No me baño, hace daño, deja al descubierto que ArteBA es una de las estafas reiteradas más importantes del mundo, por consiguiente ésta contracultura deja al descubierto lo inútiles que son los Museos, Centros Culturales, curadores, curadoras, Agentes Culturales de Gobiernos llenos de burócratas, artistas genufléxos, arrodillados y muy peteros.
En el lenguaje común el graffiti es el resultado de pintar textos abstractos en las paredes de manera libre, creativa e ilimitada con fines de expresión y divulgación donde su esencia es cambiar y evolucionar; buscando ser un atractivo visual de alto impacto para la sociedad, como parte de un movimiento urbano revolucionario y rebelde. Forma parte de la nueva y vieja cultura.
Se llama grafiti, pintada (las dos primeras, del italiano graffiti, graffire, y está a su vez, del latín scariphare, «incidir con el scariphus» —estilete o punzón, con el que los antiguos escribían sobre tablas—) a una modalidad de pintura libre, destacada por su ilegalidad, generalmente realizada en espacios urbanos. Su origen se remonta a las inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio romano, especialmente las que son de carácter satírico o crítico. Para denominar estas inscripciones de época arqueológica es más frecuente el uso de la palabra «grafito».
«La ‘No me baño’ comenzó hace muchos años atrás cuando éramos los wachines más sucios de la plaza donde siempre nos juntábamos para patinar», cuenta el miembro de la crew y deja saber que fueron skaters más grandes y que los trataban de «sucios», los que sin querer los terminaron bautizando.
Al principio se encolumnaron detrás la sigla NMB y al igual que otros grupos de graffiti locales como los ALC´s (A la carga), no daban a conocer el significado de las letras que los representaban en las paredes. Parte del halo de misterio y los códigos internos que rodean a todos los graffiteros.
“No Me Baño nace de una amistad que tenemos desde los seis años. ¿Viste esas amistades que no paran de caminar juntas? Bueno, de repente empezamos a caminar en una dirección, bastante conscientes de que había algo que perseguíamos en común”.
Los graffitis con la frase «No me baño» no paran de aparecer en avenidas y otras calles del centro de Buenos Aires desde hace rato.
Es común transitar por las calles de Tandil y observar en las paredes «No Me Baño», o quizá viajar a Buenos Aires y verlo en una esquina icónica como lo es Santa Fe y Callao. La frase hace pensar de qué se trata, cómo surgió y qué es lo que busca. Pero la realidad es que se trata de un grupo de jóvenes tandilenses que solo quería dejar pintado el nombre de su agrupación.
«No es una campaña política ni de medioambiente. Arrancamos cuando teníamos prácticamente 13 años, éramos un grupo de skaters, pero nos poníamos NMB de nombre porque nos daba vergüenza decir que significaba ‘nomebaño’. Eso fue hace mucho tiempo, hasta que de más grandes salimos una noche con pintura que encontramos en la calle y la ropa sucia a poner ‘no me baño’. Nos cagamos tanto de risa haciéndolo que desde ahí no pudimos parar», cuentan desde @nomebanio.