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Volver al colegio con el modelo 10-4 y control de temperatura en la Ciudad de Buenos Aires.

Comenzarían a volver a las aulas los alumnos porteños con el modelo 10-4, dicen desde «Uspallata» Sede del Gobierno de la Ciudad, es la reapertura de la economía, al tiempo que reduce la cantidad de gente en lugares de trabajo, estudio y en el transporte público. La economía en cuarentena para evitar los contagios también puede tener un efecto devastador para los Argentinos.



Para solucionar este dilema, un grupo de científicos del Instituto Weizmann de Israel propone un modelo cíclico 10-4, 10 días de cuarentena y 4 de trabajo. ¿En qué consiste exactamente?

Volver al colegio

Se trata de un esquema Israelí conocido como “4-10”, que divide a las aulas en dos grupos. El primer grupo asistiría la semana 1, de lunes a jueves y después descansaría la semana 2. En tanto, el segundo grupo asistiría la semana 2, de lunes a jueves, y descansaría la semana 3, donde retornaría el primer grupo.

Se basa en un modelo matemático que desarrollaron investigadores del Instituto Weizmann, en base a ciclos de dos semanas. Uri Alon, profesor de Biología Computacional y de Sistemas, explicó que se trata de «un camino intermedio que ofrece un equilibrio entre salud y economía». De aplicarse, en una misma casa, los miembros de una familia saldrían los mismos días al trabajo y a la escuela.

Los científicos tomaron nota del período de latencia del coronavirus, es decir, el retraso promedio de 72 horas entre el momento en que una persona se contagia y el momento en que puede transmitir el virus a otros seres humanos. De acuerdo con los investigadores, si alguien se contagia en el trabajo, iniciará el período de latencia y llegará al pico cuando esté en su casa, en cuarentena, sin entrar en contacto con otras personas, sobre todo si presentara síntomas.

«Es un modelo que alterna entre cuarentena y trabajo/escuela, un camino intermedio que ofrece un equilibrio entre salud y economía», dijo a los medios Uri Alon, profesor de Biología Computacional y de Sistemas y uno de los investigadores que desarrolló este modelo.

La idea es que en una misma casa, padres e hijos salgan los mismos días a trabajar y a la escuela.

«Es predecible y equitativo, por lo que puede llevarse a cabo durante meses hasta que tengamos una vacuna, tratamiento u otra solución, y mientras la economía puede tener una producción casi continua en turnos», agrega Alon.

Según los científicos de este instituto, este sistema mantendría el número básico de reproducción, es decir, la capacidad que tiene el virus de propagarse, por debajo del 1, unas cifras idóneas para tener controlada la pandemia.

Quizas este modelo de pizarrón lo tome Horacio Larreta pata volver al aula. El problema es si se enferma el profesor o profesora… todo puede fallar.