Vajilla para una cena romántica
Las noches, cuando buscás un rincón cálido de a dos. Y también las cenas en primavera, cuando ya se puede disfrutar de un plato a cielo abierto. No importa en qué momento del año, los encuentros románticos son siempre bienvenidos. Por eso, es muy importante no fallar a la hora de armar una mesa.
En las cenas románticas la vajilla es un punto importante, pues presentan parte de nuestra dedicación y preparación para el encuentro. Si tenemos tiempo, un buen comienzo para planear la cena puede ser buscar esas piezas que serán únicas, entonces, salir a ver vidrieras y recorrer locales puede ser una buena inversión de tiempo y a futuro.
Si vamos a comprar, los colores pasteles son recomendables porque nos relajan. Para buscar diseños, podemos encontrar algunos que sean abarcativos de los gustos de la pareja. Claro está, los pintados a mano siempre son más personales, porque nunca una pieza es igual a la otra, y esa particularidad ya es un valor en sí mismo.
Si se trata de una pareja ultra moderna, nada como el clásico binomio blanco y negro para armar un juego de mesa. También se puede ir por variantes como azul y blanco y también siempre es hermosa la versión esfumada.
En cuanto a objetos, en la mesa no pueden faltar: plato para la entrada, para el plato principal y para el postre; todo tiene que ser presentado en bandejas acordes. Para los momentos posteriores a la cena, es muy lindo compartir un café o un té, por eso las tazas, pocillos, siempre con sus respectivos platos, y hasta las teteras individuales son detalles que enamoran.
Y, como sorprender al amado o la amada con una comida a la luz de las velas siempre es sinónimo de éxito. Si todavía hace frío y elegimos estar adentro, las velas pueden no solo ir a la mesa, también se pueden colocar pequeños cuencos con velas en distintos muebles. Si, en cambio, apostamos por los exteriores, nada como poner velas flotantes en la piscina o espejo de agua y también armar caminos con faroles colocados en el piso.