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Santiago Bernabéu: Una pelota con corona.

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Hay historias que se inician con pasiones sorprendentes. Con caminos cruzados y terquedad de los que llevan adelante los proyectos. Esas esencias son las que construyen el alma del presente. El Bernabeu es parte de la historia, aún más allá del fútbol. Aquí el relato.



Corría 1902 cuando se fundaba el Real Madrid. Julián Palacios fue el primer presidente, pero fue Juan Padrós, catalán y de Barcelona, responsable de la constitución formal. El interés en el fútbol crecía tanto en España que el Madrid propuso realizar un torneo en honor al rey Alfonso XIII. La iniciativa se convirtió en la Copa de España, más tarde, Copa del Rey.
Con un creciente número de socios, el club vio la necesidad de cambiar los terrenos donde jugaba para aumentar el número de espectadores y poder recaudar más dinero. Se desplazó al estadio de O’Donell. Y fue entonces, en 1920, cuando el Rey de España concedió el título de Real al club.

En los comienzos, el novato Madrid Foot Ball Club se instaló en un amplio terreno junto a la antigua plaza de toros. Propiedad de la reina Cristina, fue arrendado por 150 pesetas anuales. Los aficionados se agolpaban allí para ver los primeros partidos oficiales. Un edificio contiguo, la taberna La Taurina, hizo las veces de vestuario y almacén. Propiedad de los hermanos Padrós, sirvió para que los futbolistas se cambiaran y para guardar los postes de las porterías.

El paso de los años y la creciente afición propiciaron la necesidad de un nuevo cambio de escenario. Un recinto mayor para albergar a tanto espectador ávido de fútbol. El siguiente destino madridista, O’Donnell, se convirtió en el campo más moderno de la ciudad. Una valla separaba por primera vez a jugadores y espectadores para evitar invasiones. La construcción de graderío, con dos tribunas, dejó su aforo en 6.000 localidades.

La venta de los terrenos de O’Donnell para construir viviendas propició que el Real Madrid tuviera que buscar un nuevo estadio. El Velódromo de Ciudad Lineal se ajustó a las necesidades del momento (1923). Arturo Soria, su diseñador, lo adaptó a la práctica del fútbol. Primer campo de césped y con capacidad para 8.000 espectadores. Su amplitud y comodidad no fueron argumentos suficientes ante la dificultad de desplazamiento. Un año después, el club blanco construiría Chamartín, abandonando Ciudad Lineal.

Hacer la propia

Tras proclamarse campeón de la Región Centro en 1923, el Real Madrid abandonó el viejo campo de O’Donnell y decidió afrontar la gran aventura de construir un nuevo estadio. Un año después, nació el Viejo Chamartín. Un histórico recinto deportivo, con una capacidad para 15.000 espectadores. El conjunto madridista lo inauguró con una ajustada victoria ante el entonces temible Newcastle inglés (3-2).
Este coliseo fue una visión de Carlos López-Quesada, exjugador madridista y directivo en varias ocasiones. José María Castell se encargó de la dirección de las obras. Su proyecto contempló la construcción de una tribuna cubierta con 4.000 asientos con todos los adelantos y comodidades. Con el nombre hubo cierta polémica. Unos pretendían que se llamase ‘Parque de Sports del Real Madrid’, pero la mayoría se inclinó por ‘Campo del Real Madrid Fútbol Club’. Los aficionados fueron los que le llamaron ‘Chamartín’ y, pese a que nunca fue oficial, ese nombre pasó a la historia.

La Guerra Civil estalló el 18 de julio de 1936 y dejó el Viejo Chamartín en un estado pésimo. Para reponer los múltiples desperfectos hubo que invertir una importante suma de dinero. En octubre del 39, se reabrió con el primer derbi de la posguerra, en el que los blancos se impusieron al Atlético de Madrid por 2-1. La afición no decayó con el conflicto bélico y el campo registró un lleno absoluto. Tras sucesivas reformas, el estadio se amplió a un total de 25.000 localidades, pero no fueron suficientes para responder a la amplia demanda de aficionados.

Santiago Bernabéu llevaba muchos años soñando con la construcción de un nuevo coliseo y cuando accedió a la presidencia en 1943 lo hizo realidad. Puso en marcha un gran proyecto faraónico, con capacidad para 100.000 espectadores. Un impresionante estadio en el que se escribirían las páginas más brillantes de la historia del Real Madrid. El Nuevo Chamartín se convirtió en el mejor campo de Europa y uno de los más modernos del mundo. En su inauguración, en diciembre de 1947, el conjunto madridista se impuso al campeón de Portugal, Os Belenenses (3-1). Barinaga fue el autor del primer tanto que se marcó en aquel escenario.

La cabeza del genio

Santiago Bernabéu no se conformó con lo conseguido con la inauguración del Nuevo Chamartín. De su mente seguían surgiendo nuevas ideas para mejorar el estadio y adaptarlo a la creciente masa social del club. En esa segunda fase de construcción, que comenzó en 1952, los objetivos principales eran llegar a un aforo de 125.000 espectadores y dotar al recinto del equipamiento más moderno posible.
El estadio con la nueva capacidad se estrenó en junio de 1954. En 1955, los socios compromisarios decidieron por unanimidad que se llamara estadio Santiago Bernabéu. Con posterioridad se siguieron realizando obras de mejora. En 1957 se convirtió en el estadio mejor iluminado del mundo. En 1965 se completó el traslado de todas las oficinas del club, que desde su creación habían peregrinado por multitud de locales de la capital, a sus instalaciones.
La organización en España del Mundial de fútbol de 1982 obligó a una remodelación general del Santiago Bernabéu, estadio designado para albergar una de las fases de clasificación y la final. Era importante transmitir una imagen de modernidad a los millones de personas que seguirían el campeonato en directo o a través de la televisión. Por eso el proyecto de reformas afectó a la práctica totalidad del recinto.
El aforo se redujo a 98.776 localidades, 67.000 de ellas de pie. Se aumentó la potencia del sistema de iluminación y se incorporaron nuevos videomarcadores fabricados con la última tecnología. De las novedades incorporadas al Bernabéu la más llamativa fue la cubierta. Se instaló una marquesina de estructura metálica que cubría tres cuartas partes de las gradas. Gracias a ella un buen número de localidades quedaron a resguardo de las inclemencias del tiempo.
En la temporada 1999-2000 se llevó a cabo un proceso de modernización conocido como ‘Proyecto Líder XXI’. Se pusieron en marcha multitud de servicios para ayudar a los socios y aficionados: la Línea Real Madrid (línea telefónica de información para socios y aficionados), la venta telefónica de localidades (por primera vez en la historia) y el abono transferible y financiado.
La capacidad del Santiago Bernabéu se distribuyó por sectores y se llevó a cabo una reseñalización del estadio. Se remodeló el Tercer Anfiteatro de la calle Padre Damián, colocando 9.380 localidades de asiento. Se sumaron a las 16.000 que se habían instalado en la temporada anterior en diferentes zonas. El aforo quedó reducido a 75.000 localidades. El gran teatro madridista consiguió que todos sus sitios fueran de asiento.
Al llegar a la presidencia del Real Madrid, Florentino Pérez puso en marcha el ‘Plan Director de Infraestructuras del Estadio’. Contempló la actualización técnica de las instalaciones e infraestructuras, su explotación comercial y la puesta en marcha de nuevas líneas de negocio. Esto ha hecho que se haya convertido en un ‘Estadio de 365 días al año’. Cuenta con cuatro restaurantes, el ‘Tour del Bernabéu’ y la mayor tienda deportiva del mundo.
Una visita a esta joya es una de las alternativas imperdibles que propone el programa Stopover Hola Madrid de Iberia, una opción para que si se hace una escala en Madrid, se pueda permanecer hasta 6 días sin costos adicionales de vuelo y, además, con una serie de ofertas especiales y beneficios. Entre ellos, un encuentro a solas con el mítico Bernabeu.
El club cambió los videomarcadores, la megafonía y los vestuarios. Se inauguró la nueva fachada de Padre Damián y la cubierta. El estadio es el mejor calefaccionado del mundo gracias a los 1.300 calefactores que se instalaron. Es además el primer campo de fútbol telegestionado del mundo. A través de la Unidad de Control Integral, se realiza el control remoto de todo el Bernabéu. En 2007, la UEFA le incluyó en la categoría de Estadios de Élite. Es un referente deportivo, social, comercial y empresarial. Un ejemplo de modernidad, funcionalidad y gestión.