Vendetta, ajuste de cuentas: Mataron a tiros a «El Oso» Pereyra, barras bravas de Boca

El inicio de una guerra sin cuartel. Entraron a su casa cerca de la medianoche y le dispararon al menos siete veces. Según los primeros informes, el cuerpo tenía al menos siete impactos de bala y en el cuarto se encontró la vaina de un octavo disparo.

«El Oso» Pereyra era uno de los líderes de la barrabrava disidente de Boca. Anoche un hombre se presentó en su casa y cuando lo atendió en una habitación para hablar en privado le disparó. Según los primeros informes, el cuerpo tenía al menos siete impactos de bala y en el cuarto se encontró la vaina de un octavo disparo.

Pereyra compartía la casa de Rafael Calzada con su madre, que fue quien le abrió la puerta al agresor. Según sus primeras declaraciones, se trataba de un hombre que se presentó y pasó, mientras «El Oso» se estaba bañando. La mujer aseguró que su hijo lo conocía; además, ella pudo escuchar los disparos desde otra habitación e identificar al supuesto agresor ante la policía.

Según los investigadores, el asesinato no estaría vinculado a cuestiones de la barra de Boca, sino a asuntos personales o un ajuste de cuentas por otros motivos. «El Oso» Pereyra murió en el hospital Oñativia a donde lo habían trasladado. La autopsia se realizará en la morgue judicial de Lomas de Zamora.

Gustavo Pereyra era uno de los aliados de Rafael Di Zeo cuando lideraba «La 12». Los dos fueron condenados por los sangrientos incidentes durante un amistoso con Chacarita en la Bombonera en marzo de 1999. Aunque fue su «segundo» durante muchos años, en el último tiempo estaban distanciados.
Las barras bravas son grupos violentos organizados dentro de las hinchadas de fútbol. Aunque existen en gran parte de Latinoamérica, surgieron en la década de 1950 en Argentina, país en el cual se encuentran las más tradicionales y reconocidas.

Fueron identificadas por la sociedad como grupos organizados violentos en 1958 (algunos años después de la conformación de las primeras), tras la muerte del espectador Alberto Mario Linker a manos de la policía en un partido entre Vélez Sarsfield y River Plate. Tras el hecho, la prensa denominó como una barra fuerte al primero al que identificó como un grupo organizado violento, en tanto que el término barra brava como denominación para los mismos surgió, también desde la prensa argentina, en la década de 1960, aunque se popularizó en la década de 1980.

Al comienzo no eran grupos muy numerosos ni excesivamente violentos, pero con el paso de los años, las barras bravas fueron creciendo y tomando cada vez más poder dentro de los clubes, llegando al punto de haber algunas que han decidido en ocasiones quién sería el presidente del mismo u obligando a dirigentes a renunciar a sus puestos. Pasaron no solo a protagonizar hechos de violencia, sino a realizar actividades ilegales con el objetivo de obtener un rédito económico (el cual lo suelen controlar solo los miembros más importantes, ya que las barras bravas poseen estructuras jerárquicas), como ser la extorsión a jugadores y dirigentes, venta y tráfico de drogas, robos, etc., además de las actividades ilegales que puedan realizar los integrantes de las barras bravas de forma individual y ajena a su accionar dentro de las mismas. También suelen brindar servicios a dirigentes políticos y sindicales que las contratan como grupos de choque (ante posibles enfrentamientos con seguidores de otros partidos políticos o sindicatos durante actos, movilizaciones o protestas), guardaespaldas, etc. También son financiadas por los propios dirigentes de los clubes, que en ocasiones le dan sueldos a algunos de sus miembros, o porcentajes de las ganancias por ventas de jugadores, y, entre varios negocios más, suelen exigir que los vendedores ambulantes que los días de partido trabajan en el estadio y los alrededores, les brinden un porcentaje de sus ganancias, a cambio de dejarlos trabajar y protegerlos, por ejemplo, de robos.

Las barras bravas se han transformado y su financiación ha crecido al punto de que, actualmente, uno de sus principales propósitos es la obtención de dinero, al menos en las de gran tamaño o que pertenecen a clubes, como mínimo, medianamente importantes o populares. Debido a éste fenómeno, desde la década del 2000 se comenzaron a producir cada vez más problemas internos en las barras bravas, habiendo disputas violentas entre algunos de sus miembros por el control de las mismas y, por ende, de sus negocios ilícitos. Debido a ello, un gran porcentaje de las muertes relacionadas al fútbol desde entonces han estado relacionadas a disputas internas dentro de éstos grupos.