Las diez pruebas científicas que confirman que a Nisman lo asesinaron.

Las diez pruebas científicas

1. La ausencia de pólvora

La noche en que Nisman fue encontrado muerto en el baño de su casa, se tomaron muestras de sus manos y brazos que fueron analizadas para saber si había o no rastros de disparo. Se hicieron dos pruebas, que dieron negativo: Nisman no tenía restos de pólvora.

2. El arma deja rastros

Hace una semana se supo, a través de una prueba de disparo realizada con la misma pistola que se encontró junto al cadáver, que ese arma sí deja rastros de disparo en quien aprieta el gatillo. Para la familia, entonces, Nisman no tenía pólvora porque no fue él quien disparó.

3. El disparo y las manos

Que el disparo no se haya realizado en la sien, sino apenas hacía arriba de la oreja y a un centímetro de la piel, es decir si apoyar la pistola, es otro dato llamativo para la querella, en tanto no coincide con los patrones suicidas. Además, las manchas de sangre en sus manos demostrarían que alguien le sostuvo su mano derecha en el momento del disparo.

4. Un arma sin huellas

En la pistola Bersa calibre 22 cuyo disparo mató a Nisman y que fue encontrada debajo de su hombro izquierdo no se encontró ninguna huella dactilar. Ni del fiscal, ni de quien dijo habérsela prestado, el informático Diego Lagomarsino. Los expertos dijeron que la gran cantidad de sangre que había en la misma tapó las huellas. Para la querella, o fue limpiada o deliberadamente ensangrentada para evitar su registro.

5. Movieron el cuerpo

Las declaraciones del médico de Swiss Medical, José Raúl Carrera Mendoza, y de la enfermera que lo acompañó, Jésica López, corroboraron uno de los datos del informe presentado en marzo por Arroyo Salgado: que el cuerpo fue movido. Al mostrarles una foto del cuerpo de Nisman tomada por la Federal la noche que lo encontraron, ambos dijeron que no era así como recordaban haberlo visto. Ese doctor fue el primer profesional en ver a Nisman en el baño.

6. Sin huellas en la casa

En el levantamiento de huellas que se hizo en Le Parc sólo se encontraron cinco huellas dactilares de las cuales dos corresponden a patrones genéticos de Nisman. De las otras tres aún no se sabe a quién pertenecen. El día previo a la muerte del fiscal habían estado allí su secretaria, su empleada, uno de sus custodios, su madre, su asesor informático, Diego Lagomarsino. ¿Cómo puede ser que sólo hallaron huellas de Nisman y una Lagomarsino en una taza de café? Para la querella el lugar fue limpiado.

7. Golpes en su cuerpo

Durante la Junta Médica se advirtió que Nisman presentaba golpes internos en su cabeza y en la parte interna de su pierna izquierda. Para la querella se produjeron al intentar atontarlo o reducirlo.

8. La presencia de un tercero

De acuerdo al informe realizado por los peritos de parte, Nisman no estaba solo al momento del disparo. Por las manchas de sangre encontradas en el baño, hubo otra persona que actuó como barrera y que impidió que la sangre se proyecte a lugares en los que necesariamente debería haber llegado si el fiscal hubiera estado solo.

9. Hackearon su computadora

El peritaje tecnológico comprobó que la notebook de Nisman fue alterada, que se borraron registros de manera selectiva y que hubo cambios de configuración de la fecha y la hora.

10 El borrado “seguro” de su celular

Ese mismo peritaje advirtió que hubo mensajes y llamados borrados del registro del teléfono de Nisman. Ese borrado, aseguraron, solo pudo haberlo hecho un experto y no se encontraron registros de que haya sido de forma remota.

Las diez claves del contexto

1. Nisman estaba trabajando

Según las fotos y filmaciones de la Policía Federal de la noche del operativo en el departamento de Nisman, el fiscal estaba trabajando en la preparación de su exposición en el Congreso. El lunes 19 de enero, debía explicar su denuncia a la Presidenta por presunto encubrimiento en la causa AMIA.

2. Tenía planes

Para trabajar en esa exposición Nisman había citado a su secretaria letrada, Soledad Castro, a su departamento, el domingo 18 de enero a las 13.

3. Las notas al margen

En los documentos y carpetas secuestrados en la mesa del living de su casa, se descubrieron instrucciones, recordatorios y consultas anotadas al margen, para discutir con su secretaria, Soledad Castro.

4. Una nota y la heladera llena

En la mesada de la cocina del departamento del fiscal, la Policía Federal encontró una nota de Gladys Gallardo, la empleada de Nisman, sobre las tareas que había hecho el día anterior. Ese viernes, también su madre, Sara, había ido al supermercado para hacer las compras y llevarle lo necesario para que Gladys cocinara el lunes.

5. Dudas sobre el arma

A la querella no le cuadran las explicaciones en torno al arma que Nisman habría estado buscando. Si bien uno de sus custodios, Rubén Benítez; un amigo que estaba en Mar del Plata, el ex comisario Ricardo Bogoliuk; y Diego Lagomarsino, declararon que Nisman les pidió un arma prestada, la familia no entiende porque lo habría hecho teniendo él mismo una en la baulera de la casa de su madre.

6. Sin despedida

Para la familia es incomprensible que Nisman haya decidido suicidarse sin dejar cartas de despedida a su madre o a sus hijas.

7. Once horas de incertidumbre

Nadie logró reconstruir qué pasó durante las casi once horas que tardaron los custodios de la Policía Federal en ingresar al departamento. Ellos declararon haber llegado a Le Parc el domingo a las 11 de la mañana como les había pedido el fiscal y no entraron a su casa sino hasta después de las 21.

8. Planeaba volver a Europa

Nisman decidió regresar antes de sus vacaciones en Europa con su hija Iara para presentar la denuncia contra la Presidenta, porque temía que la procuradora Alejandra Gils Carbó lo corriera de la fiscalía especial AMIA. A su ex mujer le aseguró que luego regresaría a París.

9. Los médicos y el cuerpo

La noche que lo encontraron muerto a Nisman, y aunque la madre estaba presente, tras el ingreso del médico de Swiss Medical no se le permitió entrar al edificio a los profesionales del SAME que acudieron en dos oportunidades. Para la querella, en ese lapso el cuerpo apareció de otro modo.

10. Falta de pruebas

Así como para la fiscal de la causa, Viviana Fein, no existen pruebas que demuestren que se trató de un homicidio, para la querella en los 38 cuerpos que lleva el expediente en estos ocho meses no hay ni un indicio que permita sostener la hipótesis del suicidio o suicidio inducido.