Por qué el cuerpo necesita liberar gases: la ciencia detrás de un proceso natural
El fenómeno de los gases en el cuerpo humano, aunque socialmente incómodo, es una función esencial del sistema digestivo, que se libera en forma de eructos o flatulencias.
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En la vida cotidiana, todos los días el cuerpo se ve obligado a liberar gases acumulados en el sistema digestivo. Es una necesidad biológica que surge de un proceso natural en el cual se mezclan el aire tragado y los productos de la digestión, todo con la firma de la naturaleza humana, bien explicada en el código de la biología y de los hábitos de cada quien.
Los gases se originan en el cuerpo de dos formas principales. En primer lugar, el aire tragado: cuando uno come, bebe o incluso habla, el aire ingresa inevitablemente y se acumula en el sistema digestivo. Si este aire no se absorbe, deberá encontrar su camino hacia el exterior, evitando que el sistema digestivo se convierta en un globo de incomodidad. ¿Qué otra opción queda? Expulsarlo.
En segundo lugar, surge un fenómeno tan fascinante como universal: la digestión y la fermentación. Durante este proceso, las bacterias del intestino se encargan de descomponer ciertos alimentos —principalmente carbohidratos como fibra, azúcares y almidones— que el estómago y el intestino delgado no alcanzan a procesar completamente. Este proceso de descomposición genera gases, entre ellos dióxido de carbono, hidrógeno y, en algunos casos, metano. Así, el cuerpo libera estos gases a través de eructos o flatulencias, asegurándose de mantener su equilibrio natural.
Definiciones filosóficas: ¿Es la liberación de gases un tabú sin sentido?
La acción de liberar gases genera, inevitablemente, cierta incomodidad social. Desde una mirada filosófica, cabría preguntarse: ¿por qué algo tan natural provoca vergüenza o incomodidad en un contexto público? Filósofos de la antigüedad, como Epicuro, reflexionaban sobre la naturaleza del placer y el dolor en lo cotidiano, recordando que la vida sin sus impulsos naturales —incluso los menos glamorosos— no podría definirse como vida plena. Este simple acto fisiológico es un recordatorio de nuestra condición humana, de nuestra vulnerabilidad y de los límites de nuestra propia biología.
Definiciones éticas: ¿Hasta dónde se permite en sociedad lo natural?
La ética, como diría Immanuel Kant, nos insta a comprender la convivencia de nuestras acciones naturales con las normas que hemos adoptado en sociedad. Si bien es un proceso que cada persona vive a diario, la expulsión de gases es vista en la sociedad moderna como algo que debe evitarse en público. La pregunta sería: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificar lo natural por mantener el decoro?
Currículum del proceso digestivo y sus actores principales
El sistema digestivo humano, con siglos de evolución y perfección, se convierte en un verdadero laboratorio, donde cada órgano tiene una función precisa. El estómago, el intestino delgado y el intestino grueso desempeñan roles esenciales en la transformación de los alimentos en energía y nutrientes. Las bacterias intestinales, como pequeñas trabajadoras invisibles, realizan una tarea indispensable al descomponer compuestos complejos y producir energía. En conjunto, todo el aparato digestivo forma una maquinaria que, como cualquier otra, debe liberar los subproductos de su actividad.
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