El origen de este plato se remonta a la época de las colonias, cuando los primeros conquistadores volvieron a España con el preciado oro y la no menos valiosa papa.
Por la simplicidad de su elaboración y su bajo costo, es un plato que forma parte del recetario doméstico de todas las familias a ambos lados del Atlántico. Existen tantas variantes como cocineros que la preparan, hay quien le añade embutidos, vegetales y hasta pescados.
Cantidad de porciones: 4
Tiempo de cocción: 45 minutos
Complejidad: baja
Ingredientes
½ kg de papa blanca
800grs de cebolla blanca
4 huevos
Aceite de oliva
sal
pimienta al gusto
Elaboración
Pelar las cebollas y picarlas finamente en juliana.
En una cacerola alta de poco diámetro poner la cebolla y cubrirla con aceite de oliva, poner al fuego y llevarla a 60 grados durante 30 minutos hasta que la cebolla tome un color dorado y se haya reducido a la mitad.
Pelar las papas y «romperlas» con el cuchillo en trozos menores al de una cereza.
Freír en aceite de oliva a alta temperatura hasta que estén cocidas.
Retirar del fuego y dejar enfriar.
En un recipiente mezclar la cebolla caramelizada, las patatas pochadas y los huevos, batir hasta tener una mezcla homogénea, añadir sal y pimienta al gusto.
Calentar una sartén de borde alto y diámetro de 16cms con dos cucharadas de aceite de oliva, añadir la mezcla anterior y poner a fuego fuerte durante 2 minutos.
A continuación bajar el fuego por 3 minutos más.
Cuando haya cuajado darle la vuelta con un plato y cocinar 4 minutos a fuego medio hasta que quede sellada pero jugosa al centro.
Retirar del fuego y servir.
Acompañar con pan.
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