Un policía de la Bonaerense y otro de la Metropolitana se entregaron a la Justicia por caso de gatillo fácil, en el que Eric Milton Ponce recibió un disparo.

Un policía de la Bonaerense y otro de la Metropolitana se entregaron a la Justicia por el presunto caso de gatillo fácil, en el que Eric Milton Ponce recibió un disparo. El ataque ocurrió en la tarde de ayer, en el barrio porteño de Villa Urquiza. Los policías son hermanos. El agente de la Bonaerense está acusado de ser el autor del tiro. En tanto que, el efectivo de la Metropolitana está sospechado de intentar encubrir el hecho. Según trascendió, lo habría ocultado ante Asuntos Internos de la fuerza.

Fuentes judiciales informaron a la agencia de noticias DyN que los hermanos ya designaron a un abogado defensor particular y serán indagados en las próximas horas o mañana.

En tanto Ponce fue operado y su estado es grave. El ataque al joven despertó la ira de sus familiares y amigos, quienes se enfrentaron a policías de la Comisaría 49, quemaron un patrullero y destruyeron otros cinco. Durante los enfrentamientos, los manifestantes acusaron a un efectivo de esa dependencia policial de haberle disparado, el domingo por la tarde, un tiro en la cabeza a Ponce.

Los incidentes se desataron alrededor de las 22 de ayer, cuando familiares de la víctima y vecinos de la zona atacaron la comisaría. Según contaron desde el entorno de la víctima, la tragedia se habría desatado por una broma: ayer por la tarde, Milton Ponce junto a dos o tres amigos se encontraban en la plaza Alberdi, en el barrio de Saavedra. Según cuentan, intentaron “bromear” con un automovilista que había dejado su auto estacionado allí, diciéndole que debía plata ya que le habían cuidado el auto. Esto molestó al dueño del auto, que ingresó a un salón de fiesta. Minutos más tarde, salieron del lugar dos personas más, que se enfrentaron a Milton y a sus amigos, hasta que de pronto uno, según señala la familia, identificado como policía –no está claro si en actividad– sacó un arma y disparó. Algunas versiones dan cuenta de que “se escapó el disparo”, mientras que otros afirman que el disparo fue a quemarropa, a medio metro de la víctima.

«No había una situación que justificara la reacción del policía, quien en ningún momento se identificó como personal policial. Algunos testigos refieren que le dijo a uno de los chicos: ‘Mirá que estoy enfierrado’. Y el chico le dijo: ‘No, ¿pero qué es lo que vas a hacer? En ese momento, (el agente) da dos pasos para atrás, extrae el arma (de fuego) y dispara», detalló Luis Montini, abogado de la familia del joven. Una última versión, también proveniente del ámbito de la víctima, señalaba que los policías que llegaron al lugar “habrían dejado ir” a la persona que efectuó el disparo.

Cuando se supo la noticia sobre el disparo que Ponce había sufrido en la cabeza, unas 20 personas –familiares y vecinos de la víctima– se dirigieron a la Comisaría 49, localizada en la calle Machaín 3045, e intentaron atacarla. En el medio del tumulto, un patrullero fue prendido fuego y los otros cinco que estaban ubicados en la vereda del lugar fueron destruidos con proyectiles y piedras. Los agentes de la Comisaría 49 reprimieron con balas de goma y hasta utilizaron un matafuegos para intentar detener a las personas que atacaban los automóviles policiales.

Cuando se fue difundiendo la noticia de la muerte y los incidentes, más personas concurrieron al lugar, por lo que tuvieron que pedir apoyo a la Guardia de Infantería, que se ubicó en las esquinas de la dependencia policial: la de avenida Congreso y la de calle Quesada. Además, dos helicópteros sobrevolaron el lugar.

Durante la madrugada se hizo presente en el lugar el secretario de Seguridad, Sergio Berni y, esta mañana, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, negó que un efectivo de la Policía Metropolitana estuviera involucrado en el hecho. Su versión se contradice con la detención de un efectivo de la fuerza policial porteña.