas últimas no se anima a separarse por dependencia material o emocional. Para mi ese «amor» dura lo que dura dura. Y además n o es amor, es pasión o más precisamente calentura.

Este es un tema un poquito largo y complicado para tratarlo aquí. Hoy yo quería referirme a otro mito, uno de los más comunes.

Es un comentario común que los hombres somos más infieles que las mujeres.

Tan común como que vivimos en una sociedad machista. Los hombres que tienen muchas mujeres son unos «fenómenos», pero las mujeres con mucha experiencia sexual son unas «trolas». La referencia al sexo «débil», etc.

Todas estas cuestiones, que están íntimamente relacionadas, son una soberana pelotudez.

También es usual escuchar «me cojí a tal mina».

¡Qué te vas a cojer, boludo!

Desde que el mundo es mundo, son ellas las que nos cojen a nosotros como y cuando quieren. No es casualidad que mayormente sean los hombres quienes violan a las mujeres y no a la inversa.

Es que la utilización de la fuerza, lejos de demostrar fortaleza es un claro signo de debilidad.

Pero entonces, ¿somos más infieles?. Sí, eso creemos. La pregunta es, si lo somos, ¿con quiénes lo somos?

Se piensa que la mayor parte de la población mundial es del sexo femenino. Craso error. La muy leve supremacía, de menos del uno por ciento, es simplemente porque las mujeres viven algo más. O sea, las que sobran son viejas, encima.

Si somos mitad y mitad, y la mayor parte de los hombres son infieles, mientras que la mayor parte de las mujeres no, la pregunta inevitable es: ¿Con quienes somos infieles los hombres?

Los números no cierran, definitivamente.

La respuesta no la podremos encontrar en el plano matemático, simplemente porque no la hay.

Yo tengo otra teoría, no es que seamos más infieles, es que la mujer es más zorra, más callada.

Además, la infidelidad no existe, pues no se puede ser infiel hacia algo que uno no quiere.

Desde la sospecha hasta la certeza, va destruyendo la confianza de los integrantes de la pareja en la que se basó la relación.

Una de las peores traiciones hacia nuestra pareja o por parte de ella es la infidelidad. Generalmente pensamos que la persona infiel es la única culpable, sin embargo la infidelidad es el resultado de la crisis de una pareja. La infidelidad no sucede espontáneamente, y lejos de ser justificada, existen motivos que la provocan.

Existen hombres y mujeres que jamás perdonarían una infidelidad, otros deciden auto engañarse para no tener que enfrentarse a la realidad. Descubrir que hemos sido traicionados por la persona amada siempre es una experiencia dolorosa y hasta humillante, puesto que se ponen en juego los valores que fundamentan una relación de pareja, como son la confianza, la sinceridad y el respeto.