Un gran Encuentro con un final bochornoso

El Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario fue verdaderamente histórico y multitudinario. Decenas de miles colmamos tres veces el Monumento a la Bandera y los más de doscientos talleres. En muchos de ellos votamos resoluciones a mano alzada. La marcha del sábado fue un hito, con más de cuarenta cuadras de movilización.

Lamentablemente, por responsabilidad de una minoría del Encuentro que, sin embargo, ocupa tradicionalmente la dirección de la Comisión Organizadora, el final de este Encuentro histórico fue bochornoso.

A pesar de que decenas de talleres resolvieron que el método para la elegir la próxima sede sea votar a mano alzada y propusieron que la misma fuera Buenos Aires, esta minoría representada por el Partido Comunista Revolucionario (PCR), impuso nuevamente en el acto de cierre el insólito método del “aplausómetro”, que consiste en aplaudir ante cada propuesta de sede. Este método es imposible de ser medido objetivamente. Para colmo,se negaron a habilitar el sonido y a permitir subir al escenario a la mayoría de las coordinadoras de los talleres que tenían las actas en mano con las resoluciones de los mismos. Estas actas expresaban la voluntad de miles de mujeres de votar y que la próxima sede fuera Buenos Aires.

Sin micrófono, integrantes de la Comisión Organizadora anunciaron que el próximo Encuentro sería en Chaco, de manera tal que solo lo escuchaba el sector minoritario que les respondía y que estaba rodeando el palco. Este sector, integrado por la militancia de la CCC-PCR y Patria Grande cantaba, de manera insólita, “no se vota, no se vota”. Más de la mitad de las presentes cantaban “Buenos Aires, Buenos Aires”, y exigían que se vote a mano alzada, para poder decidir la sede. En este marco, el sector de la Comisión Organizadora representado por el PCR y Patria Grande decidió desoír la voluntad de las bases y se retiró.

Luego de esto, las corrientes que integran el Frente de Izquierda (Pan y Rosas-PTS, Izquierda Socialista-Juntas a la Izquierda y Plenario de Trabajadoras-PO), junto con el MST, la CTA y miles de mujeres no agrupadas, continuaron el acto de cierre votando a mano alzada que la próxima sede fuera en Buenos Aires.

Quienes firmamos este comunicado de prensa, miembros de la Comisión Organizadora del XXXI° Encuentro de Mujeres en Rosario y militantes de Pan y Rosas, nos comprometimos desde el primer día a que se expresara la voluntad de las mayorías que participaron del Encuentro y seguiremos peleando para que así sea.