Vuelve el amor entre Hugo Yasky y Pablo Micheli: «la fusión o unificación».

Los secretarios generales de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y de la Argentina Autónoma (CTAA), el docente Hugo Yasky y el estatal Pablo Micheli, convinieron «la fusión o unificación» de las dos entidades gremiales para el año que viene.

Lo confirmó Yasky, al admitir que ambas centrales iniciaron hace ya tiempo «el diálogo de reunificación» y reconoció que en los últimos tiempos «esa instancia se profundizó» como consecuencia del «ajuste oficial» y «la necesidad de ganar y retomar el protagonismo en la calle».

El dirigente docente ratificó que ambas CTA «se reunificarán en una única conducción el año próximo» -aunque no especificó en qué mes- y adelantó que las dos centrales deliberarán «por separado» el 8 de febrero y, al día siguiente, convergerán en «un gran plenario nacional conjunto».

Ese fue el camino elegido por ambos dirigentes para comenzar a desandar la historia de divisiones que, en su momento, motorizó el kirchnerismo a través del Ministerio de Trabajo de la Nación.

En ese plenario nacional conjunto, las organizaciones gremiales de ambas CTA definirán de forma consensuada «un plan de acción» y elevarán al Gobierno «un duro planteo» a partir de sus propuestas.

«Habrá convergencia», señaló Yasky, quien confirmó que el encuentro nacional de las CTA se realizará en la sede sindical que encabeza, en Piedras al 1.000 de la Ciudad de Buenos Aires.

El proceso unificador contemplará ese 9 de febrero la elección de «una comisión previsoria» con dirigentes de ambos sectores, incluidos los sindicatos que abandonaron a Micheli y responden al visitador médico (AAPM) Ricardo Peidro a partir de «profundas diferencias» con Micheli, «seguramente convergerán en ese plenario porque son una línea interna y no una central alternativa», afirmó Yasky.

El dirigente docente no ahorró críticas a la central obrera reunificada que conducen los triunviros Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña a partir de «su inacción» y auguró que en el corto plazo «se producirá una divisoria de aguas en el movimiento obrero con un reagrupamiento de las organizaciones, traspasando las fronteras gremiales para aplicar un plan de acción que resista el intento de llevar el país a una situación pre-sindical», señaló.

En ese sentido, su CTA ya acordó para el 14 de febrero en Bruselas, Bélgica, un encuentro cumbre con la titular de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la australiana Shanan Burrow, a quien le planteará «a modo de paraguas protector» la realidad por la que atraviesan «los trabajadores argentinos, el intento oficial de dinamitar la paritaria nacional docente, la marginación de las CTA por parte del Gobierno, los atropellos y la represión contra el reclamo social y la
negación de derechos».

Yasky será acompañado en ese viaje a Europa por Sonia Alesso, titular de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), quien explicará a fondo la situación paritaria docente.

«Hay un retroceso del sindicalismo, por lo que este año debe ser de movilización y lucha. En febrero se definirá un plan gremial en defensa de las paritarias y los convenios colectivos y en rechazo del intento de usar el movimiento obrero como muñón a partir de un gobierno y un Ministerio de Trabajo que ofician solo de Gerentes de Recursos Humanos de los grupos económicos», concluyó Yasky.

En octubre de 2014, cuatro años después de que se produjera la separación de hecho, el Ministerio de Trabajo, a cargo del kirchnerista Carlos Tomada, terminó al fin de concederles el divorcio a las dos ramas en las que estaba dividida la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la organización sindical que nació en los años 90 como alternativa de la CGT.