El legendario grupo Kiss, famoso tanto por sus tonadas de rock como por su extravagante maquillaje, volverán a la Ciudad el 7 de noviembre para un recital en River. Los rockeros que desprecian a diversos artistas pop por considerarlos “comerciales” se las ven negras cuando tienen que defender a Kiss. Esta banda neoyorkina formada a principios de los 70 tiene más catálogo de merchandising que de álbumes publicados. A los más de 28 discos de oro conseguidos se suma una impresionante e inédita cantidad de memorabilia que, a lo largo de los años, incluyó desde remeras y juguetes hasta instrumentos musicales, un auto y una película con resultados hilarantes llamada “Kiss Meets the Phantom of the Park”.
En resumen, Kiss es, antes que una banda de música, un producto empresarial capitalista, cuyos dueños y gerentes, el guitarrista y vocalista Paul Stanley y el bajista Genne Simmons (famosos por su extensa lengua), saben bien cómo manejar el negocio. Esto hace que decidan sobre la continuidad laboral de sus empleados y es así como en esta nueva visita a la Ciudad (ya vinieron en 1999 y en 2009), no serán de la partida Ace Frehley ni Pete Criss (guitarrista y baterista originales de la formación). En reemplazo estarán Eric Singer tras los parches y Tommy Thayer en las seis cuerdas.
Los tickets se pusieron en venta a través del sistema TopShow (www.topshow.com.ar o 4000-2800) y en las boleterías del Monumental, con precios entre 180 y 1.200 pesos.
Kiss presentará su nuevo disco de estudio, Monster, que será publicado el 16 de octubre, además de tocar sus grandes éxitos de su longeva carrera.
