Vaca Muerta: la apuesta de YPF.

Charles Edwin Weaver fue quien descubrió, hace casi 90 años, la presencia de una nueva roca generadora en las laderas de la sierra de la Vaca Muerta mientras realizaba estudios de campo para Standard Oil of California (actual Chevron). ​ En 1931, Weaver publicó sus descubrimientos, entre ellos, el que llamó Formación Vaca Muerta. En 2019 se anunciaron inversiones de Shell por US$ 3.000 millones y de ExxonMobil por 2.000 millones en un plazo de 5 años.

El petróleo hallado es calificado como “recursos no convencionales” por hallarse en reservorios acotados en suelos rocosos, que requieren de un procedimiento muy especial de extracción, con aplicación de mecanismos tecnológicos que, en el caso de Vaca Muerta, se aplicarán por primera vez fuera de Norteamérica. La extracción del crudo depositado en pequeños habitáculos entre la roca del subsuelo se logra mediante el bombeo de agua a alta presión dentro del pozo. Esta presión genera microfracturas en la roca y el petróleo se libera a través de las fisuras. De ese modo, la perforación horizontal (buscando la roca generadora) y las fracturas hidráulicas hacen posible extraer grandes cantidades de petróleo contenido en estos suelos.

La formación Vaca Muerta se encuentra a una profundidad promedio de tres mil metros. Por encima de la misma está la formación Quintuco que, teniendo en cuenta las actividades realizadas, generaría una oportunidad adicional.

La actividad de las petroleras en la formación de Vaca Muerta cerró 2019 en su nivel histórico más alto, con 6.425 etapas de fracturas y 33% más de producción en las áreas concesionadas respecto de 2018.

Así se desprende de un informe de la consultora NCS Multistage en el que se destacó que YPF lideró el desempeño por compañías al culminar el año con 3.034 fracturas, por sobre las 752 de Tecpetrol, las 538 de Pan American Energy, las 499 de Total y las 433 de Shell.

De acuerdo al reporte, diciembre cerró con 470 fracturas, por debajo de las 529 que se habían alcanzado en noviembre, luego de dos meses de caída en coincidencia con la situación que vivió el sector a partir del congelamiento de precios del crudo y los combustibles. Con las cifras de diciembre, 2019 cerró con 6.425 etapas es decir un crecimiento del 33% frente a las 4.825 de 2018, pero a la vez representa un nivel de actividad 3,7 veces superior a las 1.716 de 2016.

Estas cifras se conocen en momentos en que la industria atraviesa un período de transición entre el congelamiento de 90 días que culminó el 14 de noviembre y que afectó negativamente los planes de inversión de las compañías y las deficiones que se aguardan del nuevo Gobierno nacional para el sector energético.

El incremento de actividad fue acompañado con el aumento de la producción de petróleo y gas que mantuvo la tendencia alcista durante 2019 en Neuquén, lo que llevó a la provincia a volver a liderar la producción de hidrocarburos luego de una década. En noviembre -la última cifra disponible por la provincia- la producción de petróleo alcanzó los 155.891 barriles/día, y representa un incremento de 1,61% con respecto a la producción de octubre, en tanto que respecto de noviembre de 2018, fue de 21,97% superior.