«Violencia de la calma» Eduardo Sanguinetti, filósofo y poeta y performer

No ignoro, no puedo fingir que ignoro, que al horror nada le es imposible y que las decisiones humanas no conocen límites. De la explotación a la exclusión, de ésta a la eliminación e incluso a atroces explotaciones no conocidas aún.

Se por experiencia que la barbarie, siempre latente, se conjuga maravillosamente con la mansedumbre de mayorías que han sabido asimilarse al horror de la frivolidad del sistema que rige en el mundo… pero no por ello es menos cierto que el sistema neoliberal vigente, descansa sobre cimientos podridos, más permeables que nunca a todo modo de violencia y perversión, confrontando a la tierra y a sus habitantes.

Sus rutinas, aparentemente capaces de demorar lo peor, giran en el vacío y mantienen adormecidos en aquello que en otra parte he denominado «violencia de la calma»… peligrosa, pues proviene de un conjunto de imposiciones derivados de tradiciones angustiosamente extensas de legislaciones clandestinas.

El anestesiamiento de los individuos y las comunidades se obtiene mediante el ejercicio de antiguas fuerzas coercitivas subyacentes, de una violencia enorme, formidablemente eficaz, tan eficaz que pasa inadvertida…. y que en última instancia se la incorpora a tal punto que deja de ser necesaria. Esas fuerzas coaccionan a millones de seres, sin necesidad de manifestarse, suscitando una resignación generalizada tal, cual enigma, en nombre de ningún sentido, cual metalenguaje que inhibe y que ya no se sabe a que instancias se han resignado, estos pueblos amancebados… imponiendo el olvido, el enigma confunde, afirmando el poder de quién ejerce el acto violatorio de las libertades eliminadas, en nombre de democracias fingidas, convertidas en juegos de pistas falsas, cual expresión demoníaca, metáfora rotundamente dramática de la condición humana.

¿Cómo se llego a semejante amnesia, a esta memoria lacónica, al olvido del presente?, ¿qué aconteció para que reinen semejante impotencia por un lado y dominación del otro, la aceptación de ambas, semejante hiato? No existe resistencia alguna, salvo la que reivindica espacios crecientes para la economía de mercado, omnipotente en su propia lógica, a la cual no se se enfrenta ninguna otra, ¿es que algo ha muerto?… pareciera que todos participaran de este espectáculo insano, juego de engaños, de simulación, sustancia del enigma instalado en el laberinto de la retórica, cual dialéctica congelada de políticos modelo tercer milenio, todos participando en el mismo campo del simulacro. considerando que el estado actual de las cosas es el único posible, incluso natural, que en cierto punto es el fin de la Historia que todos esperaban.

Al ocultar con opacidad la opacidad de lo que venden como transparente en su desgastado discurso, la clase política ficcionalizada, fuera de espacio y tiempo, imponen la violencia de la mentira, que no es más que uso y abuso de una incompetencia de lenguaje discursivo, al que aún apelan, frente a la candidez de un electorado que no ha logrado vencer, disolviendo el,engaño al que están expuestos, dominando el engaño del enigma laberíntico del discurso vacuo de quién lo lanza y de ese modo liberarse de obstáculos en su ideal de arribar a un estadio de libertad.

Muy pocos/as tienen la audacia de reconocer, visualizar y anunciar el peligro extremo al que se está expuesto. Se trata de una omisión gravísima, literalmente vital, pues nadie enfrenta la amenaza oculta, tras la máscara del metalenguaje inhibitorio de la ficción erigida como estadio de vida ilusorio, de la virtualidad siniestra, que lo ha tomado todo… virtualidad que se impuso sin anuncio, simplemente ha irrumpido en la vida de la humanidad, cual panóptico redentor, asimilado a un boato fúnebre de las gran muerte de la modernidad, eliminada y olvidada, por este nuevo credo… tragedia, desastre que pudo haberse evitado,de estar atentos al accionar de las usinas de destrucción del ser, los beneficiarios del credo.

Este credo jamás ha sido enunciado, pero sería sacrílego ponerlo en tela de juicio: el diktat económico lo prohíbe y peor para aquel que levante la voz sobre el genocidio, en vida de una humanidad que no se pronuncia, no denuncia, no se atreve a proferir el grito libertario a la farsa espectacular en la que permanecemos… en suma, chantaje en el sendero angosto

Este razonamiento oblicuo del poder oculto, esta amenaza asestada a los grupos debilitados, despojados subrepticiamente de sus facultades críticas y su lucidez, cuentan con el inestimable apoyo y el consentimiento tácito del cuerpo social paralizado, sordo a este silencio, que se convierte en el más potente cómplice de la expansión del fraude encarnado en las corporaciones multinacionales que saturan el planeta de contaminaciones financieras y balances de ganancias de activos incorpóreos, postulados sagrado del dogma de ninguna fe.

¿Se podrá ejercer opciones que no estén relacionadas con los epifenómenos de decisiones tomadas en el seno de un sistema único, instaurado ya, mundializado, del cual millones apenas comienzan a adquirir conciencia?… intuyo que no podrá proponerse algo que se opusiera a los intereses de los mercados privados de sumar ganancias a las ganancias, convencerlos, ejerciendo la mejor dialéctica, de que la humanidad merece mejor vida… sabemos que los pueblos ya no tienen opinión, solo exigen en silencio ser explotados, pidiendo como niños, que se relate una y otra vez antiguas historias de afirmaciones tácitas, de mejoras en sus derechos y garantías, hoy inexistentes… todo se ha retraído y se ha vuelto desierto: señales de un mundo reducido, donde ellos representan un gasto superfluo, que se intenta suprimir por cualquier medio.