ALICANTE / CINE. Embargan 6.000 euros a Santiago Segura por no citar el nombre de un club en Torrente 4

Un juzgado de Madrid ha ordenado el embargo a la productora de Santiago Segura, Amiguetes Enterprises S.A., para indemnizar al Club D’Angelo de Alicante con 6.000 euros por el incumplimiento de contrato durante el rodaje de Torrente 4 en las instalaciones del club. Una decisión a la que el famoso director ha reaccionado de la siguiente forma en Twitter: «Es triste que un proxeneta te denuncie y una jueza le dé la razón»

El propietario del D’Angelo había renunciado a cobrar por los tres días que cedió la sala a Santiago Segura a cambio de que su personaje en la cinta, el policía José Luis Torrente, pronunciase en dos ocasiones el nombre del club. Asimismo, en al menos un plano de la película debía apreciarse claramente el exterior del local, con el rótulo luminoso que lo identifica.

Sin embargo, nada de eso sucedió en la película. Torrente no habla en ningún momento del Club D’Angelo, y aunque sus instalaciones protagonizan varios minutos del metraje de la cinta, en ningún plano se aprecia el nombre con claridad.

Tras el estreno de la película, que fue la más taquillera del cine español del pasado año, el propietario del D’Angelo denunció a la productora de Segura por incumplimiento de contrato. Hace seis meses, el juez condenó a Amiguetes Enterprises a indemnizar al D’Angelo con 6.000 euros, en atención a los tres días de rodaje en los que utilizaron su salón principal y tres suites.

Dado que la productora de Torrente 4 todavía no había pagado, el juez ha ordenado ahora iniciar los trámites para embargar sus cuentas por dicha cantidad, a instancias del abogado del club.

El mismo acuerdo que con Aranda
El propietario del D’Angelo ya había ensayado con éxito la fórmula que pactó con Segura en otra cinta. Hace unos años, se rodó en Alicante la cinta de Vicente Aranda «Canciones de amor en Lolita’s Club», que utilizó tanto los estudios de Ciudad de la Luz como localizaciones en varios clubes.

En el caso del D’Angelo, el acuerdo fue que utilizasen las instalaciones para el rodaje a cambio de que en la película se reflejase perfectamente la imagen del local, como así sucedió. Con Santiago Segura, en cambio, el propietario del D’Angelo no vio cumplidas sus expectativas.

Estafado con obras de arte
El propietario del club D’Angelo ha protagonizado recientemente otra mediática controversia: llevó a juicio a unos estafadores que le timaron con obras de arte. El juez condenó recientemente a los acusados por pedir dinero a cuenta al empresario con la promesa de repartir con él los beneficios de una transacción artística, que nunca se formalizó. Al club llegaron dos cuadros embalados que no eran los previstos.