El Macrinauta. Por Leo Anzalone.

Desde hace tiempo se habla de un acercamiento entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri, pero cuando la presidenta hizo público que se reunió en Olivos con el Jefe de Gobierno, el primer sorprendido fue el propio Macri, ya que como diría Eduardo Duhalde, esta vez le faltó “dar zancadillas 3″, pecó de inocente él y su entorno al pensar que podía llegar a un acuerdo con la presidenta y todo el cristinismo póstumo sin que estos lo hagan público para torear a Scioli y a Massa .

leo1Por lo bajo, muchos dirigentes sciolistas y massistas dicen que lo que une a Cristina Kirchner con Mauricio Macri es el antiperonismo, tal vez no sea del todo así pero sí coincidan en otro punto en común sobre el peronismo: no dejarlos acceder al poder en el 2015. El Jefe de Gobierno está convencido que el peronismo se terminó como expresión política, es más, en varias reuniones señaló que pasó a ser un sentimiento, como ser hincha de Boca o River, pero ya no es una propuesta política, visión bastante particular por cierto.

Cristina, en cambio, piensa que si el próximo presidente es peronista va a ir contra ella y sus funcionarios, no solo por el manoseo que muchos dirigentes sufrieron de su parte y de los muchachos de La Cámpora, sino porque el día que dejen el poder a aperte de la Justicia también “irán por ellos” políticamente, temen que no los dejen participar de nada, tal y como ellos lo hicieron, donde el que no se convertía no entraba, José Manuel De la Sota, es uno de los casos.

Por otro lado, la presidenta también es consciente de que el Consejo Nacional Justicialista está dando sus últimos pasos dentro del kirchnerismo, muchos dicen que eso se va a explicitar a partir del mes de diciembre, cuando armarían un gran plenario de discusión para tratar de unir a todos los peronistas, estén o no en el gobierno, hablan de un encuentro histórico, a partir del cual varios peronistas sueñan en ver unidos a Scioli y a Massa para que compitan en una interna, ven evidente que Cristina apuesta todo por Macri y FAUnen, porque los considera inofensivos y además en su propia lógica cree que fracasaran como lo hizo la tristemente celebre Alianza. En el pensamiento de la presidenta, Macri ganaría una interna de ese espacio, pero le sería imposible gobernar y podría, de ser electo, no llegar a terminar su mandato en el 2019.

Entonces Cristina se ve renaciendo en las cenizas, como el “Ave Fenix”, apuesta al efecto Bachelet, donde la chilena después de gobernar cuatro años y ausentarse por un periodo, volvió a ganar las elecciones presidenciales de forma rotunda. Pero la diferencia es que la trasandina tiene una visión muy diferente de la política y sobre todo no está salpicada por un gran número de escándalos de corrupción, sin contar los muchos que irán llegando. Entonces si bien el cristinismo cree que resucitará post 2015 con una figura inventada desde el relato y desde el enorme aparato económico, no es loco pensar que con tal de mantener alguna cuota de poder, le pidan a Javier Grosman, el dirigente que está a cargo de la Unidad del Bicentenario, que armó todos los shows y las puestas de escenas K, que les invente el Macrinauta como una figura temporaria de extensión del poder.

*Dirigente de Peronismo Para Todos – Universidad Para Todos

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