Fue realizado por el artista de Palermo, Milo Lockett y costó 50 mil dólares -unos 700 mil pesos- desembolsados por el gobierno de Resistencia a través de un contrato directo, sin licitación. Cabe recordar que Resistencia es la capital nacional de los chicos desnutridos.
En una ciudad con necesidades como Resistencia, el gobierno municipal encabezado por Jorge Capitanich le pagó 50 mil dólares al artista Milo Lockett para pintar un mural en un viaducto. Enojados por el alto costo, desconocidos lo vandalizaron pintándole un pene gigante de color blanco.
El mural, que abarca un total de 3200 metros cuadrados, está sobre el muro del viaducto del acceso a la ciudad por la avenida Sarmiento y fue inaugurado el último 4 de marzo.
Además de su elevado costo (unos 700 mil pesos al tipo de cambio oficial), la contratación del artista plástico chaqueño generó polémica, ya que no hubo licitación y se hizo de forma directa.
Según el Diario Norte de esa provincia, hasta el momento no se ha podido identificar al autor del hecho, que por cierto dejó su firma en el lugar, muy cerca de la de Lockett.
¿LA INMORALIDAD?
Resistencia es sólo la puerta de ingreso a un territorio que tiene la mitad de su población bajo la línea de pobreza. “Desnutridos, mal nutridos y anémicos, así se encuentran unos 15 mil chaqueñitos menores de 14 años”, aseguró Rolando Núñez, coordinador del Centro de Estudios “Nelson Mandela”, una institución dedicada a la investigación y el trabajo de campo con los sectores más desprotegidos. Desde diciembre de 2007, la provincia es dirigida por Jorge Capitanich, uno de los pocos gobernadores kirchneristas que zafó del papelón electoral del 28 de junio, cuando obtuvo más del 48% de los votos.
Mientras oficialmente se admite un 35,4% de pobreza y un 9,4% de indigencia, un relevamiento realizado por el Instituto para el Desarrollo de las Economías Regionales (IDESA) sostiene que el porcentaje de pobres asciende al 49,7% y el de indigentes, al 17,2 por ciento.
Los mismos números del Ministerio de Salud de Chaco admiten que el porcentaje de niños desnutridos en 2008 fue más alto que el de 2004, 2005, 2006 y 2007. Si se analiza la tabla del Plan Materno Infantil provincial, se observa que el año pasado, de los 19.496 bebés menores de un año bajo control médico, el 6,2% tenía algún tipo de desnutrición. En números absolutos, 1.040 con grado uno, el más leve; 154 con grado dos, y 24 en el estadio más grave. De los 20.233 chicos de un año bajo supervisión médica, el 19,6% presentó algún déficit nutricional, es decir, 3.956 niños, el triple de los valores del grupo anterior para el mismo año. Similar es el panorama de los chaqueños de entre dos y cinco años: el 17,5% está en condiciones de malnutrición. “Las tasas anuales de desnutrición infantil en Chaco son de las más altas de la Argentina”, sostuvo Núñez.
