Racket Club

Un spa en tu hogar.

Vivís a un ritmo alocado, no tenés tiempo para ir hasta un centro de relajación, estar allí tres o cuatro horas y salir renovada. Sin embargo, no querés renunciar al placer de poder mimarte, de sentir que podés dedicarle un rato a tu bienestar. ¿Cómo podés hacerlo? Es sencillo, es posible armar tu propio spa hogareño.

Lo primero que hay que hacer es cargar el Ipod o teléfono inteligente con música que te guste, pero esas canciones que te relajan, que te permiten olvidarte del resto del mundo. Así, podés llevarla a dónde decidas realizarte el tratamiento.

El segundo paso es poder aromatizar el ambiente. Para eso tenemos opciones. Si te gusta usar esencias naturales, los hornillos siguen siendo una alternativa perfecta, pues te permite también sumar el destello de la vela.

También se pueden colocar difusores (ahora los hay en forma de flor, que también son decorativos) o usar velar aromáticas. Un detalle: hay que tener cuidado que todos los elementos que incorpores remitan a un elemento, pues de no ser así es posible malograr el objetivo. Para tener un éxito asegurado, el aroma de la lavanda siempre es reconfortante, al igual que el de rosas.

Si lo que buscás es darte un baño de inmersión, podés aromatizar el agua con sales de baño o aceites. Estos pueden, además, hidratar mejor tu piel. También éste puede ser un buen momento para estrenar ese jabón que tenés guardado en una caja de lujo, que esperaste tanto para disfrutarlo. Un consejo: antes de entrar al agua apagá las luces, quedate solo con el reflejo de las velas.

Al salir del agua, acaríciate con un toallón previamente rociado con una fragancia. No dejés detalle librado al azar. Este ese el momento en que podés aplicarte las cremas elegidas.

Por último, descansá un mínimo de diez minutos. Para hacerlo, apoyá tu cabeza sobre una almohada de lino perfumada, para que todo lo conseguido en el baño se prolongue el mayor tiempo posible.

Por Leila B. L´Anet, a cargo del área creativa de Luxury Scents (www.luxuryscents.com.ar)