Un Gobierno vs el asesinado mapuche Rafael Nahuel

Gobierno afirmó que mapuches iniciaron ataque con «armas de grueso calibre», pero ¿donde están las armas?
El Ministerio de Seguridad salió hoy al cruce de las críticas por el rol de las fuerzas federales en la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel en Río Negro y relató que el hecho se dio en el marco de un «enfrentamiento armado» y una «emboscada» contra cuatro prefectos. El juez de la causa ¿»determinará responsabilidades»? pero la pregunta del millón es ¿donde están las armas de grueso calibre?. Hasta ahora en la causa hay un fallecido por balas de Albatros, y heridos, otro dolor de cabeza de Macri, que se le hunden los submarinos y no los encuentra, mientras sus fuerzas de seguridad están perdiendo el tiempo y a los tiros con pibes de 27 años que no tienen trabajo en las montañas del sur, esos pibes pueden transformarse en miles, si no le encuentran otra manera de negociar, que no sea ahogando 44 marineros y/o matando con plomo a un mapuche. Algo Macri hace mal y es evidente. En el Ministerio de Seguridad tomaban como válido el relato que la patrulla de cuatro miembros del grupo Albatros de la Prefectura hizo del encontronazo con un grupo de entre 10 y 20 personas, que usurpaban el predio desalojado días atrás y que presuntamente pertenecían a la RAM, que encabeza Jones Huala, hoy detenido y a punto de ser extraditado a Chile. ¿Alguien le dijo al Albatro que mató al mapuche que va a ir preso tarde o temprano por una orden mal dada y mal ejecutada?

Que dicen sus amigos del barrio
Escribe Alejandro Palmas

“Se fue al campo para despejarse un toque” con esas palabras el Maxi, su amigazo de la vida, nos anunció que Rafa se había ido con su tía a la recuperación mapuche de Mascardi y que por eso esa semana no iba a estar entre nosotros. No tenía militancia mapuche reconocida pero en la búsqueda, de un proyecto de vida cerca de la naturaleza y el bosque, que lo sacara de una realidad agobiante, encontró la muerte a manos de la Prefectura y la Gendarmería.

Rafa caminaba por los bordes, como tantos pibes de los barrios que le disputan una revancha a la dura vida que les tocó en las barriadas humildes del alto de Bariloche. Conseguir laburo piola con apellido mapuche y dirección en el Nahuel Hue es casi una utopia. Por eso el Rafa andaba por los bordes y caminaba los espacios que lo esperanzaban con un cielo azul en el horizonte gris de Bariloche.

A diferencia de los otros pibes , que se avergüenzan de su apellido mapuche o hasta toman partida por el discurso del opresor; el Rafa sabia perfectamente lo que es participar de un “trawun”, de una “prerrogativa”, de saber que sus familiares directos son autoridades del pueblo ancestral mapuche. Que de eso se está orgulloso, no avergonzado.

Había aprendido a soldar y se manejaba con la carpintería. Las últimas semanas reparó el arco de futbol del Ruka Che donde todos los martes y viernes nos juntamos a fabricar el proyecto de vida que la ciudad les niega.

Ayer su destinó se truncó cuando las balas asesinas de las fuerzas de seguridad nacionales despejaron a sangre y fuego el sacrosanto derecho a la propiedad privada. Que en este sistema, vale más que la vida de un pibe tigre.

Ayer mientras esperábamos ver el cuerpo para poder confirmar que se trataba del Rafa la única imagen que pude ver, es su sonrisa, sus ganas de encontrarle un atajo a tanta miseria planificada. Su sueño de quizás rescatarse en la espesura del monte, de volver tras los pasos al despojo del pueblo mapuche y rescatarse con una forma de vida cerca de la tierra y los animales.

Ese. El sueño del pibe tigre se fue para siempre. Nos queda su sonrisa, su sueño trunco y el abrazo que me hubiera gustado darle antes de su último viaje.

La crónica de una muerte anunciada. En realidad de dos muertes, una de Maldonado y otra de Nahuel

Albatros hirió a tres mapuches con disparos, uno murió porque la bala le afectó a órganos vitales: mientras que los otros dos quedaron heridos con su vida fuera de peligro. El hecho se relaciona con el mismo conflicto que ya se cobró la vida de Santiago Maldonado, ahogado tras un operativo de Gendarmería.

El tiroteo se produjo en el Lago Mascardi, cerca de Bariloche, a poca distancia del punto central del conflicto mapuche, la estancia de Benetton que ha ocupado desde hace dos años el grupo liderado por Facundo Jones Huala. Casi cada semana se producen pequeñas ocupaciones de tierras en la zona y también hay algunos desalojos y tensiones con la policía, pero hasta ahora no se había llegado al nivel de tener encima de la mesa un muerto a manos de la policía.

Los agentes de Prefectura afirman que no hicieron otra cosa más que responder a los disparos de los activistas mapuches, pero a falta de una investigación detallada, lo que se sabe es que los únicos heridos son los tres miembros del este pueblo originario argentino, que reivindica toda esta zona de la Patagonia como su territorio natural hasta que fueron expulsados a finales del siglo XIX en la llamada conquista del desierto.

Del otro lado están los mapuches heridos y también otros compañeros que trataban de defender una ocupación de tierras en una zona que pertenece a Parques Nacionales, esta vez no se trata de un propietario privado multimillonario como Benetton.

La muerte del mapuche llegó en un momento muy especial, justo en momentos en los que se producía el velatorio de Santiago Maldonado, algo que sumó puntos para que se incrementara la (ya creciente) presión que se vive en la Argentina durante los tiempos que corren.

Este dato fue un alivio para el Gobierno de Mauricio Macri, que vivió una crisis grave
con el caso Maldonado. Sin embargo, el hecho de que según los peritos no muriera a manos de un gendarme no despeja el hecho de que falleció en medio de un operativo de represión contra los mapuches, por lo que todos los ojos estaban puestos sobre la actuación de la policía en esta zona.

La muerte de un miembro de este pueblo originario, el más activo en la reivindicación de su territorio y el más violento, recrudece el conflicto. Este tipo de situaciones se habían dado en Chile, donde los enfrentamientos con grupos mapuches son frecuentes y muy violentos, pero hasta ahora no sucedía en Argentina.

El caso de los mapuches tomó relevancia internacional por su conflicto con Benetton
pero en Argentina siempre se había tratado como un asunto menor. La muerte de Maldonado lo colocó en el primer plano. Este hombre muerto por disparos de la policía lo sitúa como un asunto prioritario en la política argentina.

El grupo liderado por Jones Huala reacciona con violencia a los intentos de desalojo,
pero hasta ahora lo había hecho con piedrazos, sin armas de fuego. La policía insiste en que respondió a disparos, pero si no logra probar que fue así, el escándalo se extenderá en Argentina, un país donde las causas de los pueblos originarios no tienen un apoyo masivo pero ahora sí cuentan con el respaldo de una parte de la oposición a Macri, en especial el kirchnerismo.

Repudio

La Asociación de Revistas Culturales Independientes de la Argentina (AReCIA) repudia el asesinato de Rafael Nahuel, de 22 años, joven integrante del colectivo Al Margen, así como también repudia el operativo represivo de las fuerzas de seguridad nacionales contra la comunidad Lafken Winkul Mapu en el que Nahuel fue asesinado y otros dos compañeros resultaron heridos.

AReCIA somos más que revistas, Nahuel participaba del proyecto Semillero del colectivo que edita la revista Al Margen, dónde aprendía un oficio con el que se ganaba la vida.

Exigimos el cese de la persecusión, la violencia y la militarización contra las comunidades originarias y quienes se solidarizan con sus reclamos. El joven de 22 años fue asesinado el mismo día en que eran velados los restos de Santiago Maldonado, que murió en el marco de la represión contra la comunidad Pu Lof de Cushamen, Chubut.

AReCIA exige justicia y castigo, el Estado es responsable.